6. SABIDURÍA DIVINA

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Byron pensó en cómo hacer para sacar la información a Candela, pero antes de que pudiese planificarlo Strange le dijo:

- Byron, tenemos que seguir con el entrenamiento.

El chico de cabello rubio hizo caso y decidió pensar en su misión más tarde. Ahora iba a seguir con su entrenamiento para poder convertirse en un guerrero.

Los dos salieron a la calle, mientras que Claude y Bryce se fueron a la sala de entrenamiento. No se alejaron mucho de la casa, se pusieron en el jardín a entrenar.

- Bien - comenzó el hechicero - hoy te enseñaré a luchar, está claro que tienes unas habilidades extraordinarias, pero si no sabes luchar de poco te van a servir. Es por ello que tienes que aprender a pelear.

Después de unos segundos, Strange dijo una cosa más antes de empezar:

- Tienes que recordar que la pelea solo hay que usarla como método de defensa, como último recurso - dijo el doctor - la lucha es algo a lo que hay que recurrir para defenderse a uno mismo o a otra persona.

- De acuerdo - dijo Byron - ¡Lo tengo claro!

Byron quería convertirse en un buen luchador para así defenderse y poder defender a sus seres queridos también.

- Lo primero que harás será dejar en el suelo los brazaletes, quítatelos - ordenó Stephen.

Al mismo tiempo su aprendiz hizo caso y se quitó los brazaletes dejándolos en el suelo.

- ¿No se supone que tengo que aprender a controlar mis poderes? - preguntó Byron, bastante confundido por la orden de su maestro.

- No cuestiones mi forma de entrenar chaval - respondió el mago - yo sé perfectamente lo que hago, no vuelvas a cuestionarme.

Byron decidió no rechistar acerca de su forma de hacer sus cosas. Lo cierto es que con esa bata azul encapuchada imponía bastante.

- Lo siguiente que harás será hacer los ejercicios de esta lista al pie de la letra y sin rechistar.

Strange le entregó una hoja de papel que estaba escrita a mano, en ella ponía lo siguiente:

1. 100 vueltas alrededor de la casa

2. 100 flexiones

3. 100 abdominales

4. 200 saltos de tobillo

5. 100 sentadillas

6. 10 minutos de plancha sin descanso

Después de leer la hoja, Byron se quedó extrañado. ¿De verdad tenía que hacer todos esos ejercicios?

- No te sorprendas tanto - dijo Strange.

"¿Cómo que no me sorprendiera tanto? Esos ejercicios eran imposibles para mí, ¿quería matarme?" pensó el chico.

- Tus hermanos hacen esto todos los días y el doble de veces, no deberías tener dificultad para realizarlos.

Byron decidió no rechistar, no debía juzgar la forma de entrenar de su maestro, si Strange quería que hiciese eso es que algún significado debía tener. Después se dio cuenta de que le había ilusionado, Byron se pensaba que hoy iba a aprender a luchar, pero no fue así, lo que debía hacer eran ejercicios.

- Ya puedes empezar, cronometraré tu tiempo, y mañana harás lo mismo, pero con los brazaletes puestos, ¡para añadirle dificultad! - dijo el hechicero.

Lo dijo con entusiasmo, parecía que se lo estaba pasando en grande viendo como sufría Byron. Se preparó para hacer lo primero de la lista, 100 vueltas alrededor de la casa. Lo bueno que tenía ese ejercicio es que la vivienda por fuera no era muy grande, no ocupaba gran cosa, pero aun así le parecía muchísimo.

Byron Love - La Espada PlateadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora