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Como un cuerpo al que le faltará el alma, SeoHyung iba formada en fila con el resto de las criadas de WeJin, era imposible no notarla, parecía como si en cualquier momento fuera a desmayarse o a desvanecerse y claro, le parecía muy entendible, porque ella solo había querido que su hijo se quedará con ella, lo había rogado tanto a Chanyeol que lo perdonará, pero solo había hecho a odios sordos, Baekhyun entonces había sido arrastrado fuera de la casa y ella sentía que toda su voluntad se había ido con él, porque incluso en el momento en el que perdió toda la fuerza de las piernas y cayó sobre el suelo de la habitación del amo WeJin, provocó una conmoción porque dejo caer la bandeja con postres que llevaba en brazos.

La señora Oh quiso ayudarle a levantarse, pero ella parecía que iba a llorar de nuevo, entonces WeJin, el padre de Yeol, se había acercado a ella, queriendo ayudarle, para sorpresa de todos, aunque sabían que la ingenuidad de su amo era provechosa, era incluso una sorpresa para todos que estuviera dispuesto a ayudar a una criada como SeoHyung, que desde hacía días no hacía más que dar lastima y preguntar por las esquinas del pueblo, como un espectro, si alguien había visto a su hijo, pero la entendía.

WeJin no entendía muy bien que había pasado con su hijo Chanyeol, pero esté era tan impulsivo como su padre, así que podía imaginarlo, pero no podía hacer mucho por ella, no podía intervenir en las decisiones de su hijo, porque era un adulto, era un hombre, quién decidía lo mejor para sí mismo, como muchos de familias importantes y no podía hacer nada, así que solo podía consolar a SeoHyung y no castigándola por los errores que había estado cometiendo.

-SeoHyung.- la llamó dulcemente, queriendo ayudarla a levantarse, pero ella solo estaba cerrando sus ojos y suspiraba mientras sus cejas se fruncían, entonces volvía a golpear su pecho mientras lloriqueaba sin tener lágrimas en verdad, las había perdido todas a ese punto ahora. –Tienes que ponerte de pie.-

-Mi señor, usted conoce el dolor de cuando un hijo está separado de ti, pero al menos era de su conocimiento donde estaba su adorado hijo, pero no creo poder seguir viviendo sin saber donde está mi Baekhyun...- SeoHyung golpeó más su pecho con su puño mientras parecía cada vez más desesperada –Mi señor, prefiero ser castigada con la muerte que seguir viviendo con el temor de que algo le haya sucedido a mi único hijo...- WeJin la miraba completamente preocupado, ella, quién siempre había sido una mujer fuerte, ahora se mostraba destrozada y la entendía, pero el dolor que debía sentir, al saber que su hijo, estando en espera, estaba lejos de ella, debía ser inconcebible.

En el pasado, ella lo había ayudado a ser un poco más firme, a tener un poco de mano más dura, pero ahora ella parecía tan rota, incluso cuando llamó a unos guardias para que la ayudaran a ponerse de pie, ella no quería poner ni un poco de fuerza en sus piernas, entonces la miró con desosiego y mando a que la dejaran descansar, pensó que eso era lo que necesitaba, pero incluso entonces, cuando salió a dar una vuelta por sus jardines, terminó viendo a SeoHyung sentada frente a unos crisantemos rojos, sin moverse, sin emoción, para ella estaría muy mal si se seguía quedando ahí, no podía hacer nada por Baekhyun, pero pensó que podría hacer algo por ella.

-La hermana de mi esposo, vive cerca de la costa, muy lejos del pueblo.- SeoHyung alzó su mirada de la taza de té que le había ofrecido WeJin cuando dijo eso, no entendía porque la había llamado a su habitación hasta que dijo eso, era bastante claro para ella. –Ella es joven, es una persona maravillosa y su esposo también lo es, ellos tuvieron muchos niños, pares de ellos, tienen seis, dos pequeños de ocho, otro par de cinco y dos más de 1 y seis meses año y otro de 2 meses.-

-¿Me quiere enviar lejos, mi señor? ¿Venderme?- preguntó mientras WeJin sonreía un poco.

-El lugar en donde viven es un lugar hermoso, pareciera que la calma reina en todo el sitio, la arena es blanca como la nieve, pero cálida como solo ella misma y el mar, llega hasta donde conecta la vista, como si el cielo estuviera unido a él, no te estoy vendiendo, SeoHyung, solo creo que el cambio sería bueno para ti, verte rodeada de menos personas, lejos de esté lugar que ya te ha quitado tanto.- SeoHyung no podía aceptar, tampoco negarse, era la magia de los amos, ellos hacían con personas como ellas lo que querían, aunque entendía que WeJin quería ser amable, era como si le quitará el aire, pero no dijo nada, no podía, de todos modos, la mano de WeJin terminó poniéndose en su mano, mientras ella trataba de contener todo su llanto. –Es lo mejor, es todo lo que puedo hacer por ti.-

Crisantemo RojoWhere stories live. Discover now