Si este contenido no te agrada, entonces te pido que te retires :)
Lamento lo mal narrado que está, y también les advierto que habrá muchos errores ortográficos, es probable que en este aviso haya uno.
Corrigiendo (~‾▿‾)~
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La adrenalina recorría sus venas, la ira inundaba la cabeza y el miedo hacia temblar su cuerpo.
Todo aquello le comía vivo mientras miraba amenazante a los Alfas que les miraban hambrientos. Reki quien había entrado en celo tras encontrarse con su expareja se encontraba sentado al lado de la ventana, Miya le protegía con su cuerpo mientras tenía al pequeño Tōru sentado en su regazo.
Los abrazaba a ambos tratando de protegerlos de todo y cada uno de ellos que estaban a nada de saltar al ataque.
Los gruñidos de Miya eran potentes y horribles, el mismo estaba sorprendido de su ferocidad, pero la ira le estaba nublado la cabeza, estaba dispuesto a asesinar a cualquiera que tratara de ponerle una mano encima al Omega.
Paso antes, no volverá a pasar ahora.
No mientras el este ahí.
Uno de los Alfas se levantó de su asiento dispuesto a pelear por el Omega, pero un gruñido de Miya más fuerte que el anterior hizo que el tipo regresará a su asiento, Miya mostró sus colmillos listos para morder a quien se acercará primero, eso fue suficiente para que todos comprendieran que el Alfa protegería al Omega a cómo de lugar, y que el ser tan joven no sería una desventaja.
Miro a Reki que seguía desprendiendo aquel aroma seductor, era la primera vez que olía a Reki en su momento de apareamiento, agradeció internamente que la enfermera de la escuela le había inyectado un supresor después de su pelea en la escuela, gracias a esto no se lanzó sobre Reki.
Tōru abrazaba su peluche de conejo y miraba preocupado a papi, de nuevo estaba mal.
Por otro lado, Miya se debatía sobre que debía hacer, eran el centro de atención, y aunque faltaba poco para llegar a la parada donde ellos debían bajar, existía la posibilidad que algún Alfa dominante se anime a pelear y si eso pasa animaría a los demás a también dar la cara.
Con demasiados Alfas no podria.
Entonces tomo un decisión, miro a Reki apenado, sabía que a él no le gustaba esto pero era necesario para la ocasión, acercó tanto al Omega como al cachorro a su cuerpo y comenzó a soltar feromonas cubriéndolos con su aroma, tal vez así con suerte algunos pensarían que estaba vinculados.
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