80 - Amistad y familia

1.1K 90 10
                                    

Jacaerys

- No pienso disculparme, y es mi última palabra.

Después de la fiesta que acabó con "la repentina huida" de Jonnel Stark y Malora Hightower - por supuesto no íbamos a decir que habían sido quemados por Lyraxes - padre y Aemond nos explicaron todo lo que había ocurrido en los últimos meses; incluido que mi hermana y Aemond llevaban semanas juntos de nuevo y ni siquiera mi hermana me lo había dicho.

Estaba enfadado y avergonzado joder; había insultado e intentado golpear a Aemond delante de todos.

Pero a pesar de ello, seguía pensando que se lo merecía; pensaba que éramos más que familia, de verdad pensaba que éramos algo así como amigos.

- Jace - me pidió Hel - no me pongas a elegir entre mi hermano y tú, por favor.

- Hel, no pienso disculparme, si hubiera confiado en mí y me lo hubiera dicho, no habría pasado nada de lo que ocurrió en la fiesta.

- ¿Este es el ejemplo que quieres darle a tus hijos? - auch... golpe bajo.

- Helaena....no vayas por ahí.

- Jacaerys - la cosa se ponía seria cuando decía mi nombre completo - sois familia y sois amigos, arreglad las cosas por favor; por vosotros y por mí.

Ella salió dando un portazo pero yo estaba decidido a mantenerme en firme. Me había dolido demasiado que ni padre, ni Aemond, ni Visenya hubiesen contado conmigo.

Joder, ¿acaso tenía que ver a mi hermana sufriendo y no hacer nada? Estaba cansado de verla por los suelos llorando por culpa de su marido infiel - bueno, que luego resultó que no -

Llegué al salón como cada mañana solo que con la diferencia de que Aemond ahora había vuelto con nosotros. Cómo cambió todo de un día para otro; hace una semana Vis estaba llorando por los rincones por Aemond y hoy estaba feliz y radiante. Me alegraba por ella, joder era mi hermana cómo no hacerlo, pero realmente estaba dolido con ella.

No decirle nada a Luke lo veía normal; hubiese tardado 5 segundos en ir corriendo a decírselo a Rhaena, pero ¿no decírmelo a mí? Soy su hermano favorito, soy quien la ha ayudado y cuidado siempre...

- Jace - me pidió mi hermana una tarde en la que estaba en el patio de entrenamiento con mi hijo mayor - ¿podemos hablar?

Dejé a Maegor practicando para ir con Vis a un lugar desde donde poder hablar sin perder de vista a mi hijo.

- Tú dirás - contesté quizás algo más frío de la cuenta.

- ¿Cuánto más vas a estar sin hablarme a mí y a Aemond? - cruzó sus brazos en su pecho, esperando a que contestara.

- No tengo nada que hablar con vosotros - quise darme la vuelta pero Vis me lo impidió.

- Entiendo que te enfadaras porque no sabías nada, pero era mejor así para que el plan fuese creíble.

- Visenya, me hubiese partido la cara por ti en medio de aquel salón cuando lo vi salir con su prima; que lo llamé traidor por ti. ¿Tú eso lo entiendes? Os reiríais a lo grande a mi costa.

- Jace claro que lo entiendo y créeme que Aemond no te guarda rencor - reí, lo que me faltaba por escuchar - pero teníamos que asegurarnos de que esos dos no sospecharan nada.

- Que Aemond me guarde o no rencor es algo que me importa muy poco; que no confiaras es mí, eso si que me duele, carajo.

- Jace...

- Joder que llevaban juntos semanas y yo sólo quería destrozarlo por lo que te había hecho... por como te había visto llorar y dejar de comer.

- En su defensa diré, que él siempre me lo dijo y yo no lo escuché.

- ¿Lo ves en la cama con una mujer, y la culpa es tuya? Joder si que da miedo como le da la vuelta a todo.

- No digas gilipolleces Jace, te está nublando el juicio el coraje.

- ¡Claro que me da coraje, Visenya! Pensaba que éramos amigos. Maldita sea, lo apoyé siempre cuando se enredó contigo, aun cuando te decía que nunca se casaría.

- Por favor Jace... dejémoslo estar. No puedo estar feliz si mi hermano no me habla - fingió poner cara triste haciéndome reír. Visenya siempre sería mi punto débil.

- Ven aquí anda - la abracé con fuerza.

Soy un hombre de ideas claras, pero la más absoluta de ellas era que no permitiría que nadie volviese a hacer sufrir a mi hermana como aquella sucia Hightower y aquel Stark le habían hecho.

Aquella noche, busqué a Aemond en su despacho.

Estaba dándole vueltas a su daga encima de la mesa y con los pies en alto; parecía cansado.

- ¿Tienes un momento? - entré sin esperar su respuesta.

- ¿Para qué preguntas si ya estás sentado? - Aemond y su simpatía característica.

- Vengo a hablar contigo.

- ¿Quién te ha obligado? ¿Mi hermana o mi esposa? - intentó evitar una sonrisa apretando los labios.

- Ambas - contesté y ambos acabamos sonriendo; sabíamos que al final ellas hacían con nosotros lo que querían - quiero pedirte disculpas por las cosas que te dije... no pienso que seas igual que tu hermano.

- ¿Sabes? Llevo toda la tarde pensando justo en eso... quizás si que llevases razón y no dejo de ser un Hightower por mucho que haya intentado ser primero Targaryen.

- No digas tonterías - dije y de verdad lo pensaba - eres mas Targaryen que muchos en esta familia.

- Siento el puñetazo que te di - dijo ahora para mi sorpresa.

¿Podía ser la primera vez que Aemond me pedía disculpas en toda mi vida? Si, podía ser.

*

- Visenya

- Maestre, ¿está seguro?

- Las pruebas así lo dicen; mi princesa.

- Por favor... no diga esto a nadie - le pedí - esperemos un poco más.

- Pero princesa... tarde o temprano será notable.

- Lo sé... pero necesito saber cómo contárselo a Aemond.

Black DragonsWhere stories live. Discover now