El Amor Todo Locura.

30. TE ACOSTUMBRARÁS ALGÚN DÍA.

SANEM:
-Can: Eso me merece un beso en condiciones.

Can me besa con dulzura y luego baja a mi cuello para capturarlo con sus labios de tal forma que estoy completamente segura de que me ha dejado la marca.
-Sanem: ¡Dios! Eso ha dolido.
-Can: ¿Soy lo más importante de tu vida?

Asiento.
-Can: Repítelo.
-Sanem: Ya lo has escuchado. ¿Para qué quieres que lo repita?
-Can: Repítelo.
-Sanem: ¿Por qué eres tan vanidoso?
-Can: Para nada lo hago por vanidad, pero quiero volver a escuchar el piropo más bonito que me han dicho jamás.
-Sanem: No seas mentiroso seguro que te lo han dicho más veces...
-Can: ¿Eso crees? ¿Y por ejemplo, quién me lo ha dicho?
-Sanem: Tal vez tu madre...

Lo he dicho simplemente para molestarlo. Can suelta una carcajada.
-Can: Hombre, se supone que es una cosa normal que una madre le diga a su hijo que es la persona más importante de su vida pero no que me lo diga una chica tan guapa.
-Sanem: ¿Una chica tan guapa?

Digo poniendo a pimienta sobre la alfombra algo molesta.
-Can: Sí.
-Sanem: ¿Así que sólo soy una chica guapa?
-Can: Guapa no, guapísima.
-Sanem: Cannnnnn.

Digo apretando la mandíbula.
-Can: ¿Qué?
-Sanem: ¿Te declaro mi amor y sólo te sale decir que soy una chica guapa?

Ahora se ríe, captando mi pregunta.
-Can: Tienes razón, que me lo diga mi gordita, el amor de mi vida... Me encanta y quiero que me lo digas otra vez.
-Sanem: No, chico guapo, para que lo repita me tiene que salir no me lo tienes que decir tú.
-Can: Anda...

Dice haciéndome cosquillas mientras le doy con la mano para que me suelte. De repente Can mete su cabeza dentro de mi camiseta quedando atrapado en ella y empieza a morder mi barriga.
-Sanem: ¿Qué haces?

Dice algo pero no lo entiendo y comienza a hacerme cosquillas con su boca, mis manos lo toman de la cabeza pero tiene más fuerza que yo.
-Sanem: Para, para ya, por favor.
-Can: Dilo.

Me tenso y sigo tirando de la cabeza, maldita sea, ¿De dónde saca tarta fuerza?
-Sanem: Para por favor...

Mi voz se entrecorta por las risas.
-Sanem: Te...lo...suplico.
-Can: Ríndete.
-Sanem: Eres lo más importante de mi vida.
-Can: ¿Qué más?
-Sanem: No te pases.

Vuelve a moderder.
-Sanem: Y el hombre más... ¿Maravilloso?
-Can: ¿Sólo maravilloso?

Este hombre me quiere matar, creo que es lo que se propone, matarme a base de cosquillas y pellizcos.
-Sanem: ¿Cuándo piensas parar?
-Can: Nunca, ni esta noche, ni la que viene, ni el resto de mi vida. ¿Qué más soy para tí?
-Sanem: Oh Can.. por favor.

Diciendo eso Can va aflojando y saca su cabeza de dentro de mi camiseta, está despeinado y está guapísimo igualmente.
-Can: Acostúmbrate a estos ataques, has abierto la veda diciéndome que era tu vida.
-Sanem: Qué idiota.
-Can: Pues sí, los enamorados hacemos muchas idoteces, me tienes loco perdido, si yo soy tu vida tú eres mi universo. Todo gira entorno a tí, dime la verdad, ¿Qué me has hecho?

Lo miro uniendo mis labios para no reírme, se levanta del sofa y me pide que me ponga de pie, cierro la puerta de la terraza y voy tras él, Can se está lavando los dientes y cojo un buen trozo de papel higiénico, busco entre los cajones alcohol para limpiar el labial rojo del espejo.

-Can: No lo borres Sanem.
-Sanem: Claro y que mañana venga la señora Nasli a limpiar la casa y vea eso ahí. ¿Quieres que me muera de la vergüenza?
-Can: ¿Qué más da?
-Sanem: Ni hablar...
-Can: Pues súbete al lavamanos, voy a sacarte una foto con tu fechoría, eso de que aún me sentías dentro de tí, ¿Qué significa?
-Sanem: ¡Offff Can!
-Can: Vamos siéntate sobre la encimera, posa para mí.
-Sanem: Eres un mandón.