CAPÍTULO XLI

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Cuando salí del hotel me sentía mareada. Entré al auto confundida, pero bastante molesta. La sensación me ahogaba. No soporte llegar al departamento de Scarlett. Me hice a un lado en la autopista y me derrumbe. Negué con la cabeza sin poder detener las lágrimas, prueba del dolor que me estaba consumiendo. Lo estaba superando. Estaba aprendiendo a vivir con el recuerdo de Adrien pero ahora me parecía mucho más difícil. Las cosas no debería y estar pasando así. No debería estar sintiéndome así. Tendría que estar riendo con Adrien. Contándole lo mucho que quería a Verónica. Lo mucho que ella me había cambiado. La mejor persona que yo era.

Me costaba creer que Eric era gay, pero Verónica tenía mucha razón en parte. También sería imposible que yo lo fuese y ahora estoy perdida por sus ojos. Golpee el volante, llorando de nuevo.

-Tu novio no debería estar con Eric sino contigo. Contigo siendo feliz. Haciéndote feliz ¡Mierda!- me cubrí el rostro y me ate el cabello- no puede estar pasando esto, es una maldita pesadilla- Suspiré buscando la calma para continuar mi camino y llegar al departamento de Scarlett. Me limpié las lágrimas y conduje de nuevo llegando al lugar y quedándome en silencio en medio de la sala.

Eric gay. Eric siendo novio de quien era novio de Adrien. Verónica apoyando su estúpida relación.

Quise levantarme y tomar algo del pequeño bar que había en el estudio pero no lo hizo porque había cortado de raíz esa costumbre. Me acosté en la cama quitándome el estúpido traje que la chica me había dado. No esperaba terminar la noche así. Con esa noticia. Con ese balde de agua helada que me había dejado totalmente en shock. Miré al techo y pensé mucho en eso durante un tiempo largo. Y no logré dormir mucho. Y cuando pude hacerlo las pesadillas me hacían abrir los ojos. Mi mente me jugaba malas pasadas. No podía pensar nada con claridad. Eric había sido mi competencia desde que éramos niños. Nuestros padres comparaban nuestras notas, nuestros logros, nuestros talentos. Era una constante lucha de poder que nos hacía querer ser mejor que el otro, de cara a la editorial y su mandato pero esta vez era diferente. No odiaba a Eric, pero ahora sentía que podía llegar a hacerlo. Lo que estaba haciendo no era leal con él, ni con Adrien, que aunque muerto, quiso a Jackson. Estuvo enamorado de él. Era su novio y no tenía derecho a traicionar su memoria de esa manera. Y me molestaba mucho más que Verónica no quisiera escucharme, o hacerlo reaccionar. Me sentía sola en esto, y una parte de mi buscaba darle la razón. Pero no la tenía. Me rehusaba a apoyar esa relación. No era justa, y no era leal. Cerré los ojos de nuevo en la madrugada y me obligué a dormir. Mañana sería un día largo y debía contener para ver a Eric y no partirle la cara.

En la mañana me hice un café bastante malo pero necesario. Extrañaba muchísimo los de Verónica. Mi día sería bastante largo entre reuniones y más reuniones. Todo siempre de me hacía mas difícil cuando estaba disgustada con Verónica. Cuando llegué a la editorial Susana fue quien me recibió.

-Podría decir buenos días pero al parecer no lo son tanto- me tendió la tablet.

-Horribles, de hecho- hizo una mueca.

-Pues serán peores. Los medio están hablando sobre unas supuestas cifras que perjudican mucho a la editorial- giré los ojos- mostraron algunas. Además la noticia de que Isabella estará en Los Ángeles como competencia de esta editorial. Y que esta buscando los mejores escritores.

-Bueno, deja que mi padre se encargue y respecto a lo de Isabella, no debemos darle trascendencia, eso la beneficiaría- asintió- Encárgate tú de las propuestas de patrocinio.

-Hasta ahora hay dos, una para tu equipo y otra para el de Eric. y es Verónica quien les interesa.

-No los culpo- ella sonrió con picardia y eso me hizo sonrojar un poco. Carraspee- envíame toda la información a mi correo. Revisaré todas las noticias mientras tanto- asintió y llegué al lado de mi padre que estaba acompañado por mi tío.

DE AZUL A MI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora