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Jungkook se encontraba en su posada con sus hermanas que se estaban decorando con esmero el pino que habían mandado a talar, al mismo tiempo escuchaban la melodiosa voz de Jungkook tararear villancicos mientras horneaba galletas de gengibre para sus hermanas.

Las pequeñas niñas emocionadas colgaban pequeñas velas en él, dulces, lazos, listones llamativos, frutas y pequeños juguetes.

Jungkook pasó de su cocina a la sala de estar con la bandeja caliente con las galletas en ella.

—Les está quedando muy bonito niñas.—Las felicitó.—Tengan cuidado con las velas podrían quemarse con la cera.

Ambas niñas asintieron y tomaron una galleta.

Jungkook se sentó en su sillón viejo y mandó a las pequeñas a tomar un baño.

Y entonces la señora Ming entró por la puerta para recoger el traje que antes le había prestado con la sorpresa de que la casa de Jungkook se veía muy linda, con muchas decoraciones navideñas.

—Vaya, las niñas decoraron muy lindo.—Miró sorprendida la casa de Jungkook.

—Si, a mi padre le gustaba hacerlo con ellas, les entusiasman mucho estás fechas.

Jungkook le entregó el traje a la señora Ming.

—Sabes Jungkook, este traje es muy especial...—Lo puso en su regazo y miró con ternura a Jungkook.

—Vaya que lo es...—Jungkook se puso nostálgico al recordar aquella velada que tuvo con el príncipe.

—Quiero que sea tuyo Jungkook, después de todo, te queda muy lindo y mi marido estaría feliz de que tú lo usarás cada que se presentara la oportunidad.

Jungkook le sonrió a la Señora Ming, quería decir que no, pero es que era precioso, y con él había tenido la noche más bonita de su vida.

—Muchas gracias...—Le regresó el Traje a Jungkook y el lo guardó en su recámara con un sentimiento muy lindo en el pecho y la señora Ming le sonrió.

Pensaba en esa noche demasiado.

—Jungkook, ¿podrías acompañarme al mercado?

—Claro, también tengo que ir a comprar algunas cosas.

"Espero que pronto pueda verte..".

La coronacion era en 2 semanas.

Taehyung estaba practicando su juramento con Jimin en la habitación del príncipe.

—Jimin, sobre la coronacion, ¿Solo asistirán miembros de la corte?— preguntó curioso Taehyung.

Jimin negó con la cabeza.

—Es un evento público, para el pueblo y el reino.

A Taehyung le brilló la mirada.

—Eso me alegra.—Sonrió.

—Me puedo imaginar por qué su majestad.—Dijo Jimin mientras servía el té.

Taehyung se puso un tanto nervioso.

—Sobre el Joven Kook, ¿de dónde se conocen su alteza?.

—Veras Jimin, un día nevado extravié a mí corcel y el amablemente lo devolvió.—Dijo omitiendo detalles.—En compensación le dí un aventón a su posada y en el transcurso del viaje entablamos una amistad, es todo.

Jimin suspiró.

—Su majestad, no es por ser entrometido,—Terminó de servir el té y le ofreció una taza al príncipe— pero, yo los ví bailar aquella noche...

Taehyung se puso tenso y algo pálido.

—Tonterias.—Negò y tragó saliva.— cuando se a visto un hombre bailar con otro hombre, es ridículo Jimin.

Jimin esa noche fue a buscar al príncipe ya que todos preguntaban por su ausencia y en especial la familia de Lisa, y al salir al jardín logró percatarse de aquello.

No, no dijo que que estaba con Jungkook, solo fue a avisarle a sus altezas que se encontraba bien y eso era todo.

Pero la Princesa Lisa hizo que el baile parara y ella misma fue a ver qué era lo que Tae hacía.

Por suerte, solo Jimin los había visto bailar.

Decidió mantenerse callado después de aquello para no crear un conflicto, aunque los celos lo mataban en ese momento.

Taehyung sin embargo, sintió su garganta hacerce nudo y decidió negarlo.

—Jungkook es un buen amigo Jimin, es un hombre noble.

Jimin le sonrió ladino.

—Si, seguro que lo es.

Jimin, no tortures más a Tae.

Y los preparativos estaban listos, Jimin organizó perfectamente todo y mandó a vocear al pueblo que en poco tiempo sería la gran coronacion del príncipe.

Jungkook se encontraba comprando algunos tomates y especias para la comida de ese día con la señora Ming.

Y llegó al mercado en el que se encontraba haciendo su despensa una escolta del palacio.

Todos se quedaron en silencio después de que se escucharon las trompetas para saber cuál era el mensaje.

Algunos pensaron que era otro baile, algún mandato de la reina o algún aviso sin mucha relevancia.

—¡El príncipe Kim Taehyung Segundo, será proclamado el legitimo rey de Inglaterra!—Dijo el guardia leyendo un pergamino.—¡Su excelencia la reina victoria está delicada de salud y va a cederle el trono a su primogénito, está todo el reino invitado a la gran ceremonia de coronacion del príncipe Kim Taehyung!

Todos se quedaron asombrados al saber semejante noticia.

El Guardia cerro y guardó el pergamino.

—¡¿Dónde se encuentra el joven Jeon Jungkook!?

Jungkook abrió los ojos como platos, sus mejillas se tornaron del color de los tomates que llevaba y asustado agachó la cabeza y trató de salir del lugar.

Pero la señora Ming lo tomó de su oreja derecha con fuerza impidiendo que pudiera escapar y con la otra mano le hizo una seña a los guardias.

—¡Aqui está caballeros!—Alzó la voz la señora Ming.

Todos pusieron la mirada en Jungkook.

Y Jungkook quería que se lo comiera la tierra.

El guardia de bajó de su corcel y se dirigió a Jungkook con algo en manos.

—¿Es usted el Joven Jeon Jungkook?.

—S-si, soy yo.—Asintió

—De parte del palacio.—Le fue entregada una carta sellada con cera de vela.

Y sin más el caballero se retiró en su corcel con su escolta.

—¿Que es eso Jungkook?—Preguntó curiosa la señora Ming.

—Es una carta...

—No me digas que de parte de...

Todos escuchaban atentamente.

Jungkook le hizo una seña con los ojos de que no hablara más.

La señora Ming casi mete la pata.

—Vamonos, las niñas deben estar hambrientas...—Se fueron rápidamente del mercado, generando mil chismes atrás.

Jungkook y la señora Ming llegaron a la posada.

Jungkook abrió el sobre y sacó la carta que ahí estaba.

—¿Que dice?—Dijo la señora Ming mientras sacaba los tomates del saco.

"Quiere... Quiere verme..."








ᴡɪɴᴛᴇʀ ʟᴏᴠᴇ; (Editando)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum