Un fantasma en el cristal (Afterdeath)

Capítulo veintiocho

Narrador.-

-Aquí están. - Dijo Dust mientras le daba una mochila llena de libros tan pronto como se fueron a su sala de descanso, una que tan pronto como Reaper sostuvo notó era más pesada de lo que la hacía ver. - Ah... y yo que pensé que me había librado de la tarea cuando me gradué. 

Dust alzó los hombros. - Tú te buscas estas cosas tú solo, quien te manda a tener un novio fantasma.

-... ¡N-no es mi novio! - Negó Reaper luego de un segundo de procesar lo que su amigo insinuó, ¿qué siquiera lo había llevado a esa conclusión?, la respuesta que recibió no ayudaba a calmar sus nervios, pues la mirada que su amigo le estaba dando, una incrédula que casi parecía preguntarle si estaba bromeando lo hacía sentirse aun peor.- ¡Lo... lo digo enserio!

Dust no cambio su mirada, haciendo claro que no le creía en lo más mínimo. -Ajá, si, lo que tú digas, hablando de él por cierto, ¿cómo se supone que murió?

-Ah, eso... 

Reaper le contó a Dust la historia, sobre como era un príncipe de hace siglos que había sido encerrado en una flor de cristal que él compró un día en una tienda de antigüedades. - ¿Una maldición, huh? 

-¿Te dice algo?

-Uhm... creo que recuerdo conocer a otro de esos fantasmas cuando estaba de viaje, era un tipo raro, muy, muy raro, pero no recuerdo bien donde lo vi. - Admitió, con un leve escalofrió recorriendo su espalda al recordar a esa persona, el hombre se sentía como si hubiera salido de otro universo completamente, lo que decía no tenía sentido la mayor parte del tiempo, y parecía hablar de forma criptica. - ¿Raro?

-Uhm, como... ¡ah, ya!, como si fuera un personaje de Alicia en el país de las maravillas. 

Reaper no pudo evitar desear que nunca tuviera que cruzarse con él. - Intentaré recordar donde lo vi, quizá eso ayude pero no prometo nada.

-¿No prometes nada de qué? - Cuestionó una voz que los sobresalto a ambos, Reaper no la reconoció de inmediato porque sonaba más ronca de lo normal. - Ah, solo es la diva.

Error rodó los ojos ante el comentario mientras tomaba un gran sorbo de su café. - Lo que tú digas, señor de la muerte.

-Parece que alguien amaneció de malas, ¿ya no tenías delineador esta mañana? - Preguntó en tonó burlón, pero en realidad estaba seguro de que Error estaba de peor humor que de costumbre, y ahora que lo veía bien, ¿eran esas ojeras...?- Ja, ja, muy gracioso... y si, de hecho si, uhg...

El azabache soltó una pequeña risa mientras se iba en dirección de su mejor amigo, quien se veía solo un poco peor de lo usual, lo cual ya era bastante considerando lo estricto que era con su propia apariencia, no lo veía así desde que estaban en la universidad. - Ya, enserio, ¿te sientes bien?

El moreno tomó otro sorbo de su café y soltó un bostezo. - No he... he podido dormir bien desde el otro día.

-¿Y eso? - Preguntó, ahora un poco más preocupado. - ¿Qué podría perturbar tu sueño de belleza?, ni siquiera la alerta sísmica te despierta. 

Error se talló los ojos. - Tengo... unos sueños muy extraños, no sé, me despierto y me siento raro, como sí... ¿cómo si no fuera yo...?, algo así, no es agradable así que no estoy durmiendo mucho para evitarlos.

Reaper le dirigió una mirada consternada, igual que Dust. - Eso suena más como a una pesadilla.

-Puede que tengas razón. - Le respondió a su otro amigo, quien alzó los hombros, tenía experiencia con esas, aunque algo de esa frase le llamó la atención a Reaper. - ¿A qué te refieres con puede?