Capítulo 19

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Levi
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La puerta del auto se cierra de golpe. Luego la observo caminar en el estacionamiento, la observo marcharse, todavía estoy parcialmente aturdido, su sabor aún se esparce por mis labios. La observo hasta que se pierde de vista, e incluso entonces, me quedo mirando el último lugar donde la vi durante al menos otro minuto antes de recuperarme.

¿Qué diablos cabo de pasar?

Nunca la había visto enojada antes, pero me di cuenta rápidamente de que no me gustaba, especialmente cuando la ira estaba dirigida a mi. Es feroz, rápida para defenderse y tan estúpidamente terca, tanto que me daban ganas de golpearme la cabeza contra el tablero.

¿Por qué diablos había pensado que el sexo ayudaría? Claro, me estaba excitando, y yo nunca rechazaría la oportunidad de follarla, pero ¿en serio pensé seriamente por un segundo que ayudaría?

Soy tan estúpido. Tan jodidamente estúpido.

— A la mierda con esto. –Digo con el ceño fruncido, abriendo la puerta del coche para salir y subirme al asiento delantero, empujando mi saco en el asiento del pasajero vacío. Pienso en rehacer mi corbata pero decido no hacerlo.

Todavía puedo saborearla en mi lengua.

Nunca he sido un gran fanático de hacer un oral. Por lo general, es demasiado desordenado, el sabor es horrible, y la mayoría de las otras mujeres con quienes lo he hecho han sido quejumbrosas y molestas de escuchar. Pero estaba claro que les gustaba, y si ella estaba dispuesta a darme un buen oral, entonces era justo que yo hiciera lo mismo por ella.

Pero mierda, eso fue... fue lo mejor que he hecho en la vida.

Sus gemidos, sus manos en mi cabello, la forma en que temblaba bajo mi agarre, su maldito sabor, era embriagador. No creo que alguna vez haya disfrutado destrozar a alguien de esa manera.

Quería animarla. Aliviar un poco la tensión. Calmar su ira.

Y de alguna manera... ¿había hecho lo contrario?

Suelto un jadeo de frustración y pego mi frente contra el volante. La bocina suena por lo cual me alejo, maldiciendo por lo bajo.

¿Qué tan metido en esto estoy de todos modos?

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Cassie
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Mantener el acto de: "Estoy enojada contigo" con Levi es difícil.

Sobre todo porque ya no estoy enojada con él y lo único que deseo en este momento es entrar a su jodida oficina y subírmele encima.

Al día siguiente después de la pelea, las cosas en el trabajo no habían cambiado, la rutina era la misma, pero Levi desconfiaba un poco más de mi. Y ahora, días después, todavía no actúa muy diferente, pero veo sus ojos diseccionando cada uno de mis movimientos, tratando de ver dentro de mi cabeza.

Ya no estoy enojada pero no quiero ser el primero en abordar el tema.

Es sólo... incómodo. Me siento como una niña en la escuela secundaria otra vez; este tipo de drama es ridículo. 

Pasa un día, y luego otro, y estoy preocupada de que tenga que ser yo la que toque el tema, lo cual no quiero hacer.

Finalmente llega el viernes y tengo la esperanza de que toque el tema ya que me pide que entre a su oficina para discutir las hojas de cálculo que hice esa semana, y justo antes de irme, Levi se aclara la garganta con torpeza. — Una cosa más. –Dice, y ya se de qué se trata.

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