promesa

202 19 12
                                    

Gabriel miraba el libro de miraculous, trataba de descifrar todo lo que pudiera, buscaba a su lado las notas que tenía, la pequeña sonrisa que tenía le causa terror a Nathalie quien le miraba leer y releer el libro.

— tomoe pidió venir, parece que quiere hablar — informo sin darse más rodeos

— ¿Puso alguna fecha?— el evidente interés en el rostro de Gabriel le causó un escalofrío

— mañana a las cuatro —

Él solo asintió y regresó su mirada al libro ahora con una gran sonrisa, y no le gustaba, aquel observatorio casi vacío mostraba la sub real imagen del villano de Paris frente a una estructura redonda con pequeñas jaulas conteniendo a cada kuami y él en medio leyendo el libro y notas con el poder y habilidad de cada pequeño ser. Era terrorífico, esas pequeñas criaturas serían usadas como simples baterías por ese hombre.

Se quedó un poco más solo para estar segura de que su presencia ya estaba siendo completamente ignorada dando media vuelta y regresando a lo que sería la mansión agreste, suspiro cuando paso alfrente de Emelie se sintió observada por aquella mujer, sabía que solo era su propia imaginación que causaba esa presión en ella, se sentía juzgada por aquel cadáver cuya máquina evitaba el proceso de putrefacción.

Salió con más prisa subiendo al ascensor deseando que fuera más rápido, soltó el aire que no sabía esba conteniendo, salió de ese cuarto, la pintura de Emelie también la juzgaba con severidad, casi corriendo fue directamente a su habitación donde se encerró, la imagen de Emelie no la abandonaba, empezó a dar vueltas tratando de calmarse cosa que no le estaba funcionando y pudo haber terminado por lanzar algo a una de las paredes si no fuera por el golpeteo de su puerta.

— adelante — se puso recta mirando como Adrien asomaba su cabeza cual gato curioso sacándole una sonrisa que oculto tras una mirada sería — no se supone que debes de estar en clase Adrien —

— sí, pero hubo un akuma que destruyo parte de la estructura y bueno muchos huyeron del lugar — Adrien camino a ella moviendo sus manos explicando lo sucedido — los profesores se refugiaron en sus casa y de ahí a que volvieran al instituto ya se acababan las clases, así que nos dieron día libre — termino de decir sentándose en la cama de Nathalie — solo quería avisarte que ya estoy en casa —

La sonrisa que le dedicó casi la hace llorar, tuvo que desviar un momento la mirada para calmarse, sus ojos se toparon con aquella fotografía que colgaba en su pared como un constante recordatorio para ella misma.

— entiendo, le informaré a tu padre que llegaste — lo volvió a ver notando esa mirada pensativa y triste que siempre tenía cuándo se encontraba constantemente encerrado en la mansión — sucede algo, te noto algo pensativo —

Adrien la miro abriendo y cerrando sus labios dudando en hablar o no. Para Nathalie esa fue señal suficiente de que algo sucedía.

— puedes decirme — el repentino y sutil movimiento de hombros de Adrien la hizo ver su propia mano — solo si quieres, no tienes que contarme nada si no lo deseas amenos que estés listo para eso — se apresuró a decir mientras tomaba asiento junto al chico.

— yo, bueno — hablo con indecisión, pensando en la palabras que diría — no sé cómo explicarlo, me siento algo abrumado — tocó su cuello nervioso deteniéndose a pensar en sus propias palabras  — desde que decidí dejar el modelaje, realmente no sé qué hacer... Me siento bastante inútil la verdad — soltó aquellas palabras que le han estando pesando durante un largo tiempo

— supongo que estar tanto tiempo bajo órdenes te a dejado sin un propósito propio — soltó sus propios pensamientos — los chicos de tu edad suelen tener alguna idea de cómo quieren vivir a futuro — lo miro a los ojos — talvez quieras intentar nuevas cosas ¿Qué dices? Buscar por tu propia cuenta algo que te guste — le sonrío al notar un pequeño brillo en esos ojos verdes

Duele Where stories live. Discover now