Capítulo 44

1.1K 59 2
                                    

Los dos días habían pasado, hoy volvía a mi casa, sea lo que me diga mi papá me daba exactamente lo mismo, con Peter no había hablado, cuando estuve en la clínica veía sus llamadas perdidas, Fran me decía que le conteste, que le cuente, pero por teléfono no le iba a decir che sabes qué estaba embarazada, pero como soy bulímica lo perdí, de todas maneras le iba a decir pero no ahora, no quiero que se sienta culpable, dar lastima no es lo mío, nunca lo fue, llegamos a casa, Martina y Luz no estaban, Fran era el que siempre estaba ahí.


–Vamos a hablar —me dijo Carlos cuando entramos... se acabó el papá que me iba a cuidar.

–Dime.

–Quiero saber qué hice mal, para que me hagas esto, dónde está mi hija ¿Quién sos? Vos no sos mi hija, la nena de 8 años, creciste y te embarazas de un pibe menor que vos!

– ¿Quién sos vos Carlos? Quién? Cuando estaba en Estados Unidos me prometías que cuando venga íbamos a jugar tenis los sábados a la mañana como antes, ahora vivis pendiente de lo que te digan tu mujer y Martinita que ni es tu hija de sangre ¿Y yo? Lo que me pasa no te importa en lo absoluto.

–La, no te hace bien esto, te acaban de dar el alta. —Dijo Fran.

–Francisco anda a tu cuarto.

–Eh bueno. —Me abrazó y subió.

–Vos sos mi hija, me preocupo de todo lo que te pasa, pero también me preocupo de la imagen que damos como familia, cómo se te ocurre ir  a un campamento lleno de pendejos que recién terminaron el secundario a embarazarte? ¿Estás loca? ¿Qué tenes en la cabeza? Por suerte lo perdiste...

–Es lo único que te importa no? Por suerte lo perdiste decís? Me parece que no te estás escuchando, además cómo te pensas que me sentí YO cuando el día que fueron las familias de TODOS los de campamento el único que estaba ahí era Francisco? Porque claro el señor tenía cosas que hacer.

–Es cierto, tenía cosas que hacer.

–Irte a Punta del Este con Luz... eso tenías que hacer? Estar tomando sol con tu mujer en la playa es más importante que yo, claro.

–Estás diciendo cualquier cosa Mariana.

–Yo siempre hablo cualquier cosa, sabes? Ese día que fueron me sentí muy feliz de ver a Fran y que él conozca al pendejo del que estuve embarazada, te agradezco haberme mandado ahí porque sentí que de verdad le importaba a alguien.

–Anda a tu cuarto.

–Esa es tu respuesta para todo lo que no queres escuchar no? Anda a tu cuarto.

–NO ME BUSQUES MARIANA PORQUE— Me levantó la mano a punto de darme una cachetada.

– ¿Me vas a pegar? Es lo único que te falta, es irónico, hace tres días me estabas pidiendo perdón, qué pasó?

–Anda a tu cuarto.

–No sos mi papá, de eso estoy totalmente segura.


Subí a mi cuarto, por inercia tomé el marco con una de las fotos que me regaló Peter, lo necesitaba tanto en este momento.


—Flashback—


–Te imaginas qué hubiera pasado si no hubiéramos estado acá? Nos encontraríamos igual? —Me preguntó él, queestaba sentado bajo nuestro árbolyyo acostada con la cabeza sobre sus piernas y él jugando con mi pelo entre sus dedos.

¿Realmente amor? COMPLETAOnde histórias criam vida. Descubra agora