Life is a theater play │Nightkiller

│Parte 02: Capitulo 8│

Las semanas transcurrieron, Killer trabajaba como era lo habitual, era lunes por lo que no trabajaría con el mago (solo lo hacía los miércoles y viernes) por lo que tuvo una jornada laboral común y corriente.

Era de noche, y el último show estaba a medio trabajo, la planta principal había sido acoplada para el espectáculo, con sus respectivas mesas redondas y su pequeña botella de vino, el lugar -y espectáculo- habían sido encargados por un par de hombres de negocios quienes querían relajarse un poco del trabajo -y darle la bienvenida a un par hombres en específico- pues, a la ciudad habían llegado 2 empresarios -uno de ellos esqueleto- importantes que auguraban en Rece un buen futuro debido al continuo progreso que ha mantenido, incluso en los peores momentos. Sus inversiones y apoyo serían una magnífica ayuda y no había espacio para un "no" como respuesta. Por ello, querían darle la mejor impresión posible del lugar, los "consentirían" hasta quedar saciados.

Era una joven muchacha -muy agradable a decir verdad- la que cantaba mientras que detrás de ella las bailarinas hacían lo suyo con una sonrisa radiante plasmada en su rostro junto a los músicos que daban lo mejor de sí. Killer se hallaba tras bambalinas limpiando y acomodando un par de cosas para salir hasta que el show terminara. tarareaba la música de la pequeña orquesta pues la conocía bien, no era la primera vez que se presentaban ahí.

La música cesó y los aplausos no se hicieron esperar, era bastante bueno que el show haya sido abierto también para el público en general, pues, por un momento se creyó que los empresarios usarían el lugar de manera más privada. Las muchachas se adentraron rápidamente tras el telón del escenario, dando saltitos eufóricos y soltando risillas, empujándose y jugando unas con otras. Poco a poco la gente iba abandonando el establecimiento soltando risas y platicando.

—Basta chicas por favor —dijo la joven cantante con una sonrisa mientras se limpiaba el pesado maquillaje del rostro.

—No lo niegues eh, no lo niegues —jugueteo una bailarina, quitándose los adornos del cabello— Ese dichoso empresario te a puesto el ojo encima y tu tampoco te quedabas atrás eh, —giñaba y molestaba a la cantante, viendo como esta se enrojecía.

—¡Gran show el de esta noche, lo han hecho fantástico chicas! —apareció killer con una pequeña caja en donde recogerá los adornos del cabello que utilizaron las bailarinas, eran propiedad del teatro.

—Killer, mi criatura bella —rápidamente se acercó una bailarina, abrazando y besando la mejilla del susodicho. Esta era la más vieja, tenía aproximadamente treinta y tres años de edad y conoció al albino cuando era un niño. Pese a su edad, parecía una muchacha de unos 26 por muy exagerado, el baile había mantenido su cuerpo más que bien cuidado y su carisma la hacía lucir joven—. ¿Te gustó nuestro baile? ¡A que si! tu carita no me engaña querido—esa enorme sonrisa radiante siempre encantaba a cualquiera. Su nombre era Charlotte, de cabello rubio, casi corto y de ojos cafés.

—Ya me conoces tía —le devolvió el gesto, era una forma cariñosa de llamarla, siempre había sido tan enérgica, dulce y atenta con él—. Y...¿de qué están hablando?

—Un empresario se le ha quedado mirando a Pilar y ya sabes lo que dicen: Donde un empresario pone el ojo, pone la bala —contestó otra, la emoción se le notaba en la voz mientras que las otras chicas chillaron eufóricas.

—ya, ya, quizá solo le gusto el show —contestó la susodicha.

—A otro perro con ese hueso. Pilar, la situación a nadie engaña. Ve, cambiante y ponte guapa! Conquistaste a ese hombre te guste o no —Ánimo Charlotte siendo acompaña de un "uuuuuuyyy" eufórico por parte de las demás chicas, apoyando a la posible pareja y avergonzando más a la de nombre Pilar, quien se ponía cada vez mas roja.