Nuestro inicio.

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-T/n es increíble. -miré a Lana -Ni siquiera yo se como bailar eso. Ni hablar de tu copia.

Reí.

-Sus padres. A sus padres les gustaba ese tipo de música y le enseñaron a bailar.

-¿Los conociste? -asentí.

-Su padre fue la persona más bondadosa e inteligente que conocí. Y su madre... -sonreí de lado -Su madre era un ángel. Siempre cuidando de los demás. Y Ryan... Bueno, él siempre ha amado bailar. Mi tía le enseñó todo lo que sabe...

Tragué con dificultad al recordar a mis tíos. Tomé los dos tragos que quedaban la mesa, el de T/n y el mío. Sentí el ardor en mi garganta al beber el alcohol, eso desvió mi atención.

-Eran buenas personas. -los miró -Me alegra que tu, T/n y Ryan pudieran solucionar las cosas.

-Fue complicado. -me miró -Dos hermanos, mejores amigos, enamorados de la misma chica. Tal vez cometimos errores, pero no quiere decir que no la amamos. Incluso creo que... Ryan puede amarla más que yo. La dejó ir para que pudiera ser feliz. ¿Qué otra muestra de amor se necesita?

-No solo la dejó ir para que fuera feliz, también para que tú lo fueras. Tu hermano te ama. Más que nada ni nadie en el mundo. Bien dicen que donde dos corazón son felices juntos, hay uno tercero roto.

Desvió de nuevo la mirada a mi hermano. Sonreí de lado.

-¿Cuanto tiempo te creíste enamorada de mi?

Aquello llamó su entera atención. Se giró de inmediato a mi.

-¿Cómo?

-No soy idiota, Lana. Y se que hubo un tiempo en el que pensabas que estabas enamorada de mi. Quiero saber, ¿por cuanto tiempo?

Lana abrió y cerró la boca varías veces.

-Desde que te ayudaba con los apuntes. -un leve sonrojo tiñó sus mejillas -Es decir, no me lo tomes a mal, pero eres atractivo, caballeroso, cualquiera se enamoraría de ti.

-¿Pero? -ladeé la cabeza.

-T/n y tú se amaban. -sonrió de lado -Si, ella podía casarse con Zack, pero... Lo veía en la forma en cómo te miraba, incluso antes de que volvieras a ver. Ella... Te miraba con tanto amor, anhelo y cariño. Te miraba, y su mirada se iluminaba. Te miraba, y sonreía de oreja a oreja, su humor cambiaba por completo cada vez que estaban en el mismo lugar. No era necesario que le hablaras, con tu sola presencia la hacías sonreír. Siempre, cada día lo veía, veía la forma fuera en la que te cuidaba y amaba. Veía como estaba dispuesta a darlo todo por ti. Y luego estabas tú...

-¿Yo?

Lana asintió.

-Tu... Luchaste y ganaste incontables guerras que amenazaban con derrumbarte. Luchaste por ella, luchaste con ella, saliste adelante, fuiste capaz de volver a sentirte vivo después de tu depresión, fuiste capaz de cambiar por ella. Porque la amas. Siempre será así. Siempre la respetaste y estuviste a su lado cuando ella más necesitó de alguien. Fuiste el que se llegó a interponer con tal de que ella no saliera herida. Aidan, tu y ella... La forma en cómo se aman... Los veo, su amor es ese tipo de amor que se puede expandir por todo el mundo y llevarlo a la gloria, su amor por el otro es inmenso y de tener que morir lo harían juntos. Su amor, es su mayor arma y ventaja, por que a pesar de todo lo que ha pasado, siguen juntos, si, discuten y tienen diferencias, pero... Siempre están para el otro y dispuestos a todo con tal de cuidarse. Eso es amor... La manera en la son fieles y leales al otro... Eso los hace fuertes e inseparables. -tomó mi mano -Un amor como el suyo, Aidan... No tiene fin. Puedes ver el inicio pero nunca el final. Estoy segura de ello.

Cuando seas mía. Tomar una decisión.Where stories live. Discover now