𝙀𝙡 𝙆𝙞𝙣𝙜𖥔 ࣪ ᥫ᭡ 「CORRIGIENDO | EN PAUSA 」

👑,, Capítulo 023

Allí estaba Stiles recostado en su habitación con Derek a su lado, mirando hacia la pantalla que estaba totalmente negra.

El alfa estaba en su segundo día de celo e insistió en no cancelar la cita. La doctora Lee entró nuevamente, esta vez con todo lo necesario para mantener la higiene.

—Bien, listo. Puedes pararte.

Stiles se levantó, y Derek se sentó en la cama para observar lo que estaban haciendo. El omega se subió a la báscula, y la doctora anotó su peso en una libreta.

—¿Has bebido agua?

—Sí, desde que me levanté. Su majestad insistía mucho.

—Muy bien. —La doctora sacó una cinta métrica y la colocó alrededor del vientre de Stiles, lo que provocó un gruñido de Derek—. Tranquilo, majestad, no le pasará nada a su cachorro o cachorra. —Anotó la medida—. Ochenta y siete centímetros, bastante bien para apenas las diez semanas, y estás llevando una buena alimentación. ¿Qué tal tus antojos?

—Bien, evito comer cosas con muchas calorías, aunque de vez en cuando como chocolate o fresas con chocolate, o cosas azucaradas. No puedo evitarlo. —Los dos rieron al unísono. Stiles se volvió a recostar y subió la camisa de Derek, que aún llevaba puesta.

—Bien, le pondré el gel. Ya sabes la rutina.

Exactamente como dijo, la doctora colocó el gel frío de color azul y luego encendió la máquina. Luego colocó la cámara en el vientre de Stiles y aplicó un poco de presión sin causar dolor ni molestias. Poco después, apareció la imagen del bebé, que estaba tranquilo y cuyo corazón latía tan rápido como si acabara de correr un maratón.

—Bien, es hora de la verdad.

Derek abrazó aún más al omega y murmuró cosas incomprensibles. La única palabra que Stiles logró entender fue "cachorro". Observó los ojos de su pareja y vio que tanto el lobo como Derek estaban presentes.

—Es un, espera... —La doctora siguió moviendo el aparato en el vientre del omega hasta quedarse en un solo lugar—. ¡Es un niño!

Stiles casi saltó de alegría, pero al no poder moverse debido al gel y la máquina en su panza, fue el alfa quien lo hizo. Se sentó en la cama con los brazos en alto y una gran sonrisa, y luego hizo una pequeña reverencia desde su lugar hacia la doctora.

—No hay por qué, su majestad —respondió la doctora, devolviendo la reverencia—. Toma —le entregó un papel para limpiarse el gel—. El pequeño nacerá a mediados o principios de octubre. Debes cuidarte y hacer ejercicios. Eso es todo por hoy.

La doctora recogió sus cosas, y algunos empleados betas entraron para retirar el equipo. Stiles arrojó el papel en el bote de basura.

—Es un niño, ¿estás feliz, Derek?

—Niño, mi cachorro.

El lobo de Derek había regresado. Luego, el alfa tomó al omega en brazos y lo llevó al baño. Lo dejó sentado en el inodoro y preparó la bañera con agua tibia mientras acariciaba tiernamente su barriga.

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Emily caminaba de un lado a otro en la casa de su madre, quien estaba de visita, ya que tenía que seguir con aquel vil plan.

—¿De verdad tengo que hacerlo?

—Claro que sí. Tú eres la que está casada con él y tiene un hijo. Finalmente, me sacarás de la pobreza, y tú fingirás estar muy triste por su muerte.

—Mamá, para empezar, eres tú la que quiere esto. Yo no. Yo estoy embarazada por tu culpa. No quiero tener a este bebé, te lo he dicho siempre. Quiero estar con mi pareja destinada.

—Esa alfa no es tu destinada. Es Oliver. Primer paso, enamorarlo y seducirlo. Segundo paso, hacer que se divorcie de ese estúpido omega. Tercer paso, casarte con él. Cuarto paso, quedar embarazada. Último paso, matarlo.

La omega se sentó, con los pies adoloridos y se miró en el espejo. Su barriga estaba un poco más grande, tenía ocho semanas y con eso ya la visita, ya que tenía que seguir con aquel vil plan.

—Cuando él muera, tú tomarás el mando y criarás a ese bebé. Tú, al ser la esposa de Oliver y madre de su hijo, sus padres no podrán tomar el mando, ya que hay otro heredero al trono. Cuando lo mates, haremos como si alguien más lo hubiera hecho, y si es necesario culpar a alguien más, lo haremos.

—Bien, madre. Vendré una semana antes de que el cachorro nazca y te llevarán al castillo. Una vez nazca, finalmente serás feliz.

Emily salió y subió a un auto negro que la esperaba. Lágrimas se deslizaron por sus mejillas y la chofer la miró.

—¿Todo bien?

—Sí, Camila, todo está bien. Hacía mucho que no veía a mi madre, y estoy feliz. También porque le gustó la idea de ser abuela. —Secó sus lágrimas con la manga de su vestido amarillo.

—Sabe que no me gusta verla así.

—Lo sé, Camila, perdona.