Parte - 11.

2.4K 220 62
                                    


Kara POV.  

Me duele verla marcharse así de mí, dejándome sola en la fría noche en mi habitación, pero aunque me moleste mucho que ella siga huyendo de mí, puedo entender porque en verdad lo hace. Yo misma había huido de ella hace más de un mes por la misma razón qué Lena lo hizo esta noche. Pero que lo entienda, no me hace sentir conforme con la forma en qué terminó todo. En verdad pensé que desnudándome para ella, sería suficiente para acallar esa voz en su conciencia que le decía que no puede haber nada entre nosotras, pero de nuevo me equivoqué.

Recuerdo cuándo la vi escapando de la sesión de fotos esta mañana, y me asusté enormemente por el motivo de su repentina huida, y aunque quise hacerlo apenas la vi marcharse, no pude ir detrás de ella, porque tenía una sesión de fotos que terminar y tuve que quedarme ahí para cumplir con mi trabajo, porque después iría por mi placer. Sonrío tontamente recordando lo bien que se sintió tenerla de espectadora, y me felicito de nuevo por atreverme a invitarla, porque no sabía cómo estábamos ella y yo, después de aquella escena con Lana hace unos días. Pero Lena cómo siempre, me sorprendió aceptando mi propuesta y estoy disfrutando todo nuestro viaje y sobre todo de su compañía. Aunque tenerla aquí conmigo, llevó a mis compañeros de trabajo a hacerme muchas preguntas sobre mi misteriosa y hermosa acompañante pelinegra, pero yo sólo me limité a decirles que ella es una buena amiga para mí, porque nadie tiene que saber mis verdaderas intenciones con Lena; y tenerla aquí en este viaje, me permitió ver los celos de ella al conocer a Clark, y valió demasiado la pena darme cuenta de su molestia con él, porque al igual que yo con ella, quiero creer que Lena no quiere a nadie cerca de mí, y sé muy bien que ella recuerda aquel estúpido beso qué me dí con él por esa inoportuna foto en la prensa y su expresión ceñuda junto con los bufidos de molestia que le escuché cuándo los presenté, me hace creer aún más en mí hipótesis.

Apenas terminé de hacer mi trabajo, volví con prisa al hotel dónde de seguro Lena estaba escondiéndose de mí y al no encontrarla en su habitación, y con ella siguiendo rechazando todas mis llamadas, tuve que ir a buscarla en el bar, recordando su gusto por una buena bebida, y ahí fue justo dónde la encontré. Lena, estaba encorvada sobre la barra, con una copa a su lado, y me causó ternura verla así, toda acurrucada cómo escondiéndose. Lena, puede que me lleve muchos años, pero en ese momento, ella parecía una adolescente asustada de su primer amor.

Decidí dejarla allí y darle tiempo para que se calmara y enfocara todos sus pensamientos; y cuándo lo hiciera, esperaba que volviera sin dudarlo a mí. Pero lo que no pensé fue que Lena permanecería todo el día bebiendo en aquel bar. Varias veces mandé a mi asistente, Nia, para que verificará que aún estuviese ahí y la respuesta fue afirmativa cada vez. Me molesta y me preocupa tanto su salud por saber que ella está tomando de esa forma, y cuándo llegó la noche, no pude evitar llamarla a mi habitación. Lena, no podía esconderse de mí para siempre y así evitaría que siguiera bebiendo, porque no me gusta nada cuándo toma en exceso.

Y cuándo recibí un mensaje de mi asistente, confirmándome qué Lena vendría a mi encuentro, se me ocurrió que podría jugar un poco con mi suerte y tratar de conseguir dar un paso más en la dirección correcta para ambas. El nerviosismo burbujeaba en mi garganta, mientras me desprendía de toda la ropa que cubría mi cuerpo. Al terminar de desnudarme, peiné con cuidado mi cabello, enmarcando mi rostro con mis rizos rubios que caían hasta mis hombros; y después me observé de lleno en el espejo, y quedé absolutamente satisfecha con la imagen sexy de mi cuerpo desnudo reflejado en el espejo. Lena, no podría resistirse  a mis avances esta noche, al verme así desnuda cómo estaba esperándola, y pensé con algo de culpa, que tal vez el alcohol en su sistema, podría ayudarme a tumbar esos muros llamados prejuicios que rodean su conciencia y que yo había desechado hace poco tiempo. Lena, tocó mi puerta en ese momento, cuándo aún seguía frente al espejo y salté nerviosa a mí amplia cama, tratando de enfocarme en mi misión. Cuándo estuve algo calmada, la hice pasar y pude ver con placer, cómo Lena quedó ensimismada por completo en mí. Sentí su mirada quemar deliciosamente cada centímetro de mi piel a su vista desde su lugar y tuve que morderme la lengua, para evitar el jadeo que se formaba en mí, al ver su entrepierna empezar a tensionarse con rapidez bajo la tela de su jean.

OverflowingWhere stories live. Discover now