ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ | Ｎａｍｏr － Ｒａｆａ

Escamas: Parte 2

Aclaración: Ligeras menciones de actos sexuales 

Namor hizo a un lado a (t/n). Observando a sus rivales. A ese punto notaron que había algo raro en él. No fue por los rasgos que lo distinguían al ser un dios, si no que a la hora mientras follaba con (t/n) sus músculos se ancharon y él había crecido en tamaño. Claros signos que demostraban que él era diferente.

- Vamos a salir, ¿verdad?

- Eso creo... - Él sonrió besando sus labios un poco hinchados

- ¿Van a matarnos? – preguntó algo distraída por lo sucedido hace unos momentos

Se veía que los iban a cazar, aunque no eran tontos. No tenían una buena puntería y sus capacidades no estaban del todo perfeccionadas.

- Voy a matarlos. Así es.

- No hay que... - iba a decir que su moral no le permitía que se matará a gente y que siempre debía ayudar a los demás, pero esa era un contexto totalmente diferente.

El primer soldado en acercarse usó una lanza contra ellos. Trató de cortar el cuello de Namor de un tajo.

El dios sonrió, cuando evitó el corte con sus duros músculos de su antebrazo, protegiendo a (t/n) antes de que la hoja siquiera la alcanzará. Tomó el arma con rapidez, y atravesó el cuello del soldado, rajando la mitad de su cara.

Namor volteó a ver a (t/n) que se había escondido detrás de su espalda, estaba temblando de miedo y no de la forma en la que le gustaría. Hubiera ayudado a calmar sus nervios, pero escuchó como más se acercaban, era hora de sacarla de ahí.

- Tenemos que salir de aquí – ordenó – Ten – le dio una navaja que ella tomó temblando.

Ella se puso más asustada, al ver como poco a poco querían rodearlos.

El siguiente en acercarse a ellos, Namor lo neutralizó quebrando su brazo, y torciéndolo hacia atrás, desmembrándolo. Al siguiente que se acercó amenazante a ellos y tenía un cuchillo en la mano, hizo que se lo tragará.

Ella pensaba en la sangre y lo que se necesitaba para salvar a todos esos soldados, aunque ellos ya estaban muertos. Apenas sintió como fue agarrada por la mano de Namor y la hizo nadar. Nunca lo había visto tan enojado como ese día.

Ahora lo que sabía en los libros de Anotomía de Kukulcán, sonaba ridículo, pero existía un libro sobre la anotomía de este en caso de que existieran futuros hijos del dios. Necesitaban saber sobre esta nueva mutación que era única en el planeta.

Namor crecía un poco más debido a la adrenalina, y si detectaba a una amenaza cerca, su fuerza incrementa, llegando a ampliar más de un 150% de todas sus capacidades. O el equivalente a despedazar a todo lo que se atravesará hasta ponerse a salvo.

Eso era exactamente lo que parecía que Namor iba a hacer, sin embargo, no era fácil. Porque les estaban disparando. Él había sido herido mientras la cubría con su cuerpo, no permitiría que la dañaran.

Estaban cerca de una nave que había sido modificada para cargar algo misterioso. Parecía ser el artefacto explosivo que querían lanzar a Talokan. Y cuando quisieron ir hacia él. Estrangulaba a los guardias que custodiaban a ese objeto. (T/n) evitó que le hicieran daño, apenas acuchillando a uno de ellos, que en cuanto sintió la herida en el torso, volteó a golpearla tan fuerte que su cuello dolió.

No iban a vivir para contarlo. Namor clavó su lanza en su cuello con voracidad, arrancando toda la extensión de piel y carne en el camino.

Se metieron de prisa al tanque, ella no se había dado cuenta que estaba en el asiento del piloto.