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Después del último juicio de Han Jisung, Minho quiso contarle a su padre aquella experiencia. Hwang Hyunjin lo invitó a beber algo por la noche así que debía terminar sus pendientes a tiempo. Han Jisung se mostró tan inestable mentalmente que lo tuvieron que sacar de la sala por tratar de arrancarle la oreja de un mordisco al fiscal que le preguntó durante el interrogatorio qué clase de relación tenía con el señor Kim, su padrastro. Hyunjin la tuvo fácil a partir de ahí. Han Jisung no recibiría cadena perpetua pero sí debía cumplir con un estricto tratamiento para mejorar sus capacidades de relacionarse con las personas. Debía recibir medicación y en unos cuantos meses, eso esperaba el juez, ser reintegrado a la sociedad. No como asesino. Cómo víctima de la maldad de sus padres.

Al llegar al hospital Jisung ya lo estaba esperando en su oficina. Desnudo. Estaba de espaldas a él y fingía no haber escuchado la puerta abrirse. Minho fue ruidoso mientras se quitaba la bata y se abría los pantalones. Jisung sigui sin voltear e incluye lo escuchó gemir. Lo primero que hizo Minho al acercarse fue comenzar a restregarse contra él, cerca de su orificio trasero, eso lo excitaba, a ambos. Jisung se empujaba ansioso por ser penetrado, pero Minho lo hacía suplicar, rogar.

Cuando finalmente accedía a follarlo el menor se volvía tan débil y maleable como una masa. Minho podía ponerlo en la posición que desease. Podía abrir sus piernas, cerrarlas, ponerlo bocabajo o sobre él. El chico le suplicaba por más y le rogaba que lo follase más fuerte.

Después de la terapia Jisung se arrinconó en la esquina del sofá y se durmió. Cuando estuvo en el sueño profundo Minho llamó a unos ayudantes para que lo llevarán a su cama. Se arregló el traje y fue a visitar a su padre. El hombre no lo miró, no le habló. Minho se sentó frente a él y le ofreció un vaso de licor para comenzar una charla, pero el hombre no bebió.



—Hace unos días me asignaron un paciente con algolagnia y raptofilia. Mató a su padrastro, ¿sabes? fue muy cruel. Las imágenes eran muy gráficas. Me dio lástima porque el tipo lo violaba desde que era niño. Evité que fuera a la cárcel. ¿No es increíble? Cuando esté reformado te lo presentaré, es un chico lindo.



Minho se levantó porque sabía que su padre no le respondería nada. Brindó con él y se atrevió a beber el licor de la copa que le había servido al cadáver. Le dijo que era una pena que él no pudiese beber ese licor tan caro que había comprado hace poco. Salió del sótano y estando en la sala decidió darse una ducha. Pasar tiempo con su padre lo dejaba impregnado de mal olor. Minho pensó que era una pena que su progenitor estuviera muerto, pero también pensó que él mismo se lo había buscado.

Volviendo el tiempo atrás está el mismo Minho bebiendo con los colegas de su padre hasta que recibe una llamada de la ama de llaves de la casa. Su madre había tenido una crisis, había caído de las escaleras y echaba espuma por la boca. La empleada ya había llamado a la ambulancia y pensó en llamar a Minho con la esperanza de que llegaste antes. Minho le quitó las llaves del auto a su padre y este salió molesto detrás de él. Forcejearon, se gritaron, el señor Lee le dijo que dejara a su madre morir, que era una vieja bruja que sólo no había dejado porque lo chantajeaba con dejarlo en la calle. Minho se enfureció, logró meterse al auto y lo atropello, varias veces. El auto pasó sobre su cabeza y le aplastó los sesos. Era una lástima, pero no tenía tiempo que perder. Metió el cadáver en el auto y condujo a casa. La ama de llaves ya se había ido con su madre al hospital así que Minho aprovecho para meter el cadáver de su padre al sótano y dejar que se pudiese ahí. Nadie le preguntó nada, nadie le dijo nada. Su madre con demencia jamás notó la ausencia de su progenitor. Los sirvientes que constantemente recibían abuso verbal por parte del señor Lee tampoco dijeron cosa alguna, incluso cuando el olor a putrefacción era insoportable. Se dedicaron a limpiar y a aromatizar todas las habitaciones. Finales cuando dejó de oler Minho iba y le platicaba sus situaciones del trabajo.

Los padres de Minho tuvieron la suerte de que, a pesar de haber mimado a su hijo con todos sus caprichos, Minho nunca se volvió grosero o irritante como algunos chiquillos malcriados. Por el contrario, Minho disfrutaba de la caridad y hacer amigos hasta con los delincuentes de la zona que muchas veces lo despreciaban por venir de una familia cómoda. No había problema. Minho no era como esos riquillos insoportables. Amaba a sus padres tanto como amaba ser psiquiatra. Estaba agradecido con ellos y en deuda. Cuando su madre muera Minho estaba dispuesto a colocar su cadáver con el de su padre para que los dos se retuerzan en el infiero por seguir juntos de manera física en la tierra. Se río. Quería que Jisung también conociera a su madre, pero no había prisa. Jisung no iría a ningún lado después de todo.

Su padre era un hombre muy sabio, antes de morir le dejó el mejor consejo de su vida.

El fin justifica los medios.

dicks tree || ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍWhere stories live. Discover now