Cliché 2

1.1K 219 63
                                    

El 23 de diciembre llegó rápido. Mark estaba un tanto enojado, el presidente Donghyuck había dicho que la presencia a la posada navideña era obligatoria, lo que menos quería era asistir a un evento social justo el día que se iba a ir a su pueblito natal y a Dreamland.

¡Además no tenía con quien dejar a Chenle! Debía llevarlo.

—Hola. —Mark contestó el teléfono.

¿Listo para el viaje? —Preguntó la otra voz. Era un amigo de la infancia, Lee Jeno, un alfa bastante inteligente y trabajaba muy duro, durante todo el año ellos se encargaban de Dreamland.

—No, solo haré una escala, haré que me vean en la posada y Chenle y yo haremos nuestro viaje en carretera. —Mark murmuró.

Debes de tener cuidado, hay una tormenta de nieve, dicen que será una fría navidad. —Jeno le comentó.

—Llegaremos a medianoche. —Mark comentó. —¿Necesitas algo de la ciudad? Le compré unas cosas a Jisung, espero que le gusten.

Verás que sí. —Jeno sonrió. —Por cierto, tu mamá se ha puesto a hornear galletas de jengibre junto con Jaemin, quiere que Chenle llegue ya. —Se escuchó una risa. —Pusieron una pista de hielo en el centro de la ciudad, está viniendo muchas personas. ¡Creo que este año pasará un milagro!

—Eres demasiado optimista. —Mark sonrió. —Aunque a Chenle y a Jisung les encantará patinar.

Deberías aprender. —Jeno le mencionó.

—No. —Mark cambió su tono. —Si Renjun no pudo enseñarme, dudo que yo pueda aprender solo.

Claro que puedes, Renjun le enseñó a patinar a Chenle. —Jeno sonrió. —¿Qué esperas? ¿Qué Chenle te enseñe a ti? —Se rio. —Aprenderás.

—Ya veremos. —Sonrió. —Nos vemos en la noche.

Con cuidado. —Dijo.

—Por supuesto. —Mark dijo.

Cuando colgó la llamada telefónica, Chenle salió de su cuarto y se enojó porque él quería hablar con su amigo Jisung, pero su papá había colgado.

—Te ves muy apuesto. —Mark le dijo a su hijo.

—Tú también. —Sonrió.

Ambos varones estaban vestidos con trajes, el de Chenle era muy elegante, estaba feliz de ir a una fiesta, quería saber si volvería a ver a Haechan de nuevo y le echaría en cara que estaba molesto y que no debió engañarlo.

Mark ya había hecho sus maletas para pasar las festividades en su pueblo natal, pasarían navidad en Dreamland, ese era el nombre de su hostal, Jeno lo mantenía en pie y en fin de año la familia de Mark pasaba tiempo allá arreglando todos los desperfectos que había.

Mark se estaba cansando de esa vida.

Tomó a su hijo y fueron a la cena de la empresa, el presidente habían decidido que sería en uno de los hoteles de cinco estrellas de la familia Suh, Mark se sorprendió de la cristalería y las llamativas luces navideñas.

—¡Mira! —Chenle gritó con emoción. —Hay musgo.

Mark sonrió cuando su hijo señaló el techo.

—Se llama muérdago, cariño. —Le dijo a Chenle. —Oye, saludaré a unas personas y nos vamos. ¿O quieres cenar?

Chenle observó que había una mesa con galletas de muchas formas y colores y solo frunció la boca, quería quedarse.

Haechan: Un cliché navideño (MH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora