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_______ amaba a Kika, enserio, mucho, pero en todo el camino no había parado de hablar y molestar a Leo. Estuvo a nada de darle un zape en la cabeza.

—Ay, pero por lo que oí, tú no tienes una mamá que te cuide.—

—Kika, eso no se dice.—

—Pues no escuchaste muy bien eh, por que yo,
Yo a mi mamá la llevo aquí en mi corazón.—De pronto el moreno se abrió la camisa, ambas niñas se sobresaltaron y se cubrieron los ojos, con cuidado quitaron sus manos de sus ojos y vieron que (afortunadamente) Leo llevaba una camisa debajo, además de que el camafeo no estaba.

—Ah, Leo..—Apuntó a su pecho.

El moreno frunció el ceño, miró a hacia abajo y vio que su dije no estaba.

—¡Mi camafeo! Ayúdenme a encontrarlo.—

—Pues si nos dices cómo es...—Kika le dijo

—Es un dije con una cadeni-, ay, ¡pues como son los camafeos!—Kika rodó los ojos.

Los tres se pusieron a buscarlo.

—Pero si está tan feo, pa' que lo queremos encontrar...—

La castaña se arrastró entre uno de los arbustos, sonrió cuando vio el dije, pero era sostenido por una mujer, tocó el brazo de Leo y apuntó su dedo al camafeo. Leo susurró un "Gracias" y se acercó. Antes de que pudiera decir una palabra, la mujer hablo.

Inintij te motinemi.—Ambos intercambiaron miradas.

—Eh, este...¿mande?—

inintij te motinemi.—

Leo se acercó a la castaña.

—¿Entendiste lo que dijo?—Le susurró. Ella asintió.—¿Que dijo?

—"¿Esto es lo que buscas?"—Leo asintió.

—Este...si señora, es eso lo que buscaba. ¿Me lo puede devolver?—

La mujer, aun sin voltearse, le entregó a Leo su dije, este contento se lo colocó alrededor de su cuello nuevamente.

—¡Kika ya vámonos!—

La castaña miró hacia atrás del moreno, quedó paralizada, levantó su mano y apuntó a la mujer detrás de él.

—¿_______? ¿Que tienes?—Leo volteo la mirada.

La horrible mujer fantasma estaba a centímetros de su cara, tiro un grito desgarrador y levantó sus brazos hacia el moreno. Era horrible, sus ojos estaban rojos y eran tan profundos.

De no ser por Kika que los empujó a ambos, ella se lo habría llevado. Cayeron uno tras otro en el pasto.

—¿Ves como si me necesitas?—Kika le dijo a Leo.

Otro grito de la mujer los alertó. Kika tomó las manos de ambos para comenzar a correr lo más rápido que sus pies se lo permitió.

Leo tomó a Kika del brazo y la cargó en su espalda. Dando vueltas por callejones, ríos, casas y puestos la castaña esperaba que no los alcanzara

Hasta aquí llegaban, ¿así es como moriría? Realmente su mente estaba tratando de procesar lo que había sucedido en menos de segundos, sus piernas le pedían a gritos que se detuviera, pero siguió corriendo, debía poner a Kika a salvo, a ambos.

Miro hacia atrás y soltó un grito al ver que la mujer estaba realmente cerca, con el corazón a mil por hora dio un salto para evitar tropezarse con una caja. Leo intentó hacer lo mismo, pero no corrió con la misma suerte.

-By your side- Leo San Juan x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora