ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ | Ｎａｍｏr － Ｒａｆａ

Curvas

Aclaración: A partir del shot "Oral" es de mi autoría. 

Escrito por: fictionaljunkie - Tumblr

Namor había anhelado un heredero para su trono durante siglos, pero nunca encontró una mujer que considerara adecuada para gestar a su hijo. Hasta que la vio en la playa con su bikini negro, que revelaba cada deliciosa curva de su hermoso cuerpo. A menudo venía aquí, escondiéndose del ojo público, en busca de una compañera. Su mirada se dirigió inmediatamente a tus redondas caderas, y su polla se agitó al pensar en enterrarse entre tus suaves muslos. Y cuando giraste la cabeza y te reíste de un chiste que hizo tu amigo, se perdió. Tu sonrisa era más brillante que el sol, quitándole el aliento. En ese momento, supo que serías la madre de sus hijos.

No supiste cómo acabasteis en la playa aquella noche. ¿Quizás fue la misteriosa melodía en tu cabeza la que te atrajo hasta allí? Ya no estaba y miraste a tu alrededor con el ceño fruncido. La playa era tan diferente de noche, tan vacía y desnuda. ¿Por qué estabas aquí? Bajaste la mirada, sin recordar haberte puesto el vestido de verano que llevabas. ¿Qué demonios estaba pasando?

Entonces viste a un hombre saliendo del agua y la melodía volvió a zumbar en tu cabeza. Te quedaste mirando fijamente al hombre, siguiendo con la mirada las gotas de agua que caían por su pecho bien esculpido. Levantaste la cabeza, hipnotizada por la canción y sus hermosos ojos castaños, mientras él ahuecaba tu cara con sus manos y te besaba.Te derretiste; toda tu resistencia desapareció cuando sus suaves y húmedos labios hicieron que tus rodillas flaquearan. Desde ese momento, le pertenecías en todos los sentidos.

DOS AÑOS DESPUÉS 

"Te llenaré con mi semen tantas veces que estarás goteando durante días y mi hijo estará creciendo dentro de tu vientre", gruñó Namor y empezó a penetrarte profundamente a un ritmo duro e implacable, encajando sus caderas en ti una y otra vez.

"Oh, f-fffffuuuuck...", gemiste en un jadeo, tus uñas se clavaron en sus brazos mientras él golpeaba tu coño con fuerza. "Ven dentro de mí, por favor. Quiero sentir cómo te hinchas dentro de mí, sentir cómo tu semen me llena tan bien".

" Joder", graznó Namor, sus caderas tartamudeando con sacudidas salvajes, su polla golpeando ese punto dulce en lo más profundo de ti, creando olas de placer que abrasaban tu núcleo a cada empujón. "Te sientes tan bien, Yakunaj. Voy a llenar tu apretado coño bien".

Oh, joder... Sintiendo que se acercaba la fuerza de un orgasmo abrumador, inclinaste la cabeza hacia atrás, con los labios ligeramente separados mientras cerrabas los ojos y te entregabas a las sensaciones que fluían por tu cuerpo.

Namor observó la expresión de placer en tu rostro mientras te penetraba, sintió la tensión de tus paredes y supo que estabas cerca. Se enderezó sobre sus rodillas y agarró tus redondas caderas, sus dedos se clavaron en tu suave carne mientras penetraba aún más en tu interior, dejando marcas durante días.

Jadeaste cuando Namor cambió de posición, y tus gemidos se hicieron más fuertes a medida que sus embestidas se hacían más duras y profundas. No te importaba si alguien te veía u oía, lo único que te importaba era el placer que abrasaba tu cuerpo y darle el hijo que tanto deseaba. Sus dedos se clavaron en tus caderas de forma casi dolorosa, pero te encantó. Te encantaba que sus marcas quedaran impresas en ti, haciéndote suya.

"Joder, t/n, eres tan hermosa", roncó Namor, sus ojos ensanchados y llenos de lujuria observando cómo tus tetas rebotaban con cada embestida, imaginándolas llenas de leche y tu vientre grande y redondo con su hijo. La imagen le hizo perder el poco control que le quedaba. Gimiendo, clavó sus dedos en tu carne y levantó tus caderas mientras empujaba más rápido hasta que bombeó dentro de ti una última vez, vaciando toda su carga dentro de ti. Echando la cabeza hacia atrás, gruñó mientras sus caderas se movían erráticamente, bombeando cada gota de semilla que tenía para ofrecer en lo más profundo de tu vientre.

Tus gemidos llenaron el aire cuando se corrió dentro de ti, su polla hinchada te llevó al borde del clímax. Levantando tus caderas más cerca de él, gritaste de placer mientras te apretabas alrededor de él, tu coño ordeñando su polla como un vicio.

Namor miró su polla aún enterrada en tu coño, observó con el pecho agitado cómo se retorcía dentro de ti, llenándote con cada gota hasta que te llenaste, y empezó a chorrear alrededor de su polla.

"Te ves tan bonita así, t/n. Toda despatarrada con mi semen goteando de tu coño".

Le sonreíste cansada, observando su rostro orgulloso a través de los pesados párpados. Le querías tanto que era ridículo, aunque sólo era la tercera vez que le veías en dos años. No sabías por qué sólo venía a visitarte una vez al año, deseabas que viniera cada mes cuando tu cuerpo estuviera listo para dar a luz a su hijo.

"¿Estás lista para otra ronda, Yakunaj?"

Tus ojos se abrieron de par en par cuando sentiste que su polla volvía a endurecerse dentro de ti y Namor te sonrió con una sonrisa. No estabas segura de cuántas veces te había hecho correr ya, tu mente estaba confusa y sólo se centraba en la forma en que su gruesa polla te hacía sentir bien y llena. Lo único que podías hacer era morderte el labio y asentir. Los ojos marrones de Namor se oscurecieron de lujuria, su agarre en tus caderas se hizo más fuerte cuando empezó a moverse dentro de ti de nuevo a un ritmo lento y constante.

Gimiste cuando empezó a empujar de nuevo, su polla se deslizaba fácilmente dentro y fuera de tu coño dolorido y lleno de semen. Namor hizo que te corrieras una y otra vez hasta que no fuiste más que un desastre babeante en la arena. Namor miró orgulloso su semen goteando de tu semen, confiado en que esta vez su hijo crecería dentro de tu vientre.