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HOLA GENTEEEEE VOLVII
Me desaparecí un chingo de meses, pero estamos de vuelta🙏🏻
Ténganme paciencia, me tomara algo de tiempito volver a tener la inspiración, tiempo y forma de escribir que hace unos meses😭 les hice este pequeño one shot de antes los acontecimientos de Guanajuato por agradecimiento al apoyo que está historia tuvo, no creo que llegaría tan lejos, los quiero<3 Espero hayan tenido unos meses increíbles!
En este os rayita y leo tienen 17 añitos, ya están viejos.


Don Andrés les había pedido a los dos jovenes del equipo que se quedaran a vigilar el lugar donde acampaban mientras los demás salían a buscar provisiones, puede que ellos no tuvieran hambre pero alebrije si que comía.

Además de que, podrá ser viejo pero no tonto, notaba algo especial entre los dos adolescentes que le pareció buena idea dejarlos solos un momento, claro que, si nueve meses después había un nuevo integrante en el equipo sería culpa suya.

_________ no solía hablar mucho de su pasado, o eso era lo que Leo había aprendido de ella en los últimos años que estuvieron juntos, su amistad se volvió algo muy bonito a decir verdad, se apoyaban mutuamente. Ella decía que no le gustaba mencionar su vida antes de quedarse con la familia de Kika, pero le había contado a Leo lo necesario.

Ella confiaba en el, el confiaba en ella, todo era lindo.

O al menos eso pensaban.

Claramente era obvio que los sentimientos se harían presentes, ambos se habían apoyado en sus momentos buenos y malos, realmente se sentían queridos el uno por el otro.

Claro que era algo que preferían mantener en secreto. No tendría sentido arruinar esa bonita amistad que habían construido por unos sentimientos que fácilmente podrías desaparecer.

—Odio vigilar.—La castaña lanzó un quejido mientras se recargaba en uno de los árboles, que quedaban justo enfrente de su centro de acampamento.

Se quedarían una noche antes de poder partir, aunque mientras más rápido sería mejor para ellos, las personas necesitaban su ayuda.

—No es tan malo, al menos podemos hablar sin tener que aguantar los gritos de los demás.—El moreno soltó una pequeña risa

Ella jamás se cansaría de escucharlo reír.

La castaña reviso su mano derecha, observando el brazalete que Kika le había obsequiado en su último cumpleaños antes de irse de Xochimilco.
Bajo la atenta mirada del moreno, sonrió con tristeza al recordar a su pequeña amiga, realmente la extrañaba. Había sido como una hermana para ella.

Se había prometido a sí misma regresar luego de haber al menos haber logrado mucho más que solo discutir con el alebrije sobre quien se comería el último pedazo de pan. Las lágrimas quisieron regresar a sus ojos al recordar a su antigua familia.

De verdad anhelaba regresar a Xochimilco.

Leo se acercó lentamente.

—¿Puedo?—La castaña desvió sus ojos y accidentalmente los conectó con los del muchacho en frente de ella.

Leo con una pequeña sonrisa señalaba la pequeña pulsera.

Ella asintió. Con la yema de sus dedos, delicadamente tocó la pulsera.

La castaña atenta a sus movimientos. Bajo su mirada al brazalete.

—Es tan bonito, Kika lo hizo, ¿verdad?—Le sonrió. Leo juro casi desmayarse al ver a ________ sonreírle de vuelta.

—Si, fue la pequeña demonia.—

—Oye, tampoco era-

—Créeme Leo, era una niña tan inquieta.—

—Lo sé muy bien.—

Como si no hubiera hecho que la Llorona casi la matara, pero en fin.

El moreno levantó su cabeza para mirarla mejor, sin darse cuenta había quedado perplejo por el hermoso brillo de los ojos de su amiga. Nunca se cansaría de verlos.

Su brillo era tan particular, era hermoso, la forma de sus ojos, como se hacían pequeños cuando sonreía, sus pestañas, como solía sonrojarse cuando el le hacía un cumplido. La respiración de la contraria se cortó por un momento, sintiendo demasiado cerca al menor de los San Juan.

Sus rostros estaban tan cerca, ella quería gritarle que la besara, la tortura de tenerlo tan cerca era horrible. Ella lentamente bajo la mirada hacia los labios de Leo.

¿Cómo se sentiría probarlos?

¿Por qué de pronto sentía un gran calor rodearla? ¿Hacía demasiada calor o era ella?

Sin darse cuenta el moreno ya tenía su mirada puesta en los labios de la castaña, su deseo por probarlos era inmenso, con cautela acercó su mano a la mejilla de la muchacha.

Con su pulgar acarició suavemente sus labios.

Pero, ¿qué estaban esperando?

Con ayuda de su mano acercó la cara de su amiga, poco a poco acortando la distancia que había entre ellos.

—¡Pelona su mamá, Don Andrés!—Se separaron rápidamente mientras fingían demencia.

Ambos soltaron un suspiro al poder separarse antes de que los demás los vieran.

Pero, ¿qué acababa de pasar?

—Con mi madre santa no te metas, lagartija.—

—¡Ay, ya! Estoy hasta el copete de escucharlos pelear.—La voz chillona de Teodora se aproximó.

—¿Y q-que encontraron?—El moreno intentó disimular.

—Leo, ¿estás bien?—El corazón del moreno se congeló un momento al escuchar la pregunta de la fantasma.

—S-Sí, ¿por qué p-preguntas?—El sudor recorría su frente y sus manos comenzaban a picar.

—Estás rojo, y estás empapado en sudor.—Frunció el ceño.

—¿Todo bien, muchacho?—

—Claro, ¡cómo nunca!—

La castaña quiso darle un golpe.

—Bueno, ¿podemos comer ya?—_______ intervino.

El anciano asintió.

Se dirigieron al campamento y la castaña le dio una última mirada a Leo.

Sintió su corazón estrujarse al no poder lograr su cometido, a pesar de que le hubiera encantado poder besarlo, ¿no haría todo más complicado? ¿Qué tal si se ella se iba? ¿O si Leo no sentía lo mismo? No estaba segura, solo tenía una pregunta en mente...

¿Qué carajos acababa de pasar?

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⏰ Última actualización: Apr 09 ⏰

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-By your side- Leo San Juan x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora