¡Yo soy el Emperatriz Harry! | Drarry | Temporada 1

23- El Inicio de Todo

—¡Mamá! —grite un poco asustado.

—¡¿Qué paso?! —dijo entrando al cuarto preocupada.

Su confusión era igual a la mía.

—Ha-Harry... —escuche decir se acercó a mi con cuidado.

Yo estaba super quieto no sabia que hacer, me abrazo y los libros cayeron al suelo.

—¿Qué fue eso? —pregunté asustado.

—Es magia Harry... Eres un mago igual que tu abuelo —dijo y quede asombrado.

—¿Un mago? —dije incrédulo.

—No debes contarle a nadie sobre esto, a nadie, los magos y brujas en este momento tienen muy mala fama... Pero debes aprender a controlar tu magia, se a quien buscar —dijo mientras bajaba de mi habitación.

Así que... Ahora soy un mago... Y no debo decirle a nadie.

Después de aquel suceso, un señor me empezó a enseñar como controlar mi magia, y fue muy fácil aprendí rápido, sin embargo quería más conocimiento.

—¿Puedo aprender otra cosa? —pregunté

—Mmm... Pues podrías aprender hacer pociones, aunque Dumbledore no puede enseñarte —dijo y me entristece.

—Bueno —dije.

—Pero... puedes enfocarte en querer ser Emperatriz, escuche que el sacerdote está luchando junto a el Príncipe Máx, para ser Emperatriz, y posiblemente se apruebe la ley —dijo y me animo.

Los días pasaron, yo seguí estudiando para prepararme, aunque sabía que no tenía ninguna posibilidad. Un dia llegó una carta.

—¿Qué es mamá? —dije al verla sonreír.

—El Emperador Lucius Malfoy desea conocerte, dice que busca un prometido para su hijo, y solicito tu presencia en el Palacio —dijo emocionada.

—¿Enserio? —dije sorprendido.

¿Esto será obra del Príncipe? Si es así, no creí que fuera a tomárselo enserio, sólo estaba comentando que podría pasar, auque me hace feliz que podría ser su prometido.

[Después de la reunión en el Palacio]

Había salido de la Palacio Imperial del Sur, estaba impactado por la noticia.

—Harry... Quiero decir... Eh... ¿Cómo debería llamarte ahora que eres mi prometido? —dijo el príncipe.

—Eh... Harry supongo... —dije sin haber procesado todo por completo.

—¿Estas bien Harry? —dijo tomando mi mano.

—Eh... No lo sé —dije, el príncipe había entre lanzado nuestras manos, y sonreía, mientras yo procesaba todo.

—Ahora podrás convertirte en Emperatriz —dijo sonriendo.

—Si... —dije sonriendo un poco.

—Eh —dijo y soltó mi mano —Gracias por aceptar el compromiso.

—Si... No es nada —dije

—¿Vamos al pueblo a divertirnos? —preguntó.

—Príncipe...

—Harry por lo menos dime prometido ahora que lo somos, ya no me sigas diciendo príncipe —dijo el príncipe.

—Mi mamá me dijo que siempre debo hacerlo, es parte de mi educación —dije pero el ignoro mi respuesta.

—Ven conmigo —dijo y me guio al pueblo.

El Príncipe era la única persona que me habla aparte de mi familia, Hermione Granger y la familia imperial, con la familia Lovegood nunca había socializado, ya que las hijas eran muy reservaba.

—Es el príncipe Draco Malfoy —dijo una chica emocionada.

—Príncipe Draco, que hermoso está hoy —dijo otra acercándose mucho al príncipe.

Sentí enojo sin saber por qué, pero mi mamá me había dicho que si quería ser Emperatriz debía controlar mis enojos, y mantenerme serio ante cualquier situación, que no reflejará mis temores y emociones.

—Hola chicas, lo siento pero debo seguir el recorrido con mi prometido —dijo el, alejando a la chica.

—¿Tu prometido? ¿Ya tienes uno? ¿Quién es? ¿Es de familia rica? ¿Como...?

—Debo irme —dijo y tomó mi mano y comenzó a correr haciéndome correr a mi.

Al parar nos sentamos en un banco.

—Príncipe... No... Me... Vuelva... Hacer... Correr —dije con la respiración agitada.

—Fue... Grandioso... Admítelo —dijo el príncipe de la misma manera que yo.

—Príncipe deberíamos comportarnos, ya vamos para ser Emperadores —dije y al príncipe no le agrado.

—Deja aún lado esas cosas, disfruta de todo lo que te rodea.

Pero después de ese día, no me quedaba tiempo para salir con el, mi madre me ponía trabajo más trabajo, y el príncipe tampoco se salvaba, el también estaba de la misma manera, por lo menos, ahora tenía esperanza de verlo, ya que estudiaba en la Mansión.

—Princesa —dijo y me sonroje.

—Príncipe no me llame así —dije con mis mejías coloradas.

—¿Por qué no? Tu me llamas príncipe, yo te llamaré princesa, aparte suena lindo cuando te llamo así —dijo y uno de mis libros se callo al ponerme nervioso.

El Príncipe se agachó y recogió el libro.

—¿Quieres que te ayude? —preguntó y asentí.

—Muchas gracias —dije cuando me quito la mitad de mi torre de libros.

Llegamos a la biblioteca, y pusimos todo en una mesa.

—¿Estudias historias de familias imperiales? —preguntó y asentí.

—Si, quiero saber como son, para ver si encajo.

—No necesitas encajar, eres perfecto tal y como eres.

—Igualmente me lo leeré —dije.

—Princesa... —me llamo y lo mire —¿Podemos escaparnos esta noche? Quiero llevarte a otro lugar especial.

—Príncipe tenemos deberes, primero terminemos ¿si? —pregunte y el solo bajo la mirada.

—Siempre estas estudiando, y si no estas ocupado tu, yo lo estoy, casi ni nos vemos... Prepararme para ser Emperador no sirve si no puedo pasar tiempo con mi futuro Emperatriz —dijo el príncipe.

—Príncipe es impo...

—Olvida lo que dije, sigue estudiando, me voy a mi habitación —dijo y salió de la biblioteca.

Me quedé solo en la biblioteca, mire mis libros y pensé en las palabras que me dijo el príncipe, corrí hasta su habitación y lo encontré.

—¿Aún tienes ánimo de llevarme Príncipe? —pregunte con una pequeña esperanza.

—¿Seguro? —preguntó y yo asentí.

Pasamos una linda noche en el campo, y nuestros anillos de compromisos resaltaban con el brillo de la luna.

—Me alegra que seas mi prometido, mi pueblo tiene a un emperatriz magnífico —dijo el príncipe y me sonroje.

—Cualquiera podría igualarme príncipe, no creo tener mucho conocimiento —dije nervioso.

—Claro que sí —dijo cerca mío.

Me quedé congelado mientras el príncipe se iba acercando más a mi, hasta tal punto de rozar nuestro labios, y de pronto me beso, fue tan hermoso, tan increíble.