Prólogo ♪

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El Encanto, un pueblito perdido en las montañas de Colombia, un pueblito lleno de magia y de color, gracias a una vela mágica que se les fue otorgada debido al sacrificio de Pedro Madrigal hace unos cincuenta años. 

La familia Madrigal, la familia conocida por tener dones mágicos y geniales, excepto por Mirabel, pero ya conocemos su historia.

Dolores Madrigal, nacida unas semanas después de Isabela Madrigal, obtuvo su don, o mejor dicho, su maldición, a los cinco años, como toda la familia.

El don de la súper audición.

Ese fue uno de los peores días de su vida.

Recordaba claramente ese día, recordaba su emoción de la mañana, recordaba el momento exacto en el que tocó el cerrojo de su puerta, recordaba los fuegos artificiales reventando en sus tímpanos, recordaba como su propio grito lastimó sus oídos, recordaba como sus manos intentaban desesperadamente cubrir sus oídos para intentar minimizar todo el ruido, recordaba los truenos de su mamá, recordaba los murmullos de los pueblerinos y recordaba los gritos de su familia.

Lo recordaba todo.

A Dolores le gustaban los sonidos suaves, le gustaba el sonido del río, le gustaba el canto de las aves, le gustaba el sonido del viento chocando con las hojas de los árboles.

Pero su sonido favorito era la melodiosa voz de Mariano Guzmán leyendo las poesías qué el mismo escribía en las noches. 

Ella había estado enamorada de él desde los diecinueve años, cuando, en una noche de insomnio escuchó un sonido bastante suave, era una voz, se concentró en esa suave voz y lo supo, era Mariano Guzmán, y, desde esa noche tuvo un consuelo en las noches de insomnio, una caricia al oído luego de un día muy ruidoso, una medicina infalible para curar el dolor de cabeza.

Era la voz de su amado.

La voz de Mariano Guzmán.

Pero cuando su abuela informó que su amado Mariano y su querida prima Isabela se comprometerían, todo su mundo se vino abajo.

Todo su mundo se derrumbó.

Pero, como siempre, no pudo digerir su dolor debido a qué las voces no le permitían concentrarse en sus propios pensamientos.

Como siempre, no supo que era lo que realmente sentía debido a las voces.

   Nota

¡Y bueno!

¿Qué les parece?

  Es mi primera historia, si hay errores o incoherencias, por favor notifíquenme y yo trataré de corregirlos.

             ¡Gracias por leer!

Me despido, se les quiere.

Voces- Dolores MadrigalWhere stories live. Discover now