mente atormentada

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Apenas entro a su hogar camino lo más rápido que pudo por la mansión en dirección a su habitación, estaba frustrado, enojado, triste y ni los intentos de ánimo de plagg lograron apaciguar eso.

Se encerró en su cuarto, trato de no llamar la atención de nadie, era una suerte que a su padre le gustará más la limpieza de las máquinas que de las personas, esa mansión solo tenía cuatro inquilinos, su padre, Natalie, el guardaespaldas y él, el personal a dudas penas entraban por un par de horas hacer lo que tenían que hacer e irse, siempre le pareció molesto eso, si hubieran más personas él tendría con quién más hablar siempre creyó que su padre no dejaba que más gente viviera ahí solo para que él no tuviera con quién hablar, pero ahora agradecía inmensamente que esa mansión estuviera así de solitaria no sabría qué hacer si alguien más estuviera ahí ¿Qué escusa diría?

Soltó un gruñido lastimero al aire denotando su frustración, plagg salió de su escondite para verlo.

—¿por qué tiene que ser así plagg? — dijo lanzándose a su cama — tienen razón desde el inicio se marcó ese patrón, ella dirige y yo sigo— su voz cada vez sonaba más decaída — solo soy un lacayo, siquiera llegó a héroe—

Plagg se sentó a su lado abrazando sus rubios cabellos, el pequeño kuami no sabía que decir y su silencio solo confirmaba que lo que Adrien decía era verdad lo que al final causó el llanto del chico.

Era obvio, podía recordar infinidad de luchas, siempre era él la carnada, la distracción mientras ella ideaba el plan, si requería su ayuda le decía que debía hacer si no era el caso actuaba por su propia cuenta, rompía el objeto que contenía al akuma lo purifica con su arma yoyó y luego lanza el objetivo magico que su poder le otorgó arreglando cualquier daño causado por el akuma; era obvio que ella sería considerada la heroína no cabía lugar a un plural cuando era ella quien hace prácticamente todo.

— lamento que te sientas así, todo chat noir ha sido el lacayo— el pequeño kuami hablo bajando sus orejas ganándose la atención de Adrien —siempre ha sido así, Ladybug siempre es la líder—

Adrien lo miro esperando que siguiera hablando, ahora era el pequeño kuami quien se veía decaído, al parecer un tema difícil de tratar.

— escucha, no eres solo un lacayo, lo he dicho antes eres el mejor chat noir que he tenido— plagg aseguró mirando a su portador esperando a que sus palabras perforan en su mente — desde un inicio no eras de seguir los planes de Ladybug, recuerdo como en la primera batalla fuiste tú quien tomó iniciativa — hablo empezando a flotar causando que Adrien se sentará en el borde de la cama

— estaba emocionado por salir de estas cuatro paredes— hablo rápidamente volviendo a agachar la mirada, o por lo menos intentarlo su kuami no lo permitió

— no, no me refiero a eso, desde un inició tú siempre tomaste iniciativa oías un plan y lo modificadas a tu gustó, aportabas a la situación — hablo nuevamente está vez mostrando enojo en su mirada — a ti es a quién se le ocurría las ideas antes que Ladybug pensará en algo y cuando lo hacía seguías el plan por instinto cumpliendo a tu manera — plagg empezó a moverse de un lado a otro — ningún chat noir ha hecho eso jamás, no, ellos son solo seguidores que tenían que ver a su Ladybug como rey, ya sabes su palabra es ley — se detuvo en su cara con una sonrisa — eres el único que he visto ser capaz de ser su propio líder—

Adrien se sintió mejor no estaba bien, pero saber que no era un completo inútil lo calmaba además las palabras dichas por el kuami le dejaron un gran rastro de preguntas, aun así decidió no decir nada y solo tomar en brazos a su kuami.

—gracias—

Era genial tener un amigo cómo plagg al menos podía hablar este tema con alguien, siendo un portador no podía decirle a nadie que era chat noir por lo que estaba solo carcomiendo se con toda esta situación, por lo menos la mayor parte del tiempo sabía que a plagg no le gustaba nada que tuviera que ver con los kuamis, no hablaba absolutamente de eso rara vez decía algo para luego callar, sabía que está podía ser una de esas ocasiones.

Duele Where stories live. Discover now