BUNNY

2

Katsuki puede sentir las miradas sobre él, puede oír los murmullos, las risas, el viento helar sus huesos, el agua escurrir por todo su cuerpo, todo, absolutamente todo.

Muerde su labio debido a la impotencia que siente y no puede evitar salir de ahí a pasos torpes y apresurados.

Cuando estuvo en los baños se encerró en un cubículo y se quedó ahí hasta que las clases dieron fin, saliendo del lugar con su ropa aún húmeda y sus ojos rojizos debido al llanto.

No entendía porque el debía de soportar todas esas humillaciones, porque debía de soportar cada maltrato sin vengarse.

No entendía porque no podía hacer nada más que quedarse quieto con las lágrimas brotando de sus ojos.

La vuelta a casa es tranquila, por asi decirlo. El sonido de los transeúntes invaden sus oídos, escuchando todo tipo de cosas innecesarias.

Algunas personas voltean a mirarlo, susurrando cosas sobre su aspecto probablemente.

Se siente tan observado... Y acechado.

Puede sentir que alguien lo persigue, no, no es uno, son más, y lo sabe.

Están detrás de él, acercándose cada vez más mientras está a punto de llegar a un callejón oscuro, no puede cruzar a la otra calle y tampoco puede gritar por ayuda.

Su única opción es aceptar que van a arrastrarlo a ese oscuro lugar y quien sabe que cosas harán con el.

Sus pensamientos son interrumpidos cuando de pronto alguien le jala del cuello de su camisa, con otros dos empujándolo porque decidió aunque sea intentar escapar.

Cae de trasero al suelo, sintiendo algo húmedo y caliente mojar su pantalón y manos.

Deja de concentrarse en aquella sustancia y su vista enfoca a tres personas que conoce a la perfección. Los chicos se ríen de él al ver su expresión, caminando hacia el a pasos lentos.

— ¿Que sucede, Katsuki? — Pregunta, riendo al ver al rubio tirado en el suelo.

— Aww, míralo, está asustado...

Katsuki trata de actuar lo más reacio posible, desviando la mirada a cualquier lugar que no sea los rostros de aquellos chicos.

— Vamos, Katsuki ¿Porque ignoras a tus amigos?

Los tres chicos bufaron ante el silencio del rubio, empezando a acercarse más y sacando cosas de sus mochilas o bolsillos.

— Dame esa mierda de una vez.

— S-si.

El pelinegro le pasó la botella con una sustancia negra, retrocediendo unos pasos una vez está fue destapada.

— Ahora si, Katsuki, vamos a divertirnos.

El pelirrojo se puso de cuclillas para estar cara a cara con el rubio, con una mano le agarro de su cabello y con la otra acerco el pico de la botella a los labios agrietados y fríos.

— No... ¿Que es eso? Déjame...

— Shhh... Si obedeces seré piadoso y solo sufrirás un poco... Por otra parte, si te niegas, la cosa se pondrá más fuerte...

— ¿Q-que?..

— Abre. — Indicó, presionando contra los labios ajenos.

Katsuki jadeo ante la insistencia y hedor que emanaba aquella sustancia negra semi viscosa. Su interior se revolvió, no quería hacerlo, estaba asqueado, además que esa sustancia caliente de hace un momento se había secado y las palmas de sus manos se sentían extrañas.

— No... Por favor, no quiero...

No podía hacer nada, más que rogar por algo de piedad.

Y eso se sentía tan asqueroso y miserable.

Deseaba que alguien lo ayude, que alguien venga y lo salve de ese infierno.

Si existía alguien así... Alguien que sin importar si es un ángel o demonio... Alguien que sienta lástima de él...

Si esa persona existe...

Quiere que lo salve.

— Por favor... Alguien ayúdeme...

Y entonces, después de rogar por ayuda, algo o alguien lo arrastró más adentro del callejón, donde ni una sola pizca de luz llegaba.

Bros

Una vez me metí a un callejón oscuro, así en plan joda, un gato me asusto y casi me cago en los pantalones.

De ahí jure que nunca más me iba a ocultar solo para bromear con mis amigos.

🌚🌚🌚

Andyes

Katsuki es como un Izuku del mundo original. Así bien bulleado y traumado, sin amiguis kijsi.