Decisión

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Miró alrededor y sintió que todo estaba mucho más oscuro. Escuchó un aullido a lo lejos y se cubrió la boca. Siempre había pensado que moriría en alguna explosión o en un accidente absurdo pero nunca que sería devorado por un animal salvaje.
Tenía qué moverse de ahí. Trataría de recordar por dónde se había alejado el carrito y buscaría las huellas de los neumáticos. Empezó a caminar muy rápido, buscando árboles o colinas dónde subirse, pensando que si había coyotes o lobos tendría una posibilidad de escapar, pero no si había algún gato salvaje.

"Vamos, cálmate. No pienses en lo peor." Decía mientras caminaba y observaba en alerta los alrededores "Concéntrate en no perder el rastro y... ¿a quién trato de engañar?" Se dijo y detuvo su camino echando la cabeza hacia atrás "Reese me las va a pagar ¡Demonios! ¿Y el rastro? ¡¿Y el rastro?!"

Antes de perder la cabeza, Malcolm pensó que podría recordar una manera de orientarse con las estrellas, sin embargo estaba demasiado ofuscado para recordar lo más básico y a decir verdad, no había notado lo borrosas y pequeñitas que se veían allá en el firmamento.

Malcolm continuó caminando y se estremeció. Estaba empezando a aumentar el frío. En cierta forma se lo merecía. Había arruinado el cumpleaños de Reese. Era entendible que hubiera querido vengarse.

"Tengo qué cambiar" murmuró.

Si lograba sobrevivir la noche.

El rancho no debía estar muy lejos y si caminaba a buen ritmo llegaría pronto. Aunque, claro, no tenía la más remota idea de que iba en la dirección correcta.

Había demasiado silencio, lo cuál lo mantenía en tensión. Si los depredadores estaban en el perímetro era lógico que animales pequeños como roedores estuvieran muy callados. Malcolm imaginaba a un felino enorme observándolo desde la colina.

Apuró el paso, sabiendo que de nada le serviría si un animal se decidiera atacarlo.

Por más que caminaba no había ni una luz diminuta en la distancia que le diera esperanzas de que se dirigía hacia el Grotto.
Su hermano era un idiota y muy cruel por dejarlo a merced de la naturaleza del desierto y sus salvajes habitantes. Por lo visto Reese conservaba ese lado que tantos disgustos y peleas entre ellos había causado. Sería demasiado pedir que fuera su protector todo el tiempo y menos cuando estaba decepcionado.

Dio unos cuantos pasos cuando escuchó un ruido acercarse por detrás y al cabo de un rato una luz lo iluminó. Malcolm se volvió protegiéndose los ojos. Un sonido agudo de claxon lo sobresaltó.

"¿Pensabas que te iba a dejar acá solo?" Dijo Reese "¡Por Dios, deberías ver tu cara!"

Malcolm se quedó ahí un momento. Estaba haciendo tremendo puchero . Quería saltar y agarrar a golpes a Reese.

"Sube" lo invitó Reese riendo.

"Tardaste demasiado en volver" dijo Malcolm indignado, pero tratando de modular su tono.

"Tenía que rodear el camino para que no me vieras. No tenías manera de saberlo porque no conoces el lugar como yo. Vámonos ya"

Malcolm se aproximó al carrito y en cuanto iba a agarrarse para subir Reese arrancó y se detuvo un metro más adelante.

"Ja. Perdón tenía qué hacerlo"

Malcolm estaba demasiado cansado para bromas sin embargo estaba dispuesto a soportarlo.
"Ven, ya no lo voy a hacer"

Aunque estaba bastante escéptico y le lanzó una mirada de advertencia a Reese, él aceleró de nuevo cuando Malcolm estuvo a unos pocos centímetros del asiento del copiloto.

"Reese" dijo apretando los dientes.

"Ahora si. Juro que me portaré bien. Mira" dijo soltando el volante y alzando las manos. Aún así cuando Malcolm ya iba de nuevo a subirse, Reese pisó el acelerador.

Wilkercest 3 (Malcolm x Reese)Where stories live. Discover now