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Lamento lo mal narrado que está, y también les advierto que habrá muchos errores ortográficos, es probable que en este aviso haya uno.
Corrigiendo (~‾▿‾)~
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Cuando toda su vida dió un giro inesperado pensó que la solución era huir y esconderse del problema. No sabía exactamente que esperaba escapando, nada iba terminar y en cualquier momento todo se derrumbaría más.
En su juventud jamás huyó y siempre afrontó las trabas con la cabeza en alto; durante algún examen, alguna travesura, alguna carrera de Skate, incluso cuando fue atrapado por la policía en S, tuvo los huevos de no mostrar sumisión a los oficiales Alfas.
Sin embargo ahora es diferente, antes estaba solo, si algo salía mal todo el encharcado le caía solo a él. Pero la diferencia es que ahora tiene un cachorro. Y si elije mal sus cartas; su pequeño también pagará el precio.
Así que se abrochó los pantalones y decidió finalmente dar la cara. Jamás volverá a esconderse detrás de sus amigos.
Por eso está ahí ahora, en esa cafetería con Toru a su lado, sentados en una mesa y esperando.
Reki está realmente nervioso, pero es conciente que no logrará esconder a Toru para siempre, además de que esa no es la solución.
Langa merece conocer a su hijo.
Si Langa decide formar una relación con Toru visitando-lo y sacándolo a pasear está bien, o si decide sacarle la vuelta y fingir como si no existiera; también está bien (Y no estará rogándole). Pero si decide ponerle una demanda para quitarle a Toru, entonces no hay de otra; se irán a juicio y Reki peleará con todo para mantener a su cachorro a su lado.
Esos caminos invaden la cabeza de Reki, y solo se pone más nervioso.
- Papi.
- ¿Qué sucede? - Pregunto llevando su atencio al niño -
- Quiero comer algo. - Dijo moviendo sus pies -
- Claro, solo hay que esperar un poco más. ¿Si?
Reki sabía del deseo de su cría, desde que llegaron el pequeño no dejaba de mirar el pastel de chocolate que se encontraba en el mostrador. Vio como su pequeño recostaba su rostro en la mesa con tristeza.
"De verdad quiere comer ese pastel" Pensó.
- Toru. - Le llamo - Te tengo una sorpresa.
- ¿En serio? - Pregunto curioso -
Reki asintió.
- Hoy va a venir alguien a quien extrañaste mucho.
Toru se quedó pensando unos segundos mientras miraba a la nada. Varias personas pasaron por su cabeza (cada una fue descartada de la lista), hasta que llegó una; a quien no miraba desde hace semanas.
