Compañía

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Antes de quedarse dormido, miró a Reese a su lado que soñaba plácidamente desde hacía veinte minutos.
La tranquilidad de su hermano era un misterio para él. Reese había tratado de explicarle su técnica infalible para desconectarse de la realidad, pero creía que sólo le funcionaba a él a la perfección.
En medio de la oscuridad, lo estudiaba.
Se veía más resuelto y más fuerte. No entendía porqué. Tenía un trabajo de mierda en medio del desierto y sin un plan a futuro. Estaba a un despido de quedarse en la calle y volver a casa. Él jamás podría andar por la vida con ese nivel de incertidumbre. Malcolm ni siquiera se sentía a salvo en Harvard y a menudo se reprochaba por no tener un plan b. A los ojos de muchos, él estaba en el mejor lugar que se podría desear. Por eso debía estar orgulloso y sobre todo, evitar arruinarlo.
Reese se dio vuelta y le echó el brazo encima. Malcolm se sintió inmediatamente confortado y en un rato se quedó dormido también.
*
El sol se coló por la división de las cortinas y un delgado rayo se posó en su rostro y lo despertó.
La mañana empezaba bien. Sonrió y estiró el cuerpo.
Luego recordó algo y se incorporó de golpe en la cama, revisó su reloj en la mesa de noche y maldijo por lo bajo. Era una hora tarde y había faltado a su turno de intendente antes de clases. Volteó a su lado y reparó en que Reese no estaba. Palpó el lugar que había ocupado en la cama, sintiéndose triste de que se fue sin despedir.
Iba a levantarse para correr a su primera clase, cuando Reese entró por la puerta con dos cafés en la mano y sujetando una bolsa de papel con la boca.
"¿Te levantaste temprano?" Dijo Malcolm sorprendido. Su cabello estaba despeinado y se cubría de la cintura para abajo con la sábana.
Reese extendió el brazo y le entregó un café, luego se quitó la bolsa de la boca.
"Si. No quise despertarte" dijo besándolo en los labios y metiéndose en la cama de nuevo.
"¿Cuánto llevas despierto?"
"Lo suficiente para cubrir tu turno de trabajo y hacer fila para traerte el desayuno a la cama." Le ofreció la bolsita "Compré estos croissants, escuché que eran de los mejores." Sacó uno y le dio una mordida, con la boca llena añadió: "Si lo son" dijo asintiendo y luego apuntó a la bolsa "Come"
"Reese, no debiste."
"Claro que si."
"Hacer mi trabajo y comprarme comida... te tomaste muchas molestias"
"Nah. Es lo menos que puedo hacer después de haberte dejado agotado con el mejor sexo de tu vida."
"Qué buen samaritano"
"¿Quién es ese? Como sea, revisé tu calendario de pared, vi tu turno y dije ¿por qué no? Además, tenía curiosidad por probar los croissants. He oído mucho hablar de ellos."
"No viniste hasta acá sólo por el pan, ¿verdad?"
"Sólo un poco."
"Vaya, ¿así que eres uno de esos groupies que va por diferentes ciudades probando comida local?"
"No" replicó ofendido "Quise traer "pan"..." dijo entrecomillando enfáticamente desaprobando la palabra "...para alimentarte. Se ve que no estás comiendo bien" le agarró un brazo, lo sacudió y lo soltó. "Tienes brazos de espagueti"
"La escuela tiene un comedor enorme, la comida no es problema" dijo apartando el brazo con brusquedad.
"No sirve de nada si no vas a comer" lo regañó. "También quería recompensarte, estuviste estupendo anoche"  dijo ocupado quitando la tapa de su café y soplando para enfríarlo.
"¿Si?"preguntó genuinamente sorprendido.
"Si. Bueno, quería intentarlo más fuerte aunque sólo fuera un poco. Es genial que lo hayas tomado tan bien. Estaba implorando porque no quisieras parar"
Malcolm dio un largo sorbo a su café, quemándose los labios y la lengua. Decidió seguirle la corriente a Reese. No ganaba nada con hablarle de su conflicto interno, y al final se la había pasado bien.
"Hubiera sido una tontería decirte que pararas." Dijo pasándose la lengua por el labio para mitigar el ardor.
"Ya te imaginas lo feliz que estoy de que no fuera así."
Tragó el café con dificultad. Creyó por unos segundos que Reese lo había notado.
"Anoche fue diferente." Dijo mirando con detenimiento el contenido de su café y los reflejos de sol que bailaban en la superficie "Pero se sintió bien"
En eso estaba siendo honesto. Había tenido un orgasmo con todo y lo preocupado que estaba. El maldito de Reese tenía un don.
"No puedo esperar para la próxima vez y probar algo nuevo." Dijo masticando un enorme bocado.
Malcolm contuvo el aliento. Estaba tan emocionado como mortificado.
"Y, exáctamente ¿qué quieres probar? Nada muy exótico espero,recuerda que tengo un compañero de cuarto" dijo arrancando un pedacito al pan.
"Oh, no desesperes. Lo sabrás.Todo a su tiempo."
"Te estás haciendo el misterioso a propósito"
"Para nada, pero no me voy a poner a hacer una lista ahora. Y de aquí hasta que pueda volver a verte puedo querer hacer algo diferente ¿Sabes lo que es estar en ese rancho con calentura de media noche y no tener con quién calmarla? Viejo, es el infierno."
"O podrías mudarte conmigo y solucionar ese problema" sugirió "Podrías preparar panes y ser la competencia de estos" dijo levantando el croissant.
Reese frunció el ceño.
"O tú podrías botar Harvard y venir conmigo"
"Reese, no es lo mismo."
"Claro que no." Respondió con un tono que no le gustó.
No dijeron nada por varios segundos. Reese comió varios bocados evitando mirarlo.
"Lo siento" dijo Malcolm de repente, cabizbajo. "No quise decir eso"
"Ya sé"
"Es una cuestión de dinero" prosiguió "Ya hemos gastado bastante en la colegiatura. Es lo que quise decir"
Reese asentía distraídamente hasta que por fin entornó los ojos y soltó una larga expresión de fastidio.
"Deja de explicarte. Olvídalo ya. Voy a rellenarme los oídos con migajas si no te callas"
"Parece que te desacostumbraste a mi voz, y a mi" dijo dejando su café en la mesita y aventándose encima de él.
"¡Cuidado estúpido!" Dijo Reese cuando su vaso de café salió volando por su cabeza salpicando la cama, a ellos y aterrizando en la alfombra.
Malcolm se sentó sobre su estómago y le aprisionó las manos. Gotas tibias de café quedaron atrapadas en su cabello.
"Tengo que dar explicaciones por todo, es lo mío" dijo riendo en su cara mientras los dos forcejeaban.
"Ah, si. Eso no lo echo de menos" dijo logrando soltar una de sus manos y agarrándole la nariz "Y todavía te puedo ganar, aunque me agarres desprevenido"
"¡Ouch!" Gritó Malcolm sujetándole la muñeca con ambas manos para que lo soltara "¿Así tratas a tu novio? Deberías dejarme ganar" reclamó con voz nasal.
Reese suavizó su apretón, sin soltarlo.
"¿Por fin te consideras mi novio? ¿En serio?" dijo casi en un susurro y mirándolo a los ojos. Era como si no se lo creyera.
"Si pudiera se lo diría a todo el mundo" respondió, tomando su mano y besando sus nudillos "Se lo diría a mamá" besó su frente "a papá" luego su mejilla mientras la respiración de Reese se volvía pausada"a la abuela para que me odie más y a nuestros ex compañeros de la preparatoria" remató besando sus labios.
Reese recibió el beso, resopló por la nariz el aliento que había contenido  y lo rodeó con los brazos acercándolo más.
La habitación olía a café y hasta lo saborearon en sus bocas.
Se besaron despacio pero sus manos recorrían sus brazos y espalda con fuerza, casi enterrando sus uñas en el otro. Evitaban hacerse daño aunque la desesperación de aferrarse a su presencia era palpable.
Trataban de ignorar los ruidos de la calle que subían por la ventana. Las voces a lo lejos, las aves cantando frenéticas, era un murmullo que les recordaba que el reloj seguía corriendo en el exterior.
Separaron sus labios y unieron sus frentes, todavía respirando el mismo aire. Reese le apartó el cabello de los ojos.
"¿Te gusta ser mi novio?" Le preguntó.
"Mucho. Porque te amo" dijo naturalmente sin darse cuenta.
Reese lo notó y no quiso señalarlo. Estaba muy feliz pero prefería no hacer mucho alboroto para no asustarlo.
"Me gusta ser tu novio también" respondió "Aunque necesitas un baño"  dijo acariciando su cabello pegajoso por el café.
Malcolm lo abrazó.
"No quiero. Me quiero quedar en la cama contigo todo el día"
"Por favor, no lo soportarías"
"Me refería a dormir, pervertido"
"Al final me lo agradecerías.No puedo creer que me quieras más que a tus estudios. Jamás creí que llegaría a ver el día que querrías faltar a clases."
"Ey, soy más que un nerd" dijo apoyando la barbilla en su pecho, sintiendo los latidos de su corazón golpetear.
"No es cierto y lo sabes"
Tuvieron que usar toda la fuerza de voluntad para separarse.Reese tenía que correr a tomar un autobús y después buscar un aventón para volver al rancho. Malcolm ya había perdido más de una hora de clase y ni siquiera había terminado su ensayo.
Reese le dio un último beso de despedida antes de decirle:
"Demuéstrales de lo que eres capaz, ¿de acuerdo?
Malcolm dio un vago cabeceo como respuesta, sin idea de cuándo volvería a verlo
*
Durante la semana tuvo que correr del trabajo a sus clases, algo que ya era parte de su rutina. Debía beber varios cafés al día para mantenerse funcionando y no colapsar. Si había de dar algo de crédito a Reese, era que su sexo semi rudo lo ayudó a liberar la tensión. No estaba del todo cómodo con la ejecución pero el sentimiento era lo importante. El placer había sido un refugio a sus preocupaciones y si podía mantenerse así, quizá el ritmo frenético de Harvard sería tolerable. Claro que tampoco debía depender de las visitas de su hermano.
Por lo pronto, la distracción le ayudó y de algún modo consiguió una extensión para entregar su ensayo. Le apenaba pedir prórrogas, sabiendo lo que otros alumnos decían de él, sobre todo algunos chicos ricos. Personas como él no eran tan bienvenidas por ciertos círculos que consideraban a los alumnos becados como intrusos acomodados por caridad. Aún así terminó el ensayo y lo entregó personalmente a su profesor.  Estaba seguro de que había hecho un ensayo excepcional y contaba con sacar una buena calificación.
Mientras tanto, su trabajo en la librería era su favorito. Tenía mucho más tiempo para leer y hacer tareas entre horas. Estaba en uno de sus turnos leyendo cuando un par de personas de rostros familiares que no creyó que volvería a ver se acercaron al mostrador.
"Tu eres Malcolm. El genio de North High" dijo una chica asiática que reconoció al instante.
"Y tu eres Jenny, cuadro de honor. North High" le respondió fingiendo la misma solemnidad.
Jenny era una de las estudiantes más competitivas de la preparatoria. Entraba a todos los concursos académicos posibles y era feroz. Sabía que lo detestaba por la facilidad con la que él ganaba en las pocas ocasiones que Lois lo obligaba a participar. Y lo hubiera detestado todavía más si supiera que Reese había rechazado ser su pareja del baile de graduación por irse con él a hacer el amor en su auto.
El otro muchacho era Joey. Fue extraño verlo ahí. No creía que volvería a verlo después del fiasco del Octatlón Académico.
"Oye, sé que no fuí honesto, pero no me enorgullece lo que hice y..."
Malcolm hizo un ademán.
"Eso pasó hace mucho, ya no importa" dijo cerrando el libro.
Y lo decía en serio. Ya no estaban en una competencia y a Malcolm no podían importarle menos los premios. Además, extrañaba algo de compañía. Aunque no fuera la persona más sociable y tolerante, era muy duro estar solo todo el tiempo. Stevie estaba indispuesto casi a diario, por no decir que estaba expandiendo su círculo social y sus compañeros de clases no tenían que andar corriendo como él todo el tiempo, así que rara vez coincidían.
"Ok, gracias. De veras" respondió Joey. Aún parecía bajo su disfraz de chico común y corriente que lo había engañado una vez. Desde luego, no lo era. Quizá por eso, Malcolm confió en él, no muchos esconderían su estatus social sólo porque sí. Aunque no faltaban los compañeros extremadamente ricos desesperados por sentirse normales, algunos hartos del peso de los nombres de sus familias y otros que veían su anonimato intencional como una aventura, hasta como un acto de nobleza. Joey no le daba la impresión de tener malas intenciones
"Si, si. Los dos lo sienten" dijo Jenny "No vinimos aquí a hacer un circo de disculpas"
Joey se aclaró la garganta y Malcolm trató de no reírse. Le agradaba esa actitud.
"Queremos invitarte a nuestro grupo de estudio" explicó Joey "En cuanto supimos que estabas aquí, decidimos que debíamos buscarte"
"¿A mí?" Respondió Malcolm demasiado sorprendido. Pensaba que después de los Krelboynes ya nadie querría ser su amigo.
"Si claro."dijo ella "Somos las mentes más brillantes por aquí. Sería tonto no estudiar juntos"
"Ya que nos conocemos podría ser bueno que estudiemos juntos"
Era una buena oferta y hasta cierto punto se sentía afortunado de que lo hubieran ido a buscar.
"Si tengo algo de tiempo, cuenten conmigo" respondió tratando de moderar su entusiasmo.
Jamás creyó que estaría tan necesitado de amigos como ahora y sería diferente convivir con chicos que no lo avergonzaran por una vez en la vida con alergias al polen y sangrados de nariz. O que debajo de su admiración escondieran un resentimiento hacia él por ser un superdotado y sacar las mejores calificaciones sin tener que ir a costosas clases extras.
No sabía si ser parte del grupo sería una experiencia agradable, pero al menos iba a ser un cambio y eso ya era suficiente.
*
"¡Tienes qué estar bromeando!" gritó Malcolm al teléfono y escuchó a Reese maldecir al otro lado, casi le había reventado el tímpano.
Cuando Reese se acercó el auricular de nuevo le dijo:
"Tu compras los chocolates y yo los puros. Veremos si es niño o niña"
Durante su turno nocturno de intendencia Reese le informó que su madre estaba embarazada otra vez.
"No sé cuando pensaba decirnos. Esa mujer no sabe cómo guardar secretos, imagínate, Dewey encontró a Jamie jugando con la prueba de embarazo y tuvo que lavarle las manos, ew"
"Eeew" repitió Malcolm "Tampoco sabe cómo guardar abstinencia. Demonios. Otro hijo..." susurró imaginando la catástrofe familiar y financiera que se venía.
Se recargó en la pared, sopesando la situación.
"Supongo que no quiere preocuparte, con eso de lo hipoteca"
"¡¿Qué pasa con la hipoteca?!"
"Ups, se supone que no debía decírtelo. Yo tampoco sé como guardar secretos, je je"
Era obvio que Lois sabía lo que Malcolm iba a pensar. Que Harvard era demasiado caro y ellos demasiado pobres para costearlo.
"No sé cómo pensó que no nos enteraríamos"
"Lo importante es que no sabe que sabemos. Dios, Dewey debe estar pasándola de lo lindo. Le gusta poner a mamá nerviosa hablando de bebés todo el tiempo y cómo sería mejor que él tuviera su propia habitación"
"Tenía qué ser."
"Si. Supongo que pensaba decirnos después de Día de Gracias o Año nuevo"
"¿Qué debemos hacer? Podría enviarles algo de dinero si tomo algún turno extra. Aunque si recorto más mis gastos terminaré viviendo en la calle"
"Jamás pasará. Y si pasa, te dejaré dormir en mi sofá"
"Tu no tienes sofá, duermes en una habitación pequeña del hotel"
"Corrección MI habitación de hotel, yo no la tengo que compartir como tú y mi cama es más grande"
"Si, si. Olvídalo.Hay cosas más graves qué discutir. Rayos, mamá no pudo embarazarse en peor momento"
"Y todavía dice que no quiere que tomemos malas decisiones, vaya mujer"
Malcolm suspiró y se pasó la mano por la cara.
"Tendré que pensar en algo. Estaba ahorrando un poco para darte un regalo de cumpleaños, no te emociones, iba a ser algo pequeño. Quizá deba guardar ese dinero para dárselo a mamá"
"Bah, lo que quiero que me regales no cuesta dinero" dijo alegremente." Y no te preocupes por eso, algo surgirá"
Malcolm afirmó que estaría bien, pero sólo quería azotarse la cabeza contra el muro, ¿acaso su familia nunca dejaría de darle problemas?
"Oh, y la próxima vez que hables con mamá o papá, no supiste lo del bebé por mí"
*
Al final de las clases, Malcolm recogía sus libros con una sonrisa de satisfacción. Había seguido el consejo de Reese de demostrarle a los demás de lo que era capaz. Todavía no sentía que recuperaba todo su potencial pero si el necesario para que quedara claro que había una buena razón por la cuál era considerado un genio.
Había levantado la mano muchas veces en clase y había obligado a su cerebro a enfocarse. Este era un nuevo mundo con reglas tan diferentes que era difícil mantener el paso. No había lugar aquí para sus comentarios sarcásticos ni sus respuestas ácidas, todos eran demasiado serios y formales. Estaba en una guerra desprovisto de su principal arma. Como fuera, lucharía.
"Deberías considerar seguir el camino de leyes" dijo Joey caminando junto a él en los transitados pasillos " Eres bueno"
Malcolm recordó las aspiraciones de su madre y se mordió el labio. Su meta seguía siendo mantener bajo perfil el mayor tiempo posible. La política tenía muchos cargos posibles y mientras todos asumieran que se interesaba en algo menos ambicioso mejor.
Se acomodó la mochila en el hombro y esperó que no se le notara el rojo de las orejas. El sueño de su madre y de su familia se sentía como algo malo, un secreto vergonzoso que ocultar.
"Gracias. No he pensado mucho en eso"
"¿No?"
"¿Por qué, qué hay de malo?"
Joey se encogió de hombros.
"Bien..., nada. Pero la política... en este clima global. No lo sé."
"Lo dices como si alguna vez el mundo hubiera estado bien"
Bajaron las escalinatas de piedra del edificio y cortaron camino por el amplio campo verde donde otros estudiantes repasaban sus apuntes bajo los árboles o tomaban siestas entre horas.
"Vaya pesimista"
Malcolm rodó los ojos, conteniendo un comentario mordaz. Este tramposo reformado tenía el atrevimiento de juzgarlo.
"Demuestra lo contrario, demuestra que el mundo ha estado mejor"
"No puedo discutir eso" dijo el chico.
"¿En serio?No deberías estudiar leyes si no estás dispuesto a discutir"
Joey se quedó parpadeando y boquiabierto.
Ups, Malcolm y su gran boca.
"Mira, no lo dije para hacerte sentir mal, pero es cierto"
"Punto para tí." Dijo Joey encogiéndose de hombros "Y con esto se demuestra que tengo razón, deberías considerar leyes"
Se detuvieron delante de otro edificio.
"Ok tu ganas esta vez. Y no te emociones, discuto por instinto"
"Sólo digo, que si siguieras ese instinto de pelea..."
"¿Si prometo pensarlo me vas a dejar en paz?" Dijo frunciendo el ceño.
"Es tu vida, si esta carrera es lo que quieres yo no tengo más qué opinar. Aunque, desde que te conocí me dio la impresión de que eras más alguien de ciencias, no de política"
Realmente era un tema que prefería evadir. Se había hecho un lugar en Harvard peleando con uñas y dientes, ahorrando hasta el último centavo, no estaba para crisis vocacionales. Ya tenía bastante con su crisis existencial.
"Las apariencias engañan y los intereses cambian" respondió fingiendo indiferencia.
Estaban ante la puerta de un salón de conferencias. La siguiente hora sería escuchar en silencio y tomar notas y en el caso de Malcolm, darle vueltas a lo que acababa de oír y pretender que no le importaba.
Era demasiado tarde para arrepentirse. Había un nuevo bebé en camino, una hipoteca, dos hermanos todavía pequeños y mucho dinero ya invertido. Joey jamás lo entendería.
Desde su asiento, pensaba en las desventajas de tener compañeros. A cambio de acabar un poco con su soledad, debía confrontarse con ideas que cuestionaban sus decisiones.
Si evadía a Joey y a Jenny por un tiempo tal vez se olvidarían de buscarlo. Deseaba una opinión informada de alguien como Stevie que estaba al tanto de su vida familiar. Lo malo es que su amigo estaba muy ocupado disfrutando del ambiente universitario como para que le importara.
En la noche, hablaba con Reese sentado en el piso reluciente que acababa de limpiar. Las piernas ya no lo sostenían y se arrullaba con la voz de su hermano al otro lado de línea.
"Gracias a mi, ahora tendrán dos extinguidores en la cocina" dijo Reese muy orgulloso, llamando desde la recepción del Grotto "Les demostré que tengo las llamaradas bajo control. Se aprende mucho cuando uno provoca sus propios incendios"
Malcolm estiraba el cordel del teléfono y lo soltaba de nuevo para que se enroscara. Se reía de las peripecias de Reese aunque le preocupaban sus aparatosos percances en la cocina, en especial con fuego de por medio. Era una tontería porque su hermano tenía años de experiencia.
Luego de escucharlo, Malcolm contó muy poco sobre su semana. Sus anécdotas palidecían en comparación a las de Reese, siempre llenas de sorpresas y caos. En sus historias no había cosas que se rompían o explotaban. Ya nada era como antes. Sólo mencionó de pasada a su grupo de estudio, que tristemente, era la única novedad.
"No me digas, son nerds"
"Ese es el punto de un grupo de estudio, tarado"
"¿Y? Pero lo más importante, ¿Hay algún encimoso o encimosa de quien deba preocuparme?"
Malcolm se ahogó con su risa.
"¡No! A uno lo conocí en un concurso académico y la otra la conoces, Jenny. La del baile de graduación"
"¡Ah si! La cerebrito de alto mantenimiento. ¿Está en Harvard también? ¡Qué suerte que esquivé esa bala! Aunque no te esquivé tí . Debo tener una especie de imán, ja ja"
"¿Conque también soy de alto mantenimiento, eh? Espero que también te guste esquivar el sexo"
"¡No se vale! ¡No lo decía en serio!"
Resultó un deleite escuchar a Reese tan mortificado. Si bien, Malcolm todavía no estaba del todo cómodo con el sexo, era una sensacion poderosa saber que alguien lo deseaba tanto, aunque fuera su hermano.
Se molestaron mutuamente por un rato, hasta que Malcolm comprobó la hora. Tenía que volver al dormitorio. Había pensado en despedirse, pero en lugar de eso le hizo una pregunta que sabía que era inoportuna. Su charla con Joey había removido ciertas preocupaciones que llevaba consigo desde que partió de casa.
"Reese, ¿eres feliz, verdad?" Dijo con un tono muy serio
"¿Qué?" Respondió su hermano anonadado por la inesperada pregunta.
"Que si eres feliz" repitió.
"Pues no porque no estoy contigo"
Malcolm movió la cabeza y tardó un segundo en responder, olvidando que su hermano no podía verlo.
"No es una pregunta de trampa para que me digas que me extrañas o algo así"
"Pero es la verdad. Te extraño" dijo con simpleza y absoluta honestidad.
"Lo sé" susurró "Yo también... ¡pero no es eso lo que te pregunté!"
"Oye, estoy en la mitad del desierto y más inactivo que una monja, ¿te suena a felicidad?"
Malcolm titubeó.
"No tiene nada que ver. Tú...tú pareces feliz, sin importar lo que pase con nosotros."
Reese se quedó callado un momento respirando en el teléfono.
"¿Acaso hice algo malo?" Respondió luego de un rato.
Era normal que Reese no entendiera a dónde quería llegar. Había sido tonto preguntarle de ese modo. Le intrigaba saber cómo Reese podía ser feliz con tan poco y aunque no quería admitirlo, estaba celoso. Celoso de esa virtud de su hermano, celoso de que hubiera otras cosas que lo hacían feliz incluso sin él.
"Claro que no. Estoy divagando. Olvida lo que dije"
El pasillo estaba completamente vacío y mientras yacía en el piso, se esforzó por no sentirse tan lejos de Reese y de casa.
"Estoy algo cansado por tanto estudiar. Ya no sé ni lo que digo" respondió cerrando los ojos.
