ᴡɪɴᴛᴇʀ ʟᴏᴠᴇ; (Editando)

Capitulo 1

En una fría noche de diciembre de 1870 en la ciudad de Londres, Jungkook había sido invitado al baile de invierno del joven Taehyung, claro que asistiría, se imaginaba bailando al compás de la orquesta con él, con toda la corte viéndolos, esta demás decir lo enamorado que este estaba del joven Taehyung.

Kim Taehyung, él era el sueño inalcanzable de todas las jóvenes casaderas del reino, llevaba en su sangre la nobleza y la promesa de ser el próximo gobernante de Inglaterra. Su madre, la reina, se encontraba delicada de salud y ansiaba que su hijo contrajera matrimonio con una doncella de su mismo estatus al momento de gobernar. Taehyung era pulcro, él tenía porte, elegancia y clase.

El príncipe no estaba interesado en ninguna doncella del reino, no era de importancia, y es que cómo podría ya que no podía dejar de pensar en aquel joven que encontró a su corcel en el bosque cuando éste se extravió.

Taehyung se encontraba cazando gacelas cuando el ruido de un disparo espantó a su corcel real.

Jungkook estaba de regreso a su hogar en el mismo frío bosque, y encontró un corcel blanco del palacio a su suerte.

—¡Cielos!, ¿¡Qué haces aquí amigo!?, —Jungkook acarició al corcel y se percató de la insignia del palacio que este portaba —Oh, tu jinete es un imprudente, ¿Cómo un caballo del palacio puede estar aquí solo?

Él subió al corcel y cabalgó por el sendero blanco del que el caballo había venido tratando de encontrar al dueño.

Luego de un rato, Jungkook vio a lo lejos a un hombre con la insignia del palacio en su abrigo y supuso que el corcel debía pertenecerle a él.

—¡Maldita sea!,—Lanzó al viento el Joven Taehyung. —¿A dónde habrá ido?

—¡Disculpe!, —Gritó Jungkook para llamar la atención del caballero. —¡¿Este corcel le pertenece?!

Taehyung se percató de su presencia y la de su caballo así que levantó su mano para confirmarle que lo había visto y Jungkook cabalgó hacia él.

—¡Oh!, que suerte que lo encontraste, mi madre me mataría si se llegase a extraviar. Este en especial es importado desde España y fue un regalo muy importante. —Dijo aliviado.

—¡Cielos, que genial! —Jungkook puso sus ojitos brillosos en grande y se bajó del corcel.

Taehyung tomó las riendas.

—Sí, a los campesinos les impresionan este tipo de cosas. —Dijo prepotente.

—¿Perdón? —A Jungkook le cambió la expresión totalmente después de escuchar aquello.

—Es decir, a la gente cómo tú les asombra todo lo que es parte de nuestro mundo. —Sí, se estaba burlando, Jungkook portaba unos pantalones viejos, una camisa blanca y un abrigo simple color café. En cambio, Taehyung portaba sus impecables guantes blancos, su traje negro de botones y su fino abrigo rojo del palacio que combinaba con su bufanda de piel de tigre blanco.

—¡Qué egocéntrico eres!, ni siquiera me agradeces que encontré a tu caballo y te crees mejor que yo. —Jungkook estaba indignado, ¿Qué se creía este bufón? Él solo quería ser amable y hacer una buena acción y este hombre se creía mejor que él, Jungkook detestaba a la gente así.

Sus miradas eran desafiantes, Jungkook con su sencillez se enfrentaba al mundo elitista y soberbio de la realeza. Taehyung se sintió desafiado por la sinceridad y el atrevimiento del joven.

—Que carácter tan corriente y vulgar, se nota que eres solo un pueblerino sin educación.

Y para colmo, le había dicho que no tenía educación. Auch.