Life is a theater play │Nightkiller

│Parte 02: Capitulo 9│

Su ruidoso despertador viejo de cuerda hizo que se levantara de un susto. Es un perezoso total, por lo que ni bien lo escucho, aplasto con toda su fuerza la parte superior del aparato con la intención de que se callara. No funcionó; lo aplasto una y otra y otra y otra vez, pero lo único que logro es que el ruido fuera más intenso y desgastado.

Golpeó tantas veces el despertador a tal punto que el artefacto terminó en el suelo aún más descompuesto y dañado de lo que ya estaba, escuchando como algunas piezas del interior del reloj se habían descolocado y ahora parecía una sonaja. Pero el sonido de la alarma jamás cesó. Con su pereza y sueño potentes puestos en ese momento como prioridad, se decidió a dormirse aún con el despertador sonando. «ya me acostumbraré... » pensó mientras se dormía lentamente.

—¡Calla ese puto despertador de una puta vez! —gritó alguien desde el otro lado de la pared soltando fuertes golpes enfadado, asustándolo de nuevo.

—¡¡La gente quiere dormir, hombre!! —Gritó otro desde el piso de arriba.

Se levantó a regañadientes, tomó el ruidoso artefacto, corrió a la cocina y lo tiró enfadado dentro de una caja cubriéndolo con sábanas y más cajas con la intención de que el ruido no escuchara tan fuerte hasta que se callara por sí solo. Esa era la única manera de que el despertador se apagará y que su perezoso trasero se levantara de la cama y fuese a trabajar.

La renta no se pagará sola.

Salió del edificio con la chaqueta más cálida que tenía, una bufanda y guantes. Ya se había acostumbrado al clima, sin embargo, enfermarse no estaba dentro de sus planes.

Transitaba un poco apresurado por las calles, debía llegar a tiempo, su pobre trasero ya no resistiría otro golpe del bastón de Caledon.

Pasó por delante de una tienda de pequeños televisores, todos apilados detrás del cristal, mostrando el mismo programa al unísono; eran un prototipo de una nueva televisión a color, toda una novedad.

—Dígame, Sr. Nightmare.

Se detuvo en seco al escuchar el nombre de aquel sujeto que vio hace 2 semanas atrás por última vez.

—¿Qué planes tiene usted aquí en Rece en conjunto con el resto de sus colaboradores?

Era una entrevista por parte de un canal de noticias; al parecer los negocios habían salido bastante bien. Ahora los futuros proyectos cada vez se sentían más cerca y esa pequeña y casi insignificante entrevista que, quizá no muchos verían por que era temprano por la mañana, era una confirmación asegurada de que los planes ya estaban en marcha.

Estar en televisión ponía al azabache en un nivel casi inalcanzable. Y pensar que Killer estuvo cara a cara con él o más bien, cara a cara con su "tío".

Ver de nuevo a aquel esqueleto de elegante porte y actitud seria hacía que el alma del de lagrimas latiera inquieto, logrando que la sangre se le subiera a las mejillas. Era toda una quinceañera admirando la foto de su amor platónico.

Esa mirada, esa tan dura y fría, esa que le provoca un revuelo en el alma y hace que la sangre se le suba, emocionándose tan torpe internamente.

No sabía cómo manejar sus emociones, no recuerda haber sentido algo por alguien más allá de la camaradería, exceptuando al mago, ese mendigo desgraciado. El solo recordar que hoy sería un día más de trabajo junto a ese hombre le estresa y desagradaba de gran sobremanera.

No supo en qué momento pasó de estar a las siete treinta y cuatro de la mañana a las 6 de la tarde, seguramente se debe a que anduvo vagando entre sus pensamientos. Pronto saldría al escenario.