CAPÍTULO LXIV

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-Buenos días, mi amor- Le di un abrazo a Jérémie cuando baje a desayunar. Su sonrisa y la mirada sospechosa todavía de Scarlett me recibieron.

-Hola, mamá- me senté en la mesa mientras veía a revisar su celular.

-¿cómo te fue ayer en tus clases?- suspiró.

-No quiero seguir estudiando con esa profesora, no me gusta, mamá- lo miré recibiendo el desayuno- Los niños del parque van a la misma escuela, ¿por qué no puedo?- miré a Scarlett que me regresó la mirada por unos segundos. Suspiré.

-Es complicado, cielo. Por ahora, lo mejor es que sigas dando clases privadas- hizo una meca de desagrado, aunque entendí su resignación de una manera más triste que molesta. Él solamente quería ser niño, un