19

748 71 47
                                    

Doce días se contabilizaron rápido, y ____ empezó poco a poco a vivir con la idea de que su madre ya no estaría, nunca más. Aquello, era un poco irónico, ya que, siempre estuvo algo ausente; pero no era esta clase de ausencia.

Katie se alegró de ver a su chica, avanzar poco a poco. No se encerraba tanto en sí misma (como hacía un par de días), la joven comenzó a comer como antes. Tanto así que, algunos mini pasteles que horneaba Katie no duraban, ____ se los comía aún calientes, justo después de ser sacados del horno. Su apetito había vuelto.

Actualmente, en una oficina privada.

-Y eso es todo lo que tenemos de ella -Alfred arregló su traje negro, al mismo tiempo que apagaba un Video Beam-

El hombre les había enseñado una muestra de las pistas que tenían, la Interpol buscó en su base de datos, consiguiendo a tres mujeres con las descripciones físicas parecidas a "Amelia Harris".

La primera que apareció en el proyector fue: una mujer pelinegra con muchos tatuajes, era alta y usaba gafas, su tez era morena. El registro la tenía como una traficante de armas, originaria de Pakistán. Había sido seguida por dos años, sin atraparla exitosamente.

Al verla, ____ negó, esa no era la mujer que las acosaba día y noche; la menor apretó sus puños con ira, deseaba que la atraparan de una vez.

La segunda en aparecer, fue: una mujer alta, bronceada y rubia, con unas gafas rojas que reposaban sobre su nariz. Su mirada en la fotografía, era algo inquietante... e incómoda. El registro arrojaba que se dedicaba a robar autos, con los cuales transportaba droga entre algunas fronteras Sur Americanas.

Catalogada como Libanesa, la mujer era perseguida por los oficiales de la Interpol, durante al menos cuatro años, quienes habían fracasado en capturarla nuevamente; dejando el caso abierto.

La menor negó viéndola detalladamente, no tenía esos ojos siniestros que conocía a la perfección. Katie suspiró a su lado cansada, mientras sentía caricias en su palma, ____ la reconfortaba siempre.

La tercera y última sospechosa era: una mujer alta, de ojos color miel, cabello rojo, pómulos afilados y mirada algo venenosa; siendo esta escondida por un par de gafas negras. En el registro se pudo leer su muy pequeño y grave historial. Ella se dedicaba a vender órganos humanos en el mercado negro y/o Deep Web, empezando desde el inicio de su adolescencia, con un hombre Húngaro. Había nacido en Moscú, Rusia. La Interpol la había perseguido desde hace más de nueve años, y cuando pudieron capturarla; la mujer se escapó ágilmente, tal como un conejo en el sombrero de un mago.

Cuando ____ leyó todo sobre ella, ahogó un gritito, era espeluznante leer a detalle cómo capturaba a personas sin hogar, ofreciéndoles cobijo, para luego asesinarlas... su sello en los cuerpos, era la marca de una serpiente. Dicha serpiente había estado en uno de los brazos del cuerpo de su madre (al ser encontrada).

La joven se estremeció en la silla, sintiendo náuseas..., volvió su mirada a la fotografía, detallándola bien; coloreó mentalmente su cabello de castaño, y cuando obtuvo la imagen mental ____ jadeó, dió en el clavo.

-¡Es ella! -gritó _____- ¡Lo juro! ¡Es ella! -repitió saltándo de su asiento, apretando su puños nuevamente- "Agata Vólkova" -leyó la ficha con el nombre-

-¿Está segura? -le preguntó un hombre bajito con bigote- Por que si no, podemos multarla por...

-William, no te metas... -lo reprendió Alfred, mientras el otro le bufaba, saliendo con un portazo del área que usaban como interrogatorio- Discúlpenlo... es un poco... amargado -contestó-

-Ya vemos... -Katie suspiró, bebiendo un sorbo de agua, y pasando la botella a ____, para que se calmara un poco-

-Si confirmas que es ella, le creo ____. Además es muy evidente por su rastro al terminar con sus victimas... -el hombre la miró brevemente, para luego hacerle señas a unos cuatro compañeros por el gran cristal negro, que salieron con rapidez de la habitación ante la orden-

Tú y Yo (Katie Mcgrath y Tú)Where stories live. Discover now