Si este contenido no te agrada, entonces te pido que te retires :)
Lamento lo mal narrado que está, y también les advierto que habrá muchos errores ortográficos, es probable que en este aviso haya uno.
Corrigiendo (~‾▿‾)~
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Miya había ganado la carrera.
Pero no le importaba.
Escuchaba las voces de toda la audiencia de "S" gritar su nombre en repetidas ocasiones. Todos aplaudían y su contrincante le felicitaba por su merecida victoria.
Sin embargo, nada de esto le hacía felíz.
Con la mirada tristes tomo su Skate y camino bajo los gritos, una vez ubicó a sus amigos caminado hacia ellos, estos le veían orgullosos de su victoria, entonces Miya supo que sería felicitado por ellos.
Pero a pesar de que todo se escuche realmente emocionante, él no podía sentir aquel sentimiento que normalmente le invadía cuando ganaba una carrera, en cambio se sentía cansado de todo.
Cuando finalmente llegó con sus amigos Cherry fue el primero en tomar la palabra.
- Lo has hecho bien.
- ¡Le diste una paliza! - Grito Shadow -
- Lo prometido es deuda, vayamos a mi restaurante a celebrar.
La idea sonaba bien. Cómo en los viejos tiempos, cómo aquellos momentos donde después de una carrera todos juntos iban a atascarse de pizza para recuperar energía. Aún sigue impresionado por la cantidad de comida que cabe dentro del estimado de Langa y que a pesar de eso su estómago siga tan plano y marcado, tal vez será por la genética.
Miya caminaba detrás de sus amigos los cuales buscaban la salida mientras conversaban animadamente sobre los exelentes movimientos que realizó Miya durante la carrera.
Pero el joven solo miraba al suelo sumergido en sus pensamientos, los cuales solo se centraban en aquel Omega de cabellos rojos. Se preguntaba si ya había comido, si ya se había levantado de la cama o si al menos se siente un poco mejor.
Quería verlo, quería sentir sus abrazos como antes, quería poder respirar sus feromonas otra vez. Extrañaba todo de él, pero sabía que era sumamente difícil que el Omega se recuperará tan pronto, todo requería un proceso. Al menos resaba porque hubiera un avance.
De nueva cuenta su Alfa se deprimió al recordarlo.
Llenó de tristeza saco su celular de su bolsillo para revisar si el Omega le había contestado, ya sabía que la respuesta era no. Pero aún así quería pensar lo contrario.
