Cliché 5

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—Te ves precioso. —Chenle le dijo a Haechan.

Haechan sonrió y se puso de cuclillas junto al niño.

—También te ves precioso. —Chenle recibió el cumplido de Haechan.

Jaemin le había prestado ropa blanca a Haechan, un gorro y un abrigo muy suaves y llamativos, Haechan sonrió, era ropa de diseñador que, por el estado de Jaemin, ya no le cerraba, además el omega se veía muy atractivo vestido de rojo y negro y haciendo juego con su esposo y Jisung.

Chenle usaba un traje verde y dorado, Mark usaba un suéter exactamente igual al de Chenle y ambos parecían tener esa tonta tradición de usar "ugly sueters".

—Papá, dile a Haechan que se ve hermoso. —Chenle le mencionó a su padre.

Mark y Haechan aclararon su garganta ante la petición del niño.

—¿Pudieron ensayar? —Mark cambió de tema.

—Sí, será un éxito. ¿Verdad, Chenle? —Haechan le sonrió.

Chenle asintió y algo se removió dentro de Mark, siempre deseó que Renjun estuviera vivo y pudiera cantar junto con Chenle en frente de todo el pueblo, ese pueblo que los había visto amarse y admiraba a los dos, pero Mark se había quedado solo y Chenle también. El año pasado Chenle dijo que quería cantar... Y Mark hizo lo posible, porque Chenle había dicho que quería ser como su papi Renjun, pero Chenle terminó llorando ante la presión. Chenle no era como Renjun y un escenario solo para un niño de cuatro años era demasiado.

Mark agradecía que las personas aún los quisieran como organizadores de la villa navideña en el centro de la ciudad. Mark y Renjun habían hecho mucho por ese pueblito, quizá era tiempo de dejar de hacer tanto...

—Papá, ¿Nos vas a aplaudir mucho? —Chenle sonrió.

Y Mark no pudo evitar sentir mucha ternura, Chenle era y siempre sería su vida. Mark quería darle toda la felicidad que pudiera a su pequeño hijo, quizá ahora no se notaba, pero quizá Chenle sería un omega cuando creciera, Mark no podía imaginarse que su pequeño hijo creciera y se volviera un adulto, aunque sabía que siempre estaría detrás de él apoyándolo pasara lo que pasara...

—Siempre. —Mark murmuró.

Para sorpresa de todos, fue la mamá de Mark quien fue la maestra de ceremonias del evento, los niños del orfanato cantaban y también recibieron sus regalos, todos parecían emocionados, la iluminación de la pista también había sido cara, pero todos habían decidido invertir, necesitaban una temporada turística que valiera la pena.

Se había reunido muchísima gente en la pista y en el árbol.

—¿Están listos para el encendido del árbol? —Preguntó la madre de Mark.

Y había muchos niños reunidos que también tenían regalos, había mucha comida que la gente había preparado para regalar, al final era Nochebuena.

Y de repente, Jisung subió al pequeño escenario y él fue quien jaló un caramelo de dulce cuando terminaron de contar del 10 al 0 de forma regresiva.

Las luces se encendieron como velas en la oscuridad, destellando y trayendo esperanza. Chenle sonrió porque recordaba que todo era similar cuando su padre Renjun vivía, excepto que no era cargado por su papi, sino por Haechan. Y se sentía bien.

Y Haechan también sintió eso. Las luces brillando y llenando el frío ambiente de sonrisas y diversión. Su padre no debía de estar tan preocupado por él, Haechan era una buena persona, era muy trabajador e inteligente, y se estaba divirtiendo mucho en su vida. Haechan debía mencionarle eso cuando lo viera.

Haechan: Un cliché navideño (MH)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora