Boda a mis 15 "BAM 15"

11:

— ¡Aceptaste casarte!

Mis tres acompañantes llenaron de gritos BlueStacks, mientras yo con el dedo índice les hacía seña de que guardaran silencio.

Cuando se percataron de las miradas de los comensales noté un leve rubor en las mejillas de Leyla, lo cual me hizo imposible evitar cortos chasquidos.

—Que mal Leyla, que va a pensar tu clientela.

—Cállate—  respondió en voz baja.

—No te nos desvíes del tema—   intervino Tristy antes de devorar un trozo de pastel.

*suspiro*

Ante las miradas intimidantes; en especial la de Mara, proseguí.

— No he aceptado—   Leyla arqueó una ceja —  bueno,por lo menos no todavía.

Nos mantuvimos en silencio por un corto período, hasta que el silencio se desvaneció.

—En serio vas a facilitarle todo a tu padre —  lanzó bruscamente sus palabras .

—No es que yo quiera Mara, ¡Por el amor a Dios! ¿que esperas que haga?

— No rendirte, claro está.

—Elissa, ¿te has puesto a pensar en mi posición?

— Me llamo Mara,odio que me digas Elissa.—  se defendió.

—¡Te digo como me venga en gana!

Observé la sorpresa estampada en su rostro.

—Sabes que estoy cansada de esto, ¿crees que yo quiero casarme? ¿crees que estoy contenta?

— Annie, no quise decir...

—¿Crees que no dejo de sentirme como un maldito objeto?-- no la dejé continuar

— Calma Annie.

— No me calmo Leyla, se supone que es mi mejor amiga y debe apoyarme; Pero no,  sólo se enoja porque no hago lo que a ella le apetece.

Solo lanza palabras al viento y no sabe como ponerlas en práctica, no sé que piensas—  volví mi atención a Mara—  Yo no estoy jugando a la familia, me están obligando a formar una.

Dicho esto recogí mi bolso dispuesta a irme, no sin antes ver su expresión era como si mis palabras la hubiera abofeteado.

Debo decir que espero que le haya dolido ya que no me arrepiento de nada.

Mientras caminaba logré llegar a una sola conclusión acepte o no Mike y Roger llevarían a cabo una boda.

Pero si ponía de mi parte por lo menos no sería tan tediosa, bueno eso es lo que esperaba.

Al llegar a casa instantáneamente supe que Mike había llegado al oír el rechinar del sillón  y era justo el momento para decirle lo que había pensado.

—Hoy has llegado más temprano que de costumbre—  inquirió inmediatamente cuando me vió en la puerta del despacho.

—¿Si? no lo había notado —   mentí, sabía perfectamente que eran las tres de la tarde.

—Te has quedado sin dinero ¿cierto? —   me miró con desaprobación —   Analisse cuantas veces te he dicho que nunca salgas con lo justo de dinero, siempre hay que ser precavido y llevar un poco más.

— No es nada de eso.

—¿no?—  apartó de su lado el computador.

— No, es más me ha sobrado un dolar; Sólo quiero hablar—   vacilé.