0009

610 80 8
                                    

Taehyung llegó finalmente al pequeño duplex en el que Jimin vivía, y lo único que pudo deducir fue que había tomado un taxi si no, no entendería como fue que llegó tan rápido a su hogar, el mayor sabía que Jimin no era precisamente el más rápido ni al que más le gustaba correr.

Toca varias veces la puerta pero no es bien recibido ahí, puesto que las luces que se alcanzaron a ver de la planta de arriba se apagaron, haciendo que el mayor pasara sus manitos por su rostro jadeando fuerte, agitado por el transcurso tan brusco que había sufrido. La adrenalina le estaba haciendo perder la cabeza.

— Jimin, abre, te lo pido. — dice ya algo frustrado, volviendo a tocar pero nuevamente no hay respuesta.
Pero esto claramente no se iba a quedar así, el mayor era capaz de todo para tener de vuelta a su omega, a su cachorrito. No dejaría que todo se fuera a la mierda por un malentendido. — Jimin, se que me estas escuchando. — le dice hacia el balcón. — Voy a subir.

Desde dentro, el menor abre de golpe sus ojitos azules yendo corriendo hasta el balcón cuando escucha sus palabras, pero antes de abrir se resigna, cerrando las ventanas mientras negaba, no creía que Kim fuera capaz de subir.

¿O si?

Da un chillido cuando desde dentro de su habitación y pudiendo ver el barandal de su balcón, le ve agarrarse con una de sus manos y después con la otra de este, haciendo que tape su boca con una de sus manitos y note como el alfa, denotando la fuerza que estaba haciendo ante sus facciones y el como sus venas y músculos se notaron en sus brazos, pudo subir hasta el segundo piso sin siquiera usar las escaleras, solo escalando quizá con qué.

— Abre, por favor — susurra jadeante, dejando su cabeza contra el ventanal el cual tenía la posibilidad de el ver hacia afuera pero que desde fuera no se viera hacia dentro. — Cachorrito... por favor, déjame abrazarte.. te explicaré todo, absolutamente todo — murmura, tocando la ventana con sus manos. — no puedo soportar sentirte triste... ábreme.

El menor sentía como las lágrimas bajaban por sus mejillas, quería su lobo tanto abrirle y decirle que se sentía así por aquella omega. Pero al mismo tiempo estaba el razonamiento del menor, de que ambos eran amigos, de que ambos no tenían porqué sentirse así con el otro.

— Cachorro... — susurra, jadeante aún con su respiración acelerada. — Sólo ábreme, déjame explicarte todo... — El menor sentía que un sollozo se iba a escapar de su boca, no podía ver como este se humillaba de aquella manera solo para no perderle, no podía ser tan cruel. — No puedo estar sin ti, ven, por favor. — Pega su frente otra vez a la ventana — Te extraño, por f-

La ventana se abre y Kim saca sus manos de golpe, levantando su mirada para encontrarse al menor con sus ojos hinchados y rojos al igual que su nariz, haciendo que el corazón del alfa se estruje, su lobo toma el control haciendo que Kim espabile y envuelva entre sus brazos al menor, acurrucandolo contra su pecho.

— Cachorro, Dios... — susurra, hundiendo su nariz en su cabello. — extrañaba tanto abrazarte, por favor discúlpame... sea lo que sea que hice antes y lo que te tenga así, jamás querría hacerte daño. — Toma dulcemente sus mejillas.

— E-estas loco... — susurra, sorbiendo su rojiza nariz. — ¿Cómo se te ocurre subir por aquí? — Le da un golpe en el pecho. — podrías haber caído, t-tonto. — solloza bajo.

— Tienes buena mano para golpes. — murmura Kim, tomando el puño del menor para darle un dulce besito que hizo al menor apretar sus labios para evitar llorar más. – Haría lo que sea por ti, y escalar no es ningún problema. ¿Sabias que fue un curso que tomé en el reclutamiento?

– Estas loquísimo, Tae. —murmura, cerrando sus ojitos mientras suspiraba. –yo me tengo que disculpar, Hyung... n-no se que me pasó, solo... necesitaba pensar, estar lejos de todos para evitar cualquier malentendido. — el mayor toma dulcemente las mejillas de Jimin haciendo que este sienta su corazón palpitar fuerte. – En serio perdón.. perdón si te hice sentir mal, fui un idiota contigo cuando tu... c-cuando tú eres capaz de tantas cosas por mi, Tae. – su voz se quiebra, haciendo que abrace a Tae nuevamente, enterrando su cabeza en su pecho. —

Dos Almas - VMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora