Capítulo 16: Banquete De Año Nuevo (parte 2)

686 114 14
                                    

- ¿Rashta? ¿Pasa algo? - preguntó Sovieshu al ver que me había perdido en mis pensamientos.

Parpadee un par de veces, todavía saliendo de mi aturdimiento. Miré a Sovieshu una vez más. Intentando ignorar el malestar que empezaba a sentir le ofrecí una torpe sonrisa.

- No pasa nada, su majestad. Rashta estaba sorprendida. El Gran Duque le envió telas hermosas a Rashta con las cuales se le confeccionó bellos vestidos. Por eso pensó que era una persona agradable. - mis ojos se tornaron llorosos. - Pensar que me trataría tan mal en nuestro primer encuentro. Ni siquiera pude agradecer su regalo antes de que su esposa comenzara a insultarme.

- ¡¿Te insultó?!

Actué sorprendida, cubriendo mi boca con mis manos. - ¡No quería decir eso, su majestad!

La mandíbula de Sovieshu se tensó e intentó ir por donde la pareja se había ido. Rápidamente lo atrapé por el brazo.

- ¡Rashta no quiere más peleas! ¡Rashta quiere disfrutar de la fiesta junto con su majestad! - lo miré con ojos suplicantes. - Por favor.

Aun claramente molesto, Sovieshu terminó cediendo. Con un suspiro me envolvió entre sus brazos. - Eres demasiado buena, ¿Qué voy a hacer contigo? - se preguntó mientras acariciaba mis cabellos con dulzura.

Solté una risa divertida para encogerme de hombros. Él sonrió.

En ese instante unas campanas anunciaron el inicio del baile del Banquete de Año Nuevo.

Sovieshu extendió su mano hacia mí con una mirada resplandeciente. - ¿Me haría el honor de ser mi pareja en el primer baile, Lady Rashta?

Estuve a punto de acceder cuando recordé algo.

"Un momento... ¿No es este el momento en la novela en que Sovieshu le hace ese desplante público a Navier?"

Mi sonrisa murió.

Escuché los comentarios de los invitados acerca de cuan enamorado estaba el emperador de su amante y el como la había defendido siendo todo un caballero. Al mirar por sobre mi hombro, pude ver a lo lejos a Navier sentada en su trono con los ojos cerrados.

Mi corazón se estrujó dentro de mi pecho.

"En la novela Sovieshu abandona a Navier a mitad de las escaleras por correr al lado de Rashta que lo estaba llamando. Esta vez Sovieshu vino a socorrerme, ¿Eso quiere decir que esta vez fue culpa mía que Navier sufriera? Y no es solo eso, otra vez volvió a pasar algo similar a la historia original, ¿Será acaso que no se puede escapar del todo de la trama ya preestablecida?"

- ¿Rashta?

- ¡Ah! ¡Rashta estaría encantada, su majestad! - exclamé con una sonrisa risueña tomando su mano y dejando que me llevara a la pista de baile. - Esta vez Rashta ha practicado. Ahora podrá bailar a la par de su majestad.

- ¿En serio? Quiero ver que tanto aprendiste. - me respondió divertido.

- ¡Ya lo verá!

No era mentira cuando le dije que practiqué. Gracias a la Vizcondesa Verdi aprendí los pasos básicos y algunos movimientos avanzados. También aprendí a caminar con tacones sin lastimarme ni cansarme, lo cual fue casi tan difícil como aprender a manejar la espada.

Sovieshu se mostró más que complacido al verme seguir sus movimientos con fluidez y naturalidad. Parecía orgulloso de mi progreso desde que en nuestro último baile debió guiarme todo el tiempo y cubrir mis fallas. Debía admitir que estaba orgullosa de mí misma. Era hasta divertido, aunque lo sería más si tuviera presente a Navier, sintiéndome indigna de pasarla bien cuando ella debía estarse sintiendo fatal.

¡¿Soy Rashta?!Where stories live. Discover now