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Tomó la nuca del menor para hundir sus labios con los contrarios sintiendo la dicha pura en cuanto esos belfos atacaron los suyos, eran la combinación perfecta de algo que siempre esperó pero nunca entendió qué era. Hasta que tenía esos labios pomposos besándole dulcemente, entendió todo.

Jimin se sentía en el paraíso, Kim besaba de una manera única, era elegante y a la vez dulce y cálido, mientras su boca hacía movimientos tan malditamente adictivos como lo era dar suaves mordidas a su labio inferior, jugar con su lengua, y estaba ya volviéndole loco el como Kim poseía una sonrisa ladina en sus belfos cada que notaba que la respiración de Jimin sufría alteraciones.

Las manos del alfa bajan a la cintura del menor acariciandola suavemente, mientras el menor sentía gracias a su agitada respiración las feromonas del alfa mas densas. Las manos de Kim suben para acariciar las mejillas y acunar el rostro del menor, terminando por separarse, teniendo una sonrisita en sus belfos, ambos compartiendo ésta de manera cómplice.

- ¿Ya ves? Tus labios no tienen ningún problema... son espectaculares. - susurra el alfa, su voz algo mas grave, antes de que Jimin respondiera, este une sus belfos otra vez, haciendo que de sus labios saliera un jadeo que hizo a los vellos de Kim erizarse. - Me encantan.

- ¿Me darás besos ahora, Hyung? - Murmura el menor con una de sus cejas elevadas, viéndole con clara coquetería, batiendole las pestañas al alfa.

- ¿Estas coqueteandome? - Expresa Kim, mientras se acomodaba mejor en la cama para dejar a jimin bajo su cuerpo pero no del todo, si no más bien teniendo al menor contra la cama. - Me gusta cuando sacas las agallas, omega. - Jimin sonríe, el mayor asiente. - respondiendo a tu pregunta; me encantaría comer esa bella boca cada vez que pueda... pero lo haré solo si tú me lo permites.

Su dedo índice toca dulcemente la nariz de botón de Jimin. Este pasa sus manos alrededor del cuello del mayor para así juntar sus labios otra vez. El alfa se apoya a los costados del cuerpo del omega y acaricia dulcemente su cintura, mientras Jimin acariciaba su cabello y enredaba sus deditos ahí.

- Esta boca es mía, cachorro. - susurra el de ojos negruzcos, haciendo que Jimin le diera una sonrisa ladeada antes de soltar una risita. - ¿de qué te ríes, ah?

- ¿Estas celoso de que otros alfas me besen? - eleva una ceja y Tae carraspea, mientras miraba hacia otro lado.

- Sólo quiero que me beses a mi. - gruñe.

- Eres mi mejor amigo, el alfa más cercano que he tenido en toda mi vida así que... claro, solo te besaré a ti. - susurra. - Pero espero que sea igual. - el menor eleva sus cejas. Kim suelta una risa, mordiendo su labio inferior

- ¿Mi cachorro esta celoso? - Sus narices se rozan, mientras Jimin asentía. - Si, bonito... solo te besaré a ti. - Murmura, dejando dulces besos en los belfos ajenos. -

- Más te vale, alfa coquetón. - el de ojos azules le mira indignado, por todas esas veces en las que Tae había besado a otros omegas haciendo que Kim soltara una risa, bufando. -

- No es mi culpa, coquetear es parte de mi personalidad y tengo muchos pretendientes.- Jimin gruñe, haciendo que Kim devuelva el gruñido. - No te pases de listo conmigo, eh. - murmura, mordiendole lentamente el labio inferior.

- ¿Por? - Susurra, mientras su naricita rozaba dulcemente el mentón del alfa, coqueteandole mientras soltaba feromonas, sintiendo las de Tae nuevamente algo pesadas.

- Soy un alfa dominante, cachorro. Ya sabes como va. - murmura gravemente, ladeando su cabeza para dejarle acceder a su cuello, estando acostumbrado de la naricita del menor ahí. Esta olfatea y pasa su lengua suavemente, lo que hace a Kim tragar fuerte saliva, tensando su cuerpo. - Ya... ya está, a dormir.

Dos Almas - VMinWhere stories live. Discover now