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RoWoon nunca antes había mirado a una chica como esa, jamás y era claro, porque muchas de esas chicas terminaban siendo esposas de os hombres ricos, de importantes comerciantes, incluso con los socios de sus padres, Eun seguramente nunca podría haber sido la excepeción, ella seguramente iba a terminar casandose con un hombre elegido por su padre, de haber seguido llevando la vida que llevaba, pero en esos momentos, ella parecía tan accesible hasta para un hombre como él que no tenía nada de ofrecer, aunque su padre había sido un importante médico, nunca había tenido mucho dinero, jamás, ni una casa elegante o criados, en realidad , toda su riqueza estaba en su cabeza, de manera irónica y hasta podría sonar como una excusa, pero no era nada de eso, simplemente no habían sido afortunados.

Una persona como EunChae Park, jamás se habría casado con un vil pobretón como él ó si quiera hubiera posado sus ojos en alguien como su humilde persona, porque seguro que podría haber tenido todo lo que quisiera con el chasquido de sus dedos, pero ahora nada de eso era algo imposible, porque Eun estaba ahí, sentado enfrente de él, practicando su preciosa caligrafía mientras que Yul estaba recitando para él, aunque no le estaba poniendo mucha atención, estaba muy perdido en las hermosas manos de Eun deslizándose por el papel, de verdad que era toda una locura, aunque el niño terminó siseando mal algo y entonces por fin lo había mirado.

-¿Qué es lo que pasa con esa pronunciación, joven Park Yul?- le reclamó aunque el niño entonces solo había chasqueado con su lengua, mirándolo con una ceja arriba, de verdad parecía haber heredado todos y cada uno de los gestos de su padre, de manera engreída, de manera insolente. -¿Quiere volver a empezar por completo?-

-¿Ahora si va a escucharme? Solo está mirando a Eun, ¿si quiera reconoce que yo estoy acá?- Eun había terminado mirándolo completamente avergonzada, sonrojada y Rowoon estaba de la misma manera, aclarando todas sus gargantas, mientras que solo estaban suspirando y negando con la cabeza, le pidió al niño empezar de nuevo y este había rodado los ojos, empezando de nuevo desde el principio todo su discurso.

DongYul era pequeño, pero no era ingenuo, era evidente que esos dos se gustaban y aunque él no entendía mucho de eso del amor, tampoco es que no lo hubiera visto con sus padres, ellos lo derramaban por todos y tenía la teoría que con eso, era algo que se necesitaba para que los adultos tuvieran bebés, por eso su papá tenía uno creciendo en su barriga, el amor también era muchas cosas diferentes, como cuando su abuela le había la sopa que más le gustaba o aún cuando su papá ya no era un bebé, su abuela lo trataba como uno, cuidándolo como uno, acariciando sus piernas que ya le dolían mucho, acariciando su cabello y calmandolo cuando estaba llorando como un completo demente, eso debía ser amor, de otro modo, no tenía sentido como podía soportar todo eso, él se estresaba de solo escucharlo quejarse por décima vez en el día por sus pies y le aterraba la manera en cómo el bebé se movía en el vientre de su papá, era aterrador, ese bebé era producto del amor, pero era atemorizante verlo moverse.

Había muchas cosas que no entendía, pero aún cuando lo quería entender, en realidad era muy complicado y sentía que tenía un montón de cosas de las que tenía que ocuparse que eso, el amor era algo complicado pero no le llamaba la atención, porque de todos modos no lo llegaba a entender del todo, y estaba muy ocupado con sus tareas y todo eso, más cuando su abuela lo había echado de sus labores de la cocina, diciendo que ahora tenían más que ayuda suficiente, con las nuevas empleadas y empleados que tenían, así que ahora tenía mucho tiempo libre para poder pensar y darle vueltas a las mismas cosas, y de todos modos, tenía la idea de que el amor también era darse besos, no le emocionaba la idea de tener que darle besos en la boca a alguien, le daba mucho asco todo eso, uno nunca podía confiar en la higiene bocal de la otra persona y por eso, se había sorprendido mucho cuando había terminado viendo a Eun besando al tutor, siendo apenas un pico, pero los dos parecían tan avergonzados.

Crisantemo RojoWhere stories live. Discover now