"Tienes qué descansar más" hizo una pausa y luego, también serio dijo: "No soy tan feliz como crees Malcolm. Sólo hago lo que tengo qué hacer. Como tú"
Lo dudaba. Reese hacía su esfuerzo, era innegable pero a diferencia suya, él amaba lo que hacía. Tanto, que había renunciado a una vida juntos para perseguir un sueño imposible. Malcolm temía que no era competencia para el amor de su hermano hacia la cocina y que si se diera una nueva oportunidad de elegir, Reese no lo escogería a él.
Era tarde, y decir sus verdaderos sentimientos le daba demasiada vergüenza. Y Reese jamás lo admitiría. Se burlaría de él y lo llamaría celoso. Aunque tuviera la razón, no cambiaba lo que sentía y lo que las decisiones de Reese demostraban.
Comprendía que tampoco tenía derecho a enojarse, Reese no estaba en el paraíso precisamente. Sería un reverendo cretino si le reprochaba su decisión desde su prestigiosa universidad, aunque fuera el que encerara los pisos.
"Si eres feliz está bien" dijo finalmente "Me refiero a que no está mal que lo seas. Yo quiero que seas feliz"
Se detuvo antes de decir: "Aunque sea sin mi"
"Ok... Duerme un poco... o algo" respondió Reese con cautela, sin entender a qué venía todo eso "Suenas un poco demente"
Esa era la señal de que debía dejar esa conversación.
"Intentaré dormir" respondió, tratando de no hablar de más.
"Bien. ¡Oye! Lo que si me haría muy feliz sería ver la cara que pondrá mamá cuando sepa que sabemos que está embarazada"
"Yo no sé si quiero estar presente"  dijo Malcolm, Lois todavía tenía poder para castigarlos y no quería provocarla, Reese estaba al parecer, ansioso por volver a las viejas costumbres.
Él por su parte, a veces anhelaba ser ese adolescente cuya mayor preocupación era ocultar todas sus fechorías a su madre. Esos días estaban cada vez más lejos y sólo en cuestión de semanas sus responsabilidades se habían multiplicado y temía que aumentarían todavía más. Con un nuevo bebé en camino ya no había lugar a dudas sobre su carrera, era un lujo que no podía darse.
Confiaba en su inteligencia y su voluntad para ir contra todo obstáculo para sacar buenas calificaciones y graduarse, pero ¿para qué? Malcolm agitó la cabeza. La recompensa era obvia y él estaba siendo necio al cuestionarla. Estaba complicando lo que se suponía era un sueño hecho realidad. Debía terminar con esas dudas de una vez por todas y aceptar la realidad.
"No tienes escapatoria, Malcolm" dijo Reese "Vas a tener que estar presente lo quieras o no"
Malcolm suspiró. Tenía razón. No había escapatoria posible

*continuará*

Hola, estoy tratando de ponerme al corriente y actualizar más seguido, no sé si vaya a poder con el ritmo pero lo intentaré. Tal vez tenga qué hacer capítulos más cortos pero haré lo necesario para compensarlos y que la historia avance.
Sé que ya les había comentado pero aun quiero hacer otras historias wilkercest aunque sean cortitas y probablemente ya no tarde mucho para que eso pase. También pienso dibujar mas fanart cuando el tiempo me lo permita (¿ya vieron el fanart sexy que hice del capítulo anterior?, pues viene mas de eso tmb).
¡No me había fijado pero ayer que actualicé Más espesa que el agua se celebró el segundo año exacto que la publiqué! Wow, dos años. Qué nostalgia. Quisiera celebrar con algo aunque sea un festejo atrasado, ya les contaré.
Recuerden que para fanart, cosas de la ship y noticias estos en Facebook e instagram (mándenme mensaje para saber su usuario por si me quieren seguir). Igual subiré cosas de otras ships, aunque igual algunas son medio funables, aunque supongo que hay cosas peores, jaja.
Bueno, gracias por leer y su paciencia. Y recuerden que también estoy en Ao3 (pagina de fanfics) por cualquier cosa tmb encuentran mis fics allá.
Cuídense mucho y hasta la próxima.

Wilkercest 3 (Malcolm x Reese)Onde histórias criam vida. Descubra agora