Capítulo 20

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Levi me arrastra hacia las puertas principales del apartamento. Me sostiene frente al teclado mientras busco a tientas el código de las puertas, me toma algunos intentos, y luego Levi me arrastra al ascensor. Presiono el botón de mi nivel y luego me deja caer al suelo.

— Así que prefieres que duerma en el piso del ascensor. –Digo secamente, dejando caer la cabeza contra la pared.

— Mejor que el estacionamiento.

Murmuro algo a cambio, pero ni siquiera estoy segura de qué; es como si mi boca no estuviera cooperando con mi cerebro.

Se puede distinguir débilmente un ding del ascensor. Luego los brazos de Levi se cierran alrededor de mi cuerpo. — Maldición Cassidy, apestas. –Dice con el ceño fruncido, tirando de mi para ponerme de pie. 

— Pensé que olía bien. –Me quejo, dejando que me levante.

— Apestas a alcohol, parece como si te hubieras bañado con eso. –Se queja Levi, arrastrándome fuera del ascensor. Tarareo en respuesta, insegura de cómo discutir, y dejo que me arrastre hacia mi apartamento. — Llaves. –Dice, y me toma un minuto antes de que comience a hurgar en mi bolso. — Maldita sea, Red, llaves. –Repite Levi con impaciencia. 

— Dios... –Murmuro cuando finalmente tomo mis jodidas llaves entre mis dedos. — ¿Te mataría ser más amable?

Levi arranca las llaves de mis dedos y las mete en la cerradura. — ¿Te mataría controlarte? –Responde, empujando la puerta para abrirla. — Esto está fuera de control.

— Para que conste. –Digo bruscamente, sacudiéndome temporalmente de mi estado de fatiga para responder a Levi con un poco más de sarcasmo. — Esta es la primera vez que hago esto desde que nos conocimos.

— Pero ya lo has hecho antes.

No puedo evocar una respuesta de inmediato, lo que significa una victoria para Levi. Me jala hacia mi apartamento, cerrando la puerta detrás de mi. — Estaba en la universidad. –Finalmente murmuro, apoyándome contra la pared mientras Levi me suelta. — Pasé por algunas mierdas.

— Como sea. –Responde rodando los ojos. — Hiciste que desperdiciara mi noche.

Me sentiría más culpable si no estuviera tan borracha. — Oh, ¿interrumpí tu sesión de masturbación? –Me burlo. — Tú y yo sabemos que no estabas haciendo nada.

— Vete a la mierda. –Espeta Levi, dirigiéndose a mi cocina.

Recuerdo mi fantasía en el estacionamiento y me empujó contra la pared, tratando de mantener el equilibrio. — Aunque siempre puedes follarme ahora, ya sabes... –Digo con indiferencia.

Se pone rígido, y su respuesta es cortante. — Pensé que estabas enojada conmigo.

— Lo estoy. Pero no significa que no podamos joder.

Levi me devuelve la mirada, con las cejas levantadas. — Estas borracha.

— ¿Y?

— No es correcto. –Dijo buscando quien sabe que en la alacena. — Ahora ve al sofá.

— Pero-

— Joder Red... solo hazlo.

Decido no contradecirlo y me voy a sentar al sofá, la jodida cabeza me da vueltas. Pero hace un rato me las bebía como si fuera agua.

Tan solo minutos después veo a Levi frente a mi con una taza de lo que supongo es café, no tengo idea. Lo llevo a mis labios y frunzo el ceño al probar que no tiene azúcar. Pero se que es mejor así, servirá para bajarme la borrachera.

La PasanteWhere stories live. Discover now