Campus

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Al final de mes había revuelo en la biblioteca y el laboratorio de computación. La fecha de entregar trabajos se aproximaba y la tareas eran ya muy numerosas y con más grado de dificultad. Incluso los dormitorios se habían convertido en un verdadero manicomio con estudiantes que entraban en pánico cada dos por tres.
Los horarios eran una verdadera locura así que Malcolm tenía un ritmo de trabajo más intenso. Cada hora contaba, así que durante sus turnos de trabajo nocturno sólo podía marcar a Reese y desearle buenas noches.
"Te llamaré temprano mañana, en la primera hora libre que tenga" le prometió.
Llevaba prometiendo lo mismo desde hacía días sin cumplirlo. Reese no se había quejado todavía y Malcolm no decidía si agradecerle o tomarlo como una mala señal. Reese no era de los que guardaban rencor por mucho tiempo sin expresarlo, pero este podía ser uno de los cambios de su hermano.
Lo único que pedía era un hora, sólo una para tomar el teléfono y pedirle una larga disculpa a Reese. Lamentáblemente cuando llegó esa ansiada hora al mediodía la nueva recepcionista del Grotto le informó que su hermano seguía en la cocina y no saldría de ahí pronto. Era temporada de avistamiento de ovnis y el hotel estaba lleno. Imaginó a su hermano corriendo de un lado para otro, con ollas y sartenes en llamas.
El cumpleaños de Reese estaba cerca, así que contemplaba la esperanza de tener a su hermano de visita otra vez. Podrían recorrer la ciudad y tal vez darle un paseo por el campus y mostrarle los sitios que ahora componían su día... si es que llegaban a salir de la habitación.
No le quedó más remedio que alcanzar a sus compañeros de estudio en una de las áreas verdes de la escuela.
"Necesitas enfatizar más tu último punto" dijo Jenny  más tarde sentada junto a Joey a metro y medio de Malcolm que estaba de pie y concluyendo su presentación de práctica para una clase.
Las hojas de los árboles se mecían suavemente y hacía un clima agradable. La brisa empezaba a sentirse más fresca y unas cuantas hojas empezaban a cambiar a un tono anaranjado.
"Deberías intentar tarjetas, al menos para memorizar" sugirió
Malcolm se jactó.
"Tengo memoria fotográfica. No lo necesito"
"Ella sólo decía" opinó Joey en un tono también jactancioso.
"¿De verdad tienes memoria fotográfica?" Preguntó Jenny.
"Claro, ¿por qué mentiría?" Respondió Malcolm sentándose de nuevo sobre el pasto con actitud brusca.
"No dije mintieras. Pero estás muy distraído. Esperaría algo más espectacular de alguién con una memoria como la que dices tener. O de un genio"
"Oye, puedo patearte el trasero en cualquier área de conocimiento. Fija la fecha"
Joey suspiró.
"Oigan, no empiecen con eso. Somos un grupo de estudio, no competencia"
"La sana competitividad es buena para el intelecto, Joey. No deberíamos conformarnos con lo que sabemos."
"Miren, yo ya tuve un grupo de amigos cerebritos antes ¿si? No necesito estar con ustedes si van a estar evaluándome todo el tiempo. Además, él es testigo"dijo señalando a Joey "Él sabe cuál es el alcance de mi inteligencia"
"Por favor, Joey te tiene en un pedestal desde participaron en ese torneo académico de secundaria. Ha pasado mucho tiempo desde entonces."
"Ey, eso no es cierto" se defendió Joey y luego los tres se pusieron a discutir al mismo tiempo.
En medio de esa discusión no vieron a varios chicos repartiendo volantes y acercándose a los demás alumnos que pasaban el tiempo bajo los árboles, hasta que uno se aproximó.
"Uf, parece que interrumpo. Lo que ustedes necesitan es ir a una verdadera fiesta"
Malcolm sabía lo que esto significaba en el mundo de la vida social, al menos para él. Ser invitado a una fiesta de fraternidad era lo que había soñado desde que todos en la escuela lo trataban como un fenómeno, que era siempre.  Él y Reese eran excluídos de todas las fiestas y las pocas que veces que iban era porque conseguían colarse. Con terribles consecuencias como el semestre pasado pudo Malcolm comprobar. Una fiesta universitaria estaba a otro nivel.
Y ahora, este obvio deportista, tal vez alguno de los chicos ricos de la universidad, venía de la nada a ofrecerles la oportunidad de oro. Hasta se le había olvidado la ofensa de Jenny a su intelecto.
Malcolm tomó el volante donde se anunciaba la fiesta. Nada lo hacía tan feliz en ese momento que ese papel fluorescente con letras casi ilegibles por el pésimo fotocopiado y notas al pie con marcador negro.
"¿En serio?" Preguntó Malcolm sin poder evitarlo. En el fondo todavía se sentía como el fenómeno de la clase contra el que todos conspiraban para jugarle una broma cruel.
"Cien por ciento. Ya pasaron las fiestas rompe hielos, y sabemos que es temporada de trabajos parciales, pero con mayor razón la necesitamos, sobre todo ustedes los novatos"
Malcolm notó que el muchacho se refería con mucha seguridad el plural a él y sus compañeros de fraternidad, quiso tener ese tipo de camaradería con Joey y Jenny pero a veces se lo ponían difícil.
*
"Si alguien tiene alguna pregunta." Dijo Malcolm al frente de la clase.
Nadie respondió. Se quedó parado esperando y sin saber qué hacer con las manos así que las metió en los bolsillos mientras el silencio se prolongaba.
"Bien. Con eso concluímos la presentación y la clase de hoy" dijo el profesor.
Malcolm regresó a su lugar a guardar sus útiles al igual que los otros alumnos. Algunos ya se dirigían a la puerta. Mientras que él rumiaba el poco impacto que su presentación había tenido. Cuando pasó junto a su profesor este le hizo una breve seña y Malcolm se detuvo.
"Yo si tengo una pregunta, ¿es esto lo mejor que puedes dar?"
Se quedó en blanco.
"Tal vez te esforzaste o pienses que lo hiciste. Pero no es el resultado que espero de mis alumnos, o de ti. Considerando que en tu aplicación hay mucho énfasis en tu coeficiente"
"Yo..., no sabía que estaba haciendo algo mal. Si pudiera decirme en qué puedo mejorar..." dijo Malcolm, sin poder digerir ese revés.
Estaba en estado de shock y bastante molesto, tal vez Jenny tenía razón en dudar de su intelecto. Aún así,mantuvo la calma y recordó lo que le había dicho su madre sobre agachar la cabeza ante sus superiores. Había tenido que hacerlo en su trabajo en el Lucky Aide y tendría que hacerlo de nuevo.
"Si tengo qué decirte qué tienes qué hacer entonces tal vez esta no es tu clase"
Malcolm abandonó el salón todavía con asombro. Había practicado su presentación mil veces y puso mucha pasión en sus palabras. Tenía el don de expresarse con vehemencia, era aplaudido por esa habilidad en su antigua clase Krelboyne. ¿Estaba acaso perdiendo su toque?
Joey y Jenny habían salido de sus respectivas clases, y al ver la cara de pocos amigos de Malcolm se intercambiaron una mirada.
Se dirigieron al edificio de enfrente cruzando por la vereda flanqueada por árboles que conducía allá, escuchando a Malcolm renegar sin especificar el motivo.
"Debo suponer que la presentación no fue como esperabas" dijo Joey.
"Puedes estar feliz" dijo Malcolm dirigiéndose a Jenny "Al parecer el profesor también cree que soy un farsante o un idiota"
"Ey, yo no dije eso, ¿y por qué me haría feliz? Aunque yo tuviera razón en que tu presentación no era perfecta..."
"Admítelo, estás feliz"
"No, pero si me hubieras escuchado en lugar de ponerte a la defensiva..."
"¡Te escuché perfectamente, sólo que decidí no estar de acuerdo!"
"¡Y mira cómo te resultó!"
"¡Jamás he necesitado tarjetas para memorizar y no las necesito ahora!"
Joey se puso en medio de ambos y les pasó el brazo por los hombros mientras seguían su camino.
"Muchachos, muchachos, lo que necesitan es calmarse. Estan demasiado estresados y yo tengo la solución."
"¿De qué rayos estás hablando?" Dijo Malcolm.
"Nos vemos en tu dormitorio después de clases y lo sabrás"
Jenny le quitó el brazo de encima.
"Oh no. Ni creas que voy a ser parte de tu fantasía fetichista sólo porque soy asiática. Yo no vine a la universidad a experimentar"
"¿Qué? ¡No! Por favor Jenny, yo no estaba hablando de hacer un trío"
"No no" rió Malcolm "Ustedes dos son atractivos pero te aseguro que no tengo un interés en eso"
"Tampoco yo. Después de clase, no lo olviden" dijo desviándose hacia su salón.
Las clases que siguieron fueron casi como un mal sueño para Malcolm. Estaba muy ocupado pensando en su fracaso de presentación y si su mente estaba presentando un declive de intelecto. No creía haber escuchado nada parecido. Por una vez quería que su mente fuera su amiga en lugar de su saboteadora.
Sobrevivió a las clases siguientes hasta que llegó la hora de volver a su dormitorio. Estaba muerto de hambre y hubiera preferido correr al comedor, pero quizá tendría oportunidad de hacerlo más tarde con sus compañeros.
"Llegaste temprano" dijo Malcolm al encontrarse con Jenny en su puerta, sonó como que se lamentaba. Buscó las llaves de su habitación en el bolsillo, abrió y dejó que Jenny entrara primero
"Mi clase terminó antes. También yo espero que esto sea rápido, necesito comer" respondió tomando asiento en la silla del escritorio.
"Más vale que Joey no se tarde"
"Si" dijo ella mirando distraídamente alrededor.
Malcolm se sentó en su cama y jugaba con la portada de uno de sus libros, Jenny daba vueltas a un lápiz entre sus dedos. Daba la impresión de que en cualquier momento alguno de ellos empezaría una conversación pero no era así.
"¿Qué crees que tenga en mente?" Preguntó Malcolm algo aburrido y por hacer plática.
"No lo sé. Tal vez traiga alcohol de contrabando"
"¿Joey?"
Jenny se encogió de hombros.
Se quedaron otro buen rato callados, si ella no cooperaba ese momento a solas se haría eterno y doloroso.
"Si lo que dije te ofendió..." empezó Jenny de repente "no debería, porque no te estaba llamando idiota."
"¡Ah! ¿Es esa una disculpa? Porque no suena como una"
"¿Disculparme? ¿Por qué?" Exclamó Jenny levantándose de la silla "Sólo dije que deberías considerar usar tarjetas para memorizar"
"Dijiste mucho más que eso" respondió Malcolm poniéndose también de pie
"Estás exagerando"
Malcolm y Jenny estaban a punto de estallar, mirándose cara a cara.
Pero antes de que la situación pudiera escalar el compañero de habitación de Malcolm se detuvo en la puerta y dudó un momento hasta finalmente decidirse a entrar.
"Perdón por interrumpir" dijo caminando casi de puntas y rodeando a ambos chicos hasta sus cajones "Perdí mis llaves otra vez"
"¿Qué?" Exclamó Malcolm horrorizado.
"Si, no sé si las dejé entre mis cosas o en el club de astronomía" respondió buscando entre sus cosas.
"No, yo..."
"No estás interrumpiendo nada" aclaró Jenny.
El chico cerró su cajón y fue hacia la puerta, Malcolm encontró y recogió las llaves que estaban en el suelo junto al bote de basura y las arrojó hacia él.
"Gracias amigo"
"Puedes quedarte estamos esperando a..."
"Tengo qué irme" dijo el chico guiñando el ojo y susurrando a Malcolm "En serio no quiero interrumpir, escuché cómo grita y madre mía, mejor te dejo aprovechar"
Jenny estiraba el cuello discretamente tratando de escuchar.
"¿De qué hablas?"
"La otra noche casi entro, pero vi la corbata en el picaporte" le dio un codazo a Malcolm "Buena idea, por cierto." Miró por encima del hombro de Malcolm a Jenny que también los miraba a ellos atenta "Es una dama afortunada, ¿eh? Me quito el sombrero ante ti"
Malcolm se puso muy rojo y se abstuvo de retroceder en horror.
"Shhh, no digas eso es asqueroso."
"Perdón, te estaba felicitando."
"Pues no lo hagas" susurró entre dientes, Jenny casi se levanta de la silla parando oreja  y su cuello se estiraba imposiblemente.
"Ah, ya veo, eres todo un caballero ¿Cierto? No intentaba ofender a la dama." Dijo haciendo un cabeceo hacia Jenny que se controlaba para no ir hacia ellos "Pero qué bien escondido te lo tenías ¿eh? Y yo que pensaba que eras un tipo solitario, con razón nunca aceptabas acompañarme al club de astronomía, tenías algo mucho mejor qué hacer."
Malcolm no tenía mucho qué explicar y estaba en vergüenza y pánico absoluto. Los había oído. Los había oído. Quién sabe cuántos más en los dormitorios escucharon su noche de pasión con Reese. Lamentaba que Jenny se hubiera visto involucrada por asociación pero era lo más inofensivo a comparación de la verdad. Además no estaba obligado a revelar la verdadera identidad de su amante y él seguiría negando que estuvo con Jenny. No se le ocurría nada más.
Cuando el chico los dejó de nuevo, Jenny casi corre hacia Malcolm.
"¿Estaban hablando de mí verdad? ¿Qué le dijiste?"
"¡Nada!"
Joey llegó en ese momento.
"Parece que llegué justo a tiempo, ¿y ahora por qué están peleando?"
"No estamos peleando" dijo Malcolm apartándose de Jenny y haciéndose tonto acomodando sus libros de la cama al escritorio.
"Malcolm estaba teniendo una conversación muy interesante con su compañero de habitación. Parece que nuestro querido amigo tiene una persona especial, ¿no?" Dijo Jenny cruzada de brazos y Malcolm se congeló con su libro en mano.
"¿De veras?" Dijo Joey no muy impresionado "Y yo creí que estabas solo y necesitando amigos"
"Estoy harto de escuchar eso, más de tipos que tampoco son los reyes de la popularidad"
Joey soltó una risita.
"Ok, ahora si estoy convencido que mi intervención es urgente" cerró la puerta "Me lo agradecerás después "
Jenny se giró en la silla hacia Malcolm cruzando las manos sobre su regazo.
"Yo quiero saber con quién estás saliendo, ¿o sólo fue algo casual?"
"Cosa de una noche" dijo sin pensar "Ni me acuerdo, estaba muy ebrio"
"Uuh, Malcolm, di la verdad." Insistió dándole con el codo.
"Es la verdad"
Joey se empezó a reír.
"Bueno, ya nos contarás cuando te sientas en más confianza"dijo alejándose de las camas y acercándose a un rincón.
"Es que no hay mucho que contar, dije que no me acuerdo"
Vio a Joey sacar un encendedor de su bolsillo, girarse hacia la pared y luego voltear de regreso arrojando humo por la boca y nariz y sosteniendo un diminuto cigarrillo, dejó caer el brazo laxo a su costado.
"Espera  ¿es eso...?"
Joey sonrió, todavía con humo saliendo de su boca.
Al principio se opuso, por supuesto. Una parte de él lamentó su reacción negativa y asustada. La universidad como la imaginaba en secundaria significaba libertad. Fiestas, amigos y probar cosas nuevas. Eso que decían sobre irse de casa para experimentar era algo que estaba haciendo sin proponérselo con Reese, aunque no podía presumir al respecto.
La realidad es que todas esas fantasías universitarias alimentadas por personajes de la televisión olvidaron mencionar que había colegiatura y otras cosas por pagar y que nadie trabajaría por él.
Su madre lo mataría. Había castigado a Francis mandándolo a la militarizada como una forma de advertirle a los demás lo que les esperaba si rompían las reglas de la casa.
Francis había cometido actos de vandalismo sin sentido, perdía la cabeza por las chicas que le gustaban, luego estaban las peleas, el alcohol y las malas compañías. Pero la gota que había derramado el vaso eran las drogas.
Francis no era un adicto. Eso le quedaba claro, pero Lois no estaba dispuesta a tolerarlo y esperar a que las drogas cayeran en las manos de alguno de los niños.
Malcolm se preguntó lo que podría hacer su madre al respecto ahora que él estaba tan lejos en la universidad. No tenía manera de enterarse, no al menos que él le contara y no pasaría ni en un millón de años.
Una cortina de humo envolvía el ambiente más tarde. Malcolm reía por lo bajo, tirado en el suelo y sintiendo que la alfombra le hacía demasiadas cosquillas. Joey estaba a su lado hablando de filosofía y las repeticiones de Los Picapiedra.
Jenny abrió la ventana tratando de ventilar el humo cerca de ella mientras los miraba ahí en el suelo.
"¿Estás segura que no quieres probar?" Le dijo Malcolm suspirando con los ojos medio cerrados "Nunca me había sentido más tranquilo."
"No gracias, no lo necesito"
"Mentira, es que no sabes si está contraidicada con tu Aderall" dijo Joey riéndose.
"¿Tomas Aderall? ¿Todos son unos adictos aquí?" Respondió Malcolm riendo también.
"Tengo una prescripción médica" dijo Jenny cruzándose de brazos desafiante y sin perder el buen ánimo.
"No es cierto, no tienes. Pero descuida no le vamos a decir a nadie tu sucio secreto" susurró Joey con aire misterioso.
"Una recomendación de mi doctor no es un secreto"
"¿Tú le crees ese cuento?" Dijo Joey a Malcolm y apuntando hacia Jenny con el pulgar.
Malcolm sólo negó con la cabeza.
"Bueno, pues si quieres jugar ese juego, tú tienes un sucio secreto también"
Joey se incorporó de donde estaba tirado y se recorrió hasta recargarse en la cama.
"Es cierto, no nos has dado nombres y queremos nombres"
La mente de Malcolm estaba como su habitación: llena de humo. Y era agradable estar en esa dulce desconexión de todo, aunque había un punto de claridad. La imagen de Reese.
"Aah, quieres jugar a verdad o reto... pues la verdad si tengo un secreto. Te mentí" dijo sonriendo de oreja a oreja "Ya me he sentido así de tranquilo antes" confesó, recordando y reviviendo las veces que había tenido sexo con Reese o algo sexual en general, ya que, como su hermano mismo le había dicho, tampoco lo habían hecho tantas veces aunque si lo suficiente para hacerlo memorable. "Mi cerebro se pone en blanco total." Su sonrisa ahora iba acompañada por sus ojos entrecerrados, casi diminutos
"Es lo mejor del mundo"
"No sé qué otras cosas estás fumando Malcolm, pero despertaste mi interés"
Malcolm rodó sobre su costado, sintiendo de pronto la alfombra demasiado suave entre sus dedos. Y era como si Jenny y Joey no estuvieran ahí en verdad. Iba a preguntarles si no eran producto de su imaginación pero se abstuvo. Si lo eran no iban a decírselo naturalmente. Tenían qué serlo porque él no podía hacer amigos tan fácil y menos cuando no estaban obligados a acompañarse por tomar las mismas clases. Era imposible que él tuviera amigos universitarios ahí mismo en su dormitorio mientras fumaban juntos y volaban alto.
"No son drogas, Joey" dijo rodando ahora sobre su espalda y contemplando el techo "Es algo mejor. Aunque soy demasiado estúpido y cobarde para poder apreciarlo en su momento. Ese es mi problema." Se quedó en silencio y sus ojos vidriosos se fijaron en un punto fijo sin parpadear. "Me pregunto si podré cambiar antes de que sea tarde"
Jenny lo empujó con el pie.
"Si no quieres confesar está bien, pero no tienes que inventarte algo para no responder. Te estás poniendo depresivo y raro"
"Oh, Jenny no te imaginas" respondió Malcom despacio "Es lo que él piensa de mí"
Joey chasqueó la lengua.
"¿Yo? ¿Cuando dije eso?"
"Tu no. Estoy hablando de mi hermano"
"Los hermanos son así" dijo Jenny encogiéndose de hombros "Mi hermana es una bruja competitiva que se cree mejor que todos. Se cree mejor que yo y no es verdad. Qué importa lo que tu hermano piense de ti"
"Suena a que se parece a tí, Jen" murmuró Joey "En lo competitivas, nada más" agregó riendo por lo bajo.
No había nada que Malcolm deseara hacer más que decirles todo. Quería hacerlo y podía hacerlo. Tal vez acaba de conocerlos como para confesarles lo que sentía por Reese, lo que había entre ellos. Pero no tenía con quien hablar sobre sus temores, sobre las complicaciones de su peculiar relación.
"Reese es diferente" respondió Malcolm convencido "Él... él..."
Su cerebro le gritaba: "¡Dilo! ¿Qué puede pasar"
En su sopor Joey se acomodó mejor para escuchar, mientras que Jenny ya estaba al borde de la impaciencia.
"Él es un buen hermano" dijo Malcolm, decepcionado de que su estúpida lengua no lo obedeciera.
"Vaya" resopló Jenny y se dirigió a Joey "Prometiste que me relajaría, no que escucharía melodramas familiares.
*
Había una pila enorme de panqueques en la mesa que Malcolm y Joey engullían. Jenny depositó los frapuccinos junto a los platos. Ya era de noche y faltaban todavía un par de horas para que Malcolm tomara su turno de intendencia. El día había sido largo pero sólo podía pensar en comer y hablar con Reese.
Mientras sus compañeros hablaban, Malcolm seguía enfocado en su plato y en ponerle más miel a sus panqueques.
"¡Oye! Deberías venir a ayudar con la máquina de expresso" dijo una de las supervisoras detrás del mostrador.
"Por última vez, este es mi día libre" aclaró Malcolm, para cuando su atención regresó a los chicos estos se escuchaban emocionados.
"Es una estupenda idea" dijo Jenny a Joey "¿Te sorprende de mí? Cumplo con todas mis tareas y soy aplicada, terminaré todo a tiempo antes de la fiesta"
"¿Cuál fiesta?" Preguntó Malcolm con la boca llena.
"La de la fraternidad" respondió Joey.
Malcolm lo había olvidado por completo.
"Tienes qué ir" dijo Jenny "Yo tenía un calendario en la preparatoria y marcaba las actividades extra curriculares a las que iba. Es lo mejor que puedes hacer para no bajar el promedio y tener una vida social con propósito."
"Se refiere a hacer contactos" aclaró Joey.
"Mmm, no lo sé. Mi hermano cumple años el fin de semana"
"Dile que venga, no necesita una invitación de la fraternidad" dijo Joey.
Claro, por qué no. En cualquier situación hubiera sido una buena idea, excepto que sentía que no veía a Reese en años y una fiesta universitaria alocada no le parecía el mejor lugar para pasar el tiempo. ¡Cómo había cambiado en tan poco tiempo"
"Si, supongo que puedo decirle. Aunque no sé si vaya a querer"
"Por favor Malcolm, tu hermano no es tan especial. Aunque, no estaba tan mal"
"¡Ey!" Exclamó, con la imperiosa necesidad de advertirle que Reese era suyo.
"Es cierto, por eso quise invitarlo a la fiesta de graduación. Nos hubiéramos visto bien juntos en la foto del recuerdo, pero no aceptó y ni siquiera se apareció en la fiesta. Puede que haya sido lo mejor, dicen que esa noche Reese quemó el basurero"
Malcolm arrugó la nariz.
"Él no hizo eso, de veras, en la escuela inventan cada rumor estúpido" dijo troceando los panqueques para llevarse un puñado a la boca.
"Bueno, tú debes saber. En la escuela decían toda clase de cosas sobre tu familia. Como que tu hermano mayor fue a la cárcel, que habías nacido con ambos órganos reproductores y te criaron como niña hasta los cinco años, también que tu padre hizo una estafa millonaria a la empresa donde trabajaba"
"¿En serio?" Dijo Joey divertido.
"Mi hermano Francis fue a la militarizada, ese rumor lo inventó un vecino molesto y mi papá estaba siendo inculpado. Nada es verdad" dijo Malcolm orgulloso de probar su punto.
"¡Ah, si! Había otro rumor sobre tí y tu hermano en una fiesta, ¿qué hay de eso?"
Malcolm creyó que se atragantaría con el pedazo que estaba comiendo. Naturalmente ni siquiera en la universidad se iba a poder escapar del peor rumor de su vida.
"Si, ¿qué hay de eso?" Preguntó Joey.
"Depende de qué rumor era" dijo Malcolm tragando con dificultad, fingiendo entereza.
"¿Es cierto que casi se matan a golpes y arruinaron la fiesta del comité editorial?"
Malcolm soportó el impulso de suspirar de alivio y deseó que el color le volviera pronto a la cara.
"No era del comité, era del cumpleaños de una chica del comité, Amanda"
"Entonces la pelea fue cierto"
"Más o menos"
"¿Te peleaste con tu hermano a golpes? ¿En serio, en preparatoria?" Preguntó Joey.
"Si, no fue la gran cosa"
"Su hermano era el bully de la escuela" dijo Jenny casualmente.
"No me lo puedo imaginar, tú teniendo un hermano bully"
"Es diferente" enfatizó Malcolm "Y no es para tanto"
"¿Cómo puedes dejar a un lado la fiesta por recibir a tu hermano el bully? No deben tener nada en común ¿no?"
"Tenemos una relación complicada, pero no está mal. Es mi hermano y nunca permitía que nadie se burlara de mi o me golpeara sin que les diera su merecido"
Malcolm no esperaba que lo entendiera. A decir verdad nadie lo entendendería. Él tampoco lo entendía al cien por ciento. Lo suyo con Reese era una rareza, algo improbable pero muy real.
"Bueno. Si así son las cosas qué podemos hacer. Tendremos que ir a la fiesta sin ti" sorbió su frapuccino y saboreó la crema batida " ¿Hay algún otro rumor que queramos saber?" Preguntó divertido.
Si, supiera.
"Nada interesante"
Joey no insistió y Jenny empezó a hablar de cómo se organizaría con las tareas para poder ir a la fiesta. Malcolm se preguntaba qué más cosas habría escuchado Jenny de él. Y si tenía la suficiente fortuna de que no supiera su peor chisme.
Por ahora sólo quería hablar con Reese. Una parte de él, pensaba en contarle que Jenny le había preguntado sobre su pelea, pero tampoco quería despertar malos recuerdos.
Como fuera, volvió a su dormitorio para tomar una siesta antes de ir a cubrir su turno. Se tiró en la cama, obligándose a cerrar los ojos y deseando reunir fuerzas para ir a trabajar. Llamar a Reese sería su única recompensa.
No sucedió. Malcolm se quedó dormido, no acudió a su turno y perdió la llamada en el único momento que Reese había tenido libre también

*Continuará*
Hola, ¿como andan? Yo un poco resfriada (espero que sea eso nada más) .
Espero que este cap no le de recuerdos de vietnam a los universitarios con las crisis de Malcolm.
No quiero hacer promesas pero es probable que pueda actualizar pronto... pero si hago caps más cortos, lo cuál me resisto a hacer pero parece que tendré qué hacerlo para poder ir sacando este fics y los otros que quiero publicar.
Hay un par de cosillas que quiero hacer, pero de nuevo no prometo nada, así que sólo estén al pendiente.
También es probable que mañana actualice también Más espesa que el agua.
Muchas gracias por leerme y comentarme, me encanta leerlos y saber qué piensan 💖
Hasta la próxima 💖

Wilkercest 3 (Malcolm x Reese)Where stories live. Discover now