solo un segundo

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Natalie se levantó de su cómoda cama, no lograba dormir por más que lo intentará y aunque la recomendación era explicitamente que debía de descansar, no podía.

¿Como hacerlo? Había durado alrededor de un año ayudando a su jefe, el gran villano de París a tratar de recuperar a su difunta esposa, su peor decisión tomada asta el momento, podría jurar que Emely la observaba desilusionada y como siempre con es chispa de esperanza de que cumpliera con la promesa que le había hecho, busco bajo su almohada sacando un celular y busco en su galería esos videos que en los últimos cuatro días había visto con una necesidad de encontrar respuestas, Emely le pedía cuidar de Adrien y pensó que ayudando a Gabriel a recuperar la seria lo mejor para el chico, ahora pensaba que lo mejor era que padre e hijo convivan pero Gabriel estaba loco, ese deseo por recuperar a su difunta esposa poco a poco lo consumió en una obsesión absurda por derrotar a ladybug, no sabría decir porque pero estaba segura que hacía era.
Lo venia sospechando desde hace tiempo, fue después de que Gabriel perdiera a el miraculous del consejo que simplemente confirmó lo que ya venía viendo, supuso entonces que alejándose de él sería más que suficiente para que Gabriel se enfocará en Adrien, oh sorpresa Gabriel en su afanada obsesión fue a buscar la casa de ladybug recibiendo un cataclismo que obviamente estaba acabando con su vida y el en vez de renunciar a su locura y concentrarse en lo que le queda de familia sigue buscando formas de obtener los miraculous del gato y la mariquita, y, en todo eso, donde queda Adrien.

Suspiro unos minutos para levantarse y caminar un rato, estar todo el día recostada ya empezaba a frustrar, y hoy no pensaba quedarse en cama, se arreglo para tener un día de trabajo normal, se acomodo aquella máquina que le ayudaba a permanecer de pie sin cansarse y fue directamente al comedor de la mansión dispuesta a hacerle compañía a Adrien sinembargo al llegar no lo encontró ahí, se preocupo al pensar que el chico se había quedado dormido pero grande fue su sorpresa al escuchar a Gabriel en la cocina, un lugar que el diseñador no había tocado desde su juventud, se sorprendió más al verlo cocinar para Adrien.

-oh Natalie, deberías de estar descansando-

Su voz se le hizo tan falsa que no pudo evitar reflejar su disgusto en su rostro, sinembargo al ver la sonrisa de Adrien decidió que no diría nada que derrumbara el teatro de Gabriel y en su lugar camino junto al joven sentándose a su lado.

Adrien le sonrió genuinamente feliz. Fue como un puñal para ella, llevaba alrededor de tres, casi cuatro años sin ver una sonrisa tan pura en él, siempre era expresiones tan deprimidas o sonrisas flojas desde que Emely ya no estaba, le regreso la sonrisa recibiendo de mala gana el desayunó que Gabriel le ofrecía. Padre he hijo parecían tener una animada charla para su sorpresa, el diseñador había aceptado ir a la institución del joven modeló, se mordió su mejilla interna para no decir nada, era extremadamente raro. Gabriel Agreste el diseñador de modas que a duras penas pasa tiempo con su hijo cuando su esposa estaba viva, y que al morir a penas si le hablaba, estaba preparando el desayunó y diciendo que iría a una reunión de padres de esas a las que siempre se negó a ir, era tan difícil de creer. El planeaba algo estaba segura.

Espero a que Adrien saliera de la casa para confrontar a Gabriel y preguntarle su extraño actuar, la respuesta le extraño aún más, él ya le había contado sobre el cataclismo que había recibido y la verdad no creía que eso cambiará la actitud del diseñador, es más ya había visto con sus propios ojos como ese hombre aumentaba su obsesión por obtener los prodigios del gato y la mariquita, solo asintió ante la respuesta del que era su jefe y dijo que regresaría a la cama, para su sorpresa Gabriel no regreso a su oficina sino que se fue a la limusina para ir a la junta de padres. No le creía nada, algo debe de querer se repetía, dejo su antiguo camino para ir directamente a la oficina del diseñador, ahí se encontraba la pintura de Emely, sintió esos ojos juzgarla, reclamarle por no haber protegido a su hijo, suspiro dándose fuerza para tocar los botones en clave y empezar a bajar por el estrecho ascensor de vidrio, unos segundos y se encontraba en el invernadero, camino deprisa al mirador ignorando la tumba de ella, esa cápsula, no tardo en llegar a su destino, esa nueva rueda que mantiene en cautiverio a los kuamis le aterraba, ella por medio año fue portadora de duzuu y no querría verlo ahí casi agradece que el astuto de Felix fuera su nuevo portador, lo salvó de ese destinó.

Duele Where stories live. Discover now