Parte 02│Abriendo el telón│

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Dos años transcurrieron , ni siquiera Rahaf podía creer que su niño ya tenía diez y que dentro de 6 meses cumpliría los once.

Durante todo aquel tiempo, Killer continuó con sus escapadas furtivas y a medida que pasaban los días, fue comprendiendo y conociendo aún más su realidad. Poco a poco perdió aquella "inocencia" y ahora hasta sabía como estafar, como derribar a alguien más alto que él y cómo manejar una navaja. Sabia en que estaba metido su padre y que era el "azúcar" que el papá de Color escondía en la maleta del chico al ir a la escuela ya que habría requisa policial en casa; En cómo su realidad no era precisamente tan "normal y común" como siempre creyó y muchas, muchas cosas más. . .

Su madre nunca supo, por propia boca del de lágrimas, de sus escapadas, ella ya estaba enterada desde hace tiempo. No pregunten cómo es que se enteró, Rahaf simplemente era inteligente, astuta y con un hábil sentido maternal.

La vida, muy aparte de lo antes mencionado, no había cambiado demasiado, los días seguían iguales, el trabajo de su madre seguía siendo el mismo, el barrio tan solitario y silenciosos como de costumbre, siendo solo visitado fugazmente por algún auto, los mismos vecinos que solo tenían lengua para soltar habladurías de sus condiciones de vida y no les ayudaban ni siquiera cuando los veían escapar por la ventana; las mismas preocupaciones de la noche, el mismo hombre que discutía y le reclamaba Rahaf, descaradamente, cosas tan estúpidas como el hecho de que no tenía mucho dinero para la próxima apuesta u otras mierdas como diría la misma mujer.

"pide lo que quieres con toda la fe y deseo del corazón y se te cumplirá"

Había escuchado aquella frase en alguna parte que ya ni recordaba, pero esas palabras se le quedaron incrustadas. Pedía cada noche que todo terminara, deseando una buena y nueva vida para su madre y él, un nuevo comienzo en otro lugar, donde las cosas fueran diferentes, donde ya no tuviera que estar estresado esperando un ataque en su casa o a la vuelta de la esquina.

«Por favor, por favor, por favor, solo te pido una vida mejor en donde nadie nos conozca ni juzgue, un nuevo comienzo en un lugar diferente, solo te pido felicidad para mi madre. . . »




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Era de madrugada cuando sintió un vacío al lado de su cama, su madre no estaba. . .

Podía ver a través de la ventana como el cielo portaba un azul claro, pues estaba empezando a amanecer.

—¿Mamá? —llamo, pero no hubo respuesta. La puerta de su cuarto estaba abierta, cosa que nunca hacían—, ¡¿Mamá?! —se levantó de un salto y fue casi a zancadas a buscarla por la casa.

Su alma latía completamente aterrada, en su cabeza no dejaba de imaginar un sinfín de escenarios donde su madre yacía en el suelo, en un charco de sangre.

—¡Mamá!, ¡¡mamá!!,¡ma- —se calló abruptamente al ver a su madre, quieta, en silencio, viendo desde el umbral de la puerta la habitación de su padre.

—No está. . . —susurro por lo bajo, casi inaudible—. No está. . . —volvió a musitar mientras, con pasos lentos, se acercaba al único sillón que tenían, sentándose en él con una quietud que preocupaba a killer, jamás la había visto de ese modo. La cara de la mujer no reflejaba una expresión en específico, ni tristeza, ni alegría, tampoco sorpresa o angustia. simplemente se quedó ahí, sentada, aun observando la habitación de su esposo con gran calma.

—oh, vaya. . .—y no volvió a decir nada más, dejándose abrazar por su hijo, quedándose en silencio.

Los días transcurrían con gran tranquilidad, una tranquilidad que sólo podía calificarse de extraña. El padre de killer no volvió a aparecer en su casa, algo que al albino poco le llamo la atención, ahora tenia mas libertad en su hogar. Sin embargo, la madre de este mantenía una actitud desconocida para el menor, por lo que, durante todos esos días no volvió a salir y le hacía compañía a Rahaf cuando regresaba del trabajo, no se alejaba a menos de que sea algo muy necesario.

Una semana y media más tarde, muy temprano por la mañana, llamaron a la puerta. Eran unos policías; traían noticias. . .

Rahaf se cubrió aún más con su bata al sentir el frío de la mañana.

—Señora Rahaf, ¿verdad?

—Así es —contestó mientras se llevaba las manos casi cubriendo su cara, soltando su aliento sobre ellas en un intento de calentarlas.

—Bien, iré al punto. Su esposo fue encontrado a la orilla de un río.

—¿Qué? —Se detuvo en seco, mirando con total atención a los policías, con el baho escapando del suspiro de su boca y de entre sus manos.

—Fue asesinado. Tiene múltiples disparos, además que se encontró agua en sus pulmones, agua que no se asemeja a la del río, pues era agua clara la que se halló dentro de él. Aparentemente, había sido torturado antes de ser arrojado al lago.

La mujer permaneció expectante, casi muda. Tras procesarlo por un par de segundos soltó un "entiendo. . ." y dejó que los policías continuarán. Honestamente, desde que ella no escuchó los insultos en la madrugada ese día, supo que algo sucedía; intuyo que él había sido asesinado y no le sorprendió, sus deudas y mala vida en algún punto le cobraron caro. Sin embargo, nunca esperó que fuera tan repentino, o tal vez si, no lo sabía, solo tenía en claro que sucedería y ahora que su "premonición" ya era un hecho completamente confirmado, no sabía de qué manera tomarlo.

¿Su esposo?, ¿Muerto?. . .Vaya que el tiempo ha pasado demasiado rápido. . .








Nota ──────────────────

Hola bellas y preciosas creaturas de la creación <3

Disculpen la tardanza en actualizar, estaba esperando a que el capitulo anterior llegara a los 10 votos al mismo tiempo que editaba este capitulo xd. Se llego a los 8  así que...actualización es actualización ahre- 

Se que el capitulo esta cortito, perdón, el tiempo me tiene un poco ajetreada, sin embargo, hare lo posible  para poder publicar  el resto el domingo. 

¡gracias por el apoyo! Cuídense. Los quiero un montonazo ('∀`)♡


Life is a theater play │NightkillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora