Once

1.3K 230 137
                                    

Atsushi dio un pisotón al suelo mientras repetía lo injusta que era esta situación.  

Hace dos semanas se había levantado con entusiasmo, comió su desayuno convencido de que ese sería el día en el que por fin saldría victorioso, al fin sería más alto que Akutagawa. Se merecía ser el más alto, había comido más que Akutagawa, había hecho ejercicio y jugado mucho más que ese emo. Pero cuando Chuuya midió su estatura en la pared, se encontró con que Atsushi era dos centímetros más bajo que Akutagawa. 

Dedicó estas dos semanas a comer más de lo usual, se estiraba lo más que podía, todos los días tocaba la punta de sus pies con sus dedos, seguía todas las indicaciones que le dió la doctora Yosano para ser más alto, ¡y aún así no había crecido nada! Hoy media lo mismo que hace dos semanas.

Chuuya no sabía que pensar, hace dos semanas los niños habían alcanzado la altura de un niño de cinco o seis años, y así se habían quedado. Desde que se convirtieron en bebés, no habían pasado tanto tiempo sin crecer.

Hasta ahora, el mafioso pensaba que solo crecerian hasta llegar a su edad correcta y todo se resolvería.

Por si fuera poco, Atsushi estaba teniendo problemas con su habilidad. Cuando Atsushi dormía, un pequeño tigre hacía acto de presencia. 

La primera vez que ocurrió, correteo a Akutagawa por toda su habitación, hasta que el pelinegro pudo salir de cuarto y encerrar al tigre en el. Sin embargo, el tigre logró derribar la puerta y corretear a Akutagawa por el departamento. 

A partir de esa noche Atsushi tuvo que dormir junto a Dazai para poder mantener su habilidad desactivada, mientras tanto, Chuuya tendría que dormir en la cama de Atsushi. "No te preocupes Chuuya, estoy seguro que es del tamano perfecto para ti" se había burlado Dazai.

"¡No es justo! ¿Por qué no puedo ser más alto?" reclamó Atsushi con un gran puchero. El pequeño no parecía notar los vellos blancos que crecían en su brazo.

"Eso mismo lleva preguntandose Chuuya toda su vida, Atsushi." dijo Dazai, acariciando la cabeza del niño, devolviendo su brazo a su estado normal.

"Deberías llevarlos con esa doctora tuya hoy"sugirió el pelirrojo, demasiado concentrado en sus pensamientos para molestarse por el comentario de Dazai.

"¿A los dos?" se quejó con una mueca, pero únicamente recibió una mirada molesta de Chuuya. El castaño solo quería aligerar el ambiente, pero parecía que su chaparro temperamental estaba de peor humor de lo usual, rodó los ojos y suspiró. "Bien, bien, pero no creo que Yosano pueda ser de mucha ayuda".

Antes de que Nakahara pudiera contestar, su telefono comenzó a sonar.

"Hazlo de todos modos." Fue lo último que dijo antes de atender su celular.

-  -  -

Akutagawa trataba de contener las arcadas mientras que Yosano inspeccionaba su boca con el endemoniado palito que tanto sufrir le provocaba. 

"¿Y bien?" preguntó Dazai.

"Nada nuevo, tiene el cuerpo de un niño sano de seis años" dijo la doctora mientras bajaba a Akutagawa de la mesita, y subía a Atsushi para comenzar a revisarlo.

"Así han estado por dos semanas" 

"Puede que a partir de aquí comiencen a crecer normalmente." Yosano tomó un nuevo palito y su linterna "Abre la boca, chiquito" Atsushi obedeció inmediatamente, quería ganarse la paleta que la doctora daba al final de sus consultas.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 28 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Padres Temporales | SoukokuWhere stories live. Discover now