Overflowing

Parte - 15.

Lena POV.

Había pensado cientos de escenarios en los qué imaginaba de diferentes maneras nuestro encuentro después de un largo y desgastante tiempo separadas, y en todos los escenarios todo resultaba peor de lo que lo habíamos dejado, pero fui enormemente sorprendida por la realidad, porque nunca me imaginé que nuestro reencuentro terminaría siendo así de bueno, porque sus labios sobre los míos sólo pueden significar que vuelvo a estar completa con Kara a mi lado.

Fueron largas noches en vela rodeada solamente por espesa la bruma de mi embriaguez, en las cuáles pensé en ella, y en lo mucho que quería volver a verla. Kara, era lo único que mi mente podía manejar, y estaba feliz con eso, porque no podía olvidar la forma en la que terminó todo entre nosotras y me carcomía la angustia al cuestionarme sí alguna vez tendría el valor para buscarla.

Me costó mucho tiempo y varias desgracias, llegar a la conclusión de qué quería volver a verla y tal vez comprobar sí fue cierto lo que me dijo ella antes de irse. Pero el miedo a un rechazo de cualquier tipo de su parte a verme o a charlar conmigo, siempre me detenían, al igual que lo hacían los temores de los posibles resultados de nuestro encuentro sí éste llegara a pasar. La posibilidad más cercana a la verdad cuándo volviéramos a vernos, era en la que ella me abofeteaba y me mandaba de regreso a Piamonte, sin siquiera escuchar nada de lo que tenía que decir, pero la realidad superó con creces todas mis expectativas, y agradezco mucho por eso. Casi parece un dulce sueño, el tener sus labios acariciando los míos en un sentido beso. Sé que no deberíamos estar así, besándonos con tanto anhelo, pero es lo único que podía desear y qué pensé que jamás podría volver a tener nunca más. Mis labios devuelven cada caricia que los suyos me dan, y me maravillo al degustar el dulce néctar de su sabor en mi boca.

- Lo siento.- dice la voz de un hombre desconocido y Kara se aleja abruptamente de nuestro beso, saltando alejándose de mi cuerpo cómo sí yo tuviera la peste.

Gruño por la pérdida de sus labios, y me obligo a abrir mis ojos lentamente. Encuentro a dos pares de ojos mirándome atentamente, pero mi vista sólo se enfoca en la sonrojada rubia frente a mí, ¿Puede Kara ser más adorable? Espero tener tiempo de comprobarlo.

- En verdad lamento haberlas interrumpido, pero sus signos vitales estaban en rápido aumento y pensamos que había algo mal con usted, señora Luthor.- dice de nuevo el hombre, y ésta vez logra que mi vista se gire hacia él. Es un hombre alto de tez morena, una frondosa barba adorna su rostro y su mirada luce amable en mi dirección. - Está bien, o eso creo.- le respondo con tranquilidad, queriendo descartar su lamento. Kara murmura de acuerdo, y me obligo a volver mi vista a ella. - No interrumpió nada en realidad, pero ya que está aquí, le ruego que la revise doctor, Lena apenas reaccionó.- le pide Kara, mirándome algo preocupada y mi ceño se frunce por sus palabras, ¿Doctor? ¿Qué me revise? ¿Qué él no interrumpió nada? Creo que Kara y yo tenemos percepciones completamente distintas sobre lo que en realidad pasó. Incluso el mismo doctor le lanza una mirada de incredulidad a Kara por su afirmación, ya qué él mismo fue testigo de cómo nuestras bocas estaban tan entrelazadas en un beso. - Así que cómo no interrumpí nada.- dice el doctor, guiñando un ojo a Kara, haciéndola sonrojar aún más de lo que ya estaba, y yo sonrío enternecida por su actitud nerviosa. - Creo qué le haré esa revisión que menciona su novia, señora Luthor.- dice él, girándose hacia mí. Kara y yo jadeamos sorprendidas por la afirmación de aquel hombre, y ambas nos miramos con nerviosismo desde nuestros lugares, pero ninguna niega ese título que nos dió. No sé sí eso me dé alguna esperanza de éxito a lo que en verdad tenía planeado al buscarla, pero me aferraré a cualquier posibilidad, y ese beso qué me dió y qué aún cosquillea sobre mis labios, me hacen mantener mis esperanzas muy arriba.

El aire frío recorre mis piernas al ser destapadas por el doctor para mi revisión y mis ojos se cierran con fuerza, perdiendo nuestro concurso de miradas mientras mi cuerpo tiembla por el repentino cambio de temperatura en mi cuerpo. Él toma mi pierna y la impulsa hacia arriba por mi rodilla y suelto un largo gemido de dolor quema mi garganta al salir, por el terrible dolor que sentí en toda mi pierna.