Capitulo 10

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En función de la gravedad del traumatismo la APT puede durar desde unos minutos a varias semanas o meses.
A menudo la evolución de la APT sigue un curso fluctuante, pudiendo oscilar el nivel de orientación, de colaboración, de agitación, etc. a lo largo de un mismo día.

Se considera que un sujeto está fuera de APT cuando es capaz de recordar adecuadamente la información sobre las actividades cotidianas de un día a otro.

RECOMENDACIONES:

~ Evitar ambientes con demasiados estímulos (ruidos, voces, luces,...) ya que esto puede aumentar su confusión e inquietud.
~ Hablarle despacio y sin gritar.
~ Hablarle del accidente; saber qué está pasando puede ayudarlo a tranquilizarse.
~ Mostrarle fotografías de su entorno, de familiares y lugares conocidos.
~ Proporcionarle información que le ayude a orientarse en tiempo (año, mes, época del año,...) y en lugar (ciudad, hospital,...). Utilizar un calendario.
~ Darle pistas para ayudar a recordar acontecimientos recientes.
~ Repetir las cosas varias veces. No dar por supuesto que recuerda cosas que pasaron recientemente, ya que es muy probable que no lo recuerde.
~ En el caso que repita una y otra vez una palabra, frase o actividad, trate de desviar su atención hacia otra cosa.
Si dice cosas incoherentes, no intentar razonar con él, lo mejor es cambiar de tema.
~ Para minimizar frustraciones, permitirle moverse bajo supervisión.

— Charles solo me preocupo por ti. — Pierre lo miró. — ¿De que hablabas con Carlos?

— El quería que aclararamos todo, pero ¿para que? Lo que hizo, lo que ambos hicimos ya está, no lo podemos cambiar. — negó. — Ademas las pastillas me han ayudado mucho, ya no estoy confundido, mi mente está volviendo a la normalidad, estoy mejorando, pronto no quedará ni un rastro de la fantasiosa historia que me cree.

— ¿Y los sentimientos? — el francés le sonrió de forma tenue. — ¿Esos como los harás desaparecer?

— No necesito hacer nada Pierre, no tengo sentimientos por Carlos, solo es parte de la confusion en mi estropeado cerebro. — le restó importancia con un ademan. — Y aunque los tuviera, es imposible, Carlos y yo jamas podríamos tener algo, el no es gay o bueno, eso es lo que dice.

Ambos soltaron una carcajada, mientras negaban, si el piloto numero 55 de Ferrari aun se negaba a admitir que le gustaban los hombres, era gracioso, siendo que ya se había follado a uno.

— ¿No tienes curiosidad de saber por qué el? — George se incluyó en la conversación, aventándole unas papas. — Me refiero, hay pilotos mas guapos aquí, ¿por qué tu mente descompuesta lo eligió a él?

— Lucille dice que quizá fue porque ambos tenemos un lazo de compañerismo y amistad fuerte, pero realmente no hay una explicación como tal. — se encogió de hombros. — Quizá Carlos era una de mis fantasías ocultas y el golpe en la cabeza lo sacó a relucir.

— ¿Por qué estamos de acuerdo en que soy mas sexy? — el inglés se burló, haciendo reír a ambos.

— ¿Más que Sainz? Lo dudo. — Charles sonrió, guiñándole un ojo.

— Deja de coquetearle a mi hombre McQueen. — Pierre se unió a las burlas.





~•~•





Charles despertó en medio de la noche, estaba completamente sudado y sus manos temblaban, ¿que había sido aquello? ¿por qué su mente seguía insistiendo en inventar historias con el español?

Suspiró, ese sueño de nuevo o quizá era pesadilla, no sabía como identificarlo a decir verdad.

Era Carlos cocinando sin camisa, con un simple pantalon de chándal, el estaba riendo, mientras presumía sus dotes culinarios con una tortilla española.

“Feliz cumpleaños mi angel” — decía, sonriendo genuinamente. — Arruinaste la sorpresa, iba a llevarte la comida a la cama.

Sonreía cuando terminaba de hablar y después soltaba un comentario sagaz, antes de lanzarle un beso y reír.

“Angel”, esa palabra se repetía en su mente, pero no era su voz, sino la de Carlos, resonando en sus oídos.

Charles suspiró frustrado, tapando su cara con una almohada, ahogando un grito en ella, ¿que estaba pasandole? Quería desaparecer, quería ir a cualquier otro lugar, quería sacar al español de su mente.

Tomó otra pastilla del pequeño frasco, notando como ya solo quedaban menos de 10, habian logrado su objetivo, las fantasías con Carlos de protagonista habían casi desaparecido en su totalidad, a excepción de ese sueño, ese que se repetía en su mente.

— Ya sal de mi cabeza Sainz. — murmuró para si mismo. — Te lo ruego, ya deja mi mente en paz.


•~•~

Carlos abandonó el hospital la mañana siguiente, solo para ser enviado al consultorio de psiquiatría, donde el doctor le explico el proceso para recuperarse por completo, asegurandole que no le tomaría mas que algunas semanas.

El español asintió, comprendiendo lo que el hombre hablaba, pero a la vez negando en su mente, no quería recordar que se había comportado como una mierda con Charles, no, el solo quería recuperarlo, quería tenerlo cerca de nuevo.

— ¿Te apetece ir por algo de comer? — Lando preguntó.

— Prefiero ir a casa, yo, tengo mucho que recordar. — negó.

— No lo harás todo en un día Carlos, debes tener paciencia. — el inglés negó.

— No puedo tener paciencia Lan, estoy perdiendo a Charles y temo que sea para siempre esta vez. — murmuró, mirándolo a los ojos.

— Entonces habla con el. — se encogió de hombros. — Dile la verdad, muestrale ese álbum y se sincero con el.

— ¿Y si nunca puedo recordarlo?

— Carlos, el está tomando medicamento que no necesita para olvidarte, no es justo que lo sigas permitiendo. — soltó molesto. — Tu obligación es ser sincero y decirle toda la verdad, ya el sabrá lo que hace con eso.

El español asintió y cuando menos lo supo ya estaba en la puerta de Charles, con el álbum en su mano, pensando en si debía timbrar o era mejor recoger sus pasos y volver a casa.

— ¿Ibas a tocar en algun momento? — el monegasco lo asustó, abriendo la puerta con una suave sonrisa.

— Tomaba valor...

— Si quieres puedo cerrarla nuevamente y esperar. — la divertida sonrisa en el rostro del ojiverde le dio la confianza que necesitaba, haciéndolo sonreír también.

— Quiero hablarte de algo, es importante.

— Entonces entra, estaba por pedir pizza. — se adentró en el departamento, siendo seguido por el español, quien observó la sala con curiosidad, fijando su vista en la computadora abierta y el pequeño cuaderno a su lado, sonrió, la caligrafía era hermosa. — Acabo de terminar mi sesión con Lucille.

Fue la explicación que el monegasco le dio, encogiéndose de hombros.

— ¿Que pasa Carlos? — Charles entrecerró sus ojos con curiosidad, sentándose en el sofá, invitando al mayor a hacerlo también. — Dijiste que querías hablar, pero hasta ahora solo yo sido quien no ha parado.

— Es sobre el accidente y sobre nosotros... — apretó el álbum con fuerza, notando como la comprensión llegaba a los ojos del menor.

— No tienes que hacer esto Carlos, yo aun estoy apenado por la forma en que te comprometí en todo esto. — sus mejillas se pintaron de rojo. — Pero creo que debemos dejar todo esto atrás y avanzar, no podemos seguir atascados en el mismo lugar para siempre, no es sano, además las pastillas y las sesiones con Lucille me han ayudado, yo ya olvidé todas las fantasías y el supuesto amor que sentía por ti...

— No es supuesto Charles. — Carlos lo interrumpió. — Tu me amas, realmente lo haces, lo se.

— Creo que estas confundido, nosotros, lo nuestro... — sonrió incomodo.

— Lo nuestro si existe, tu no inventaste esos recuerdos, son reales. — el español lo miró con determinación, si, era ahora o nunca, era hora de la verdad.



¡Gracias por leer!❤

Paramnesia ||• Charlos •||Where stories live. Discover now