Especial De Navidad

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El agua de la ducha termina de escurrirse mientras Dazai toma la toalla doblada para él y seca su rostro, sacando mechones húmedos de cabello castaño para que dejen de obstruir su visión, sale completamente del área y lleva sus ojos al espejo que ocupa gran parte del baño, notando así la cantidad exorbitante de cicatrices que lleva en el cuerpo.

La vista termina por ser incomoda a sus ojos y decide ir directo al cajón en donde se encuentran ubicados sus vendajes, los cuales toma, notando así un nuevo paquete oculto en lo más profundo del gabinete. Una sonrisa leve se forma en sus labios al descubrir que se trata de una de sus marcas favoritas de vendajes y murmura gratamente sorprendido.

"Esto es obra del perchero" mientras su mirada baja hasta una cicatriz en su rodilla casi con reverencia, el cariño desbordándose de sus ojos avellana, por más que la época de dicho recuerdo no sea tan buena.

❄️❄️❄️

Fue una misión a la que los había mandando Mori, en fechas de invierno como esas, a vigilar un almacén de armas ubicado ciertamente lejos del cuartel de la mafia y Dazai, quien cuenta con una naturaleza perezosa no dudo en quejarse al momento con Mori.

"¿No le parece muy lejos? Además, es navidad, eres malévolo. Mandar a tus pobres empleados a vigilar en esta época tan fría del año un lugar sin calefacción" alargando cada palabra, solamente para denotar su molestia ante la tarea en cuestión.

"Es una orden, Dazai-kun" Mori desde su silla de jefe observo cómo Dazai se quejaba al aire y con tono sobrante menciono "Asegúrate de avisarle a Chuuya-kun a tiempo, si lo haces, te llevarás una grata sorpresa"

"Eso significa que por fin me vas a dar el método perfecto para suicidarme sin sufrir dolor alguno?" Pero para este punto Mori ya había dado la conversación por terminada y solo le sonrió a Dazai mientras empezaba a hablar de cualquier otra cosa de la cual el vendado no tenía la más minima intensión de escuchar. Así que hizo lo más sensato que pensó.

Se logró escabullir de la gran sala del jefe con éxito.

Camino sin rumbo por los largos pasillos de la mafia mientras hablaba consigo mismo sobre lo estúpido que era Mori al dejarle una tarea tan aburrida para perder su tiempo.

"Mori idiota, mi venganza será el doble de cara que todos los kimonos de Kouyou"  A paso ligero —Y con un nuevo plan malévolo en mente— se encaminó silbando su canción favorita de Mario galaxy a pedir un transporte hacía la casa de Chuuya.

Tras un viaje en dónde se podía palpar la incomodidad del chófer, puesto a qué el pobre hombre estuvo a menos de un pestañeo de chocar el vehículo, logró llegar a su destino. En dónde Dazai no se molestó en tocar y simplemente se dispuso a forzar la cerradura y hacer de las suyas, pues sabía de antemano que Chuuya se encontraba fuera en una reunión con Kouyou.

"Sabrá el diablo para que, quien querría reunirse con el demonio mismo" era lo que pensaba el muchacho sobre dicha salida. "Bueno, perchero, veamos que tal está tu alacena"

A las tres horas escuchó el fuerte grito estridente—dicho grito posiblemente superó la escala de sol mayor— y terminó por arruinar su concentración, entonces toda la comida enlatada cayó como ruido sordo en el piso de la cocina.

Esto terminó de erizar los nervios del muchacho de baja estatura y comenzó a lanzar insultos los cuales Dazai ignoró hábilmente, mientras se desplazaba hacia fuera del area designada cómo el comedor y fue recibido por una mano en el cuello de su camisa y gritos más fuertes.

"¡¿Cómo te atreves bastardo vendado?! ¡Acabas de arruinar mi cocina maldita sea!"

"El pequeño Chuuya no sabe que enojarse lo puede volver aún más bajito"

Padres Temporales | SoukokuWhere stories live. Discover now