Alucinaciones

Capítulo 5

El próximo capitulo es el final, pero... eso también significa que pronto actualizaré 15 minutos de silencio, así que vayan preparándose porque será interesante

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Shinichi

—Eres la novia de Conan Edogawa. —recriminé.

Ah, ¿por eso le temo?

No es mía, es de Conan.

—¿No puedo ser la novia de Shinichi Kudo también? —me preguntó melancólica batiendo sus pestañas lentamente.

Sentí todo mi cuerpo arder ante tal acción, abrí los labios tratando de responder pero solo salían balbuceos. La mirada y sonrisa de burla me detuvo, estaba jugando conmigo.

Fruncí el ceño molesto sin poder quitar una enorme sonrisa de felicidad. —Entonces, ¿serías mi novia?

—Claro que sí, detective. —murmuró con dulzura antes de besarme.

De esa forma nos dejamos llevar, algunas prendas desaparecieron y otras estaban a punto de hacerlo.

Mi chaqueta quedó a un lado, pero mi camisa quedó por completo abierta dejándome a su merced, pues Haibara tendía a acariciarme mucho y aunque me encante es un martirio su suavidad y lentitud.

En su lugar su ropa interior inferior fue lo primero en desaparecer, incluso en situaciones así juega con mi estado mental, su camisa terminó atrapada por sus codos, mientras besaba su cuello me deshacía de su brasier.

Cuando nuestros ojos se encontraron nos acercamos como si fuéramos imanes, volviendo a disfrutar sus labios contra los míos mientras por fin eliminaba toda su parte superior.

Por otro lado ella me acariaba, una de sus manos se hundía en mi cabello y de vez en cuando me jalaba para tomar un respiro y volver a besarme; y la otra...

Un gemido se ahogó en medio de nuestro beso cuando comenzó a frotar mi entrepierna por encima del pantalón. En el instante en que me puse duro me abrió el botón y bajo el cierre.

Todo estaba mejorando a una situación de verdad placentera hasta que escuchamos a alguien gritar.

—¡Oh, por Dios!

Nos separamos de golpe y yo solo pude acercarla contra mi para que no la vieran desnuda, al mirar quien gritó me di la vuelta para encontrarme a...

¿Ran?

—Lo-Lo siento, no sabía que estaban... digo... así. —habló Ran apartando la mirada. —So-Solo venía a despedirme y eso.

Tomé mi chaqueta que era la que estaba más cerca, pero ante esas palabras volteé. —¿Despedirte? —pregunté extrañado cubriendo sus hombros.

—Yo... he decidido aceptar la propuesta de matrimonio que me hizo el doctor Araide desde hace dos años. —me dijo con una suave sonrisa, bastante tranquila. —Por eso mismo, voy a decirle adiós a Shinichi en el lugar de nuestros recuerdos.

Al sentir sus manos apretarse contra mí, mire hacia abajo notando su miedo y preocupación.

Ella... siempre ha estado bajo una sombra que ella misma creó, por eso. —pensé envolviéndola en un abrazo. —¡Me alegra, espero que seas feliz, Ran! —le dije con una gran sonrisa.

¿Cómo podía hacer sufrir a las dos?

Es más, Ran por fin sería feliz y yo me dedicaré a alegrarte la vida a Shiho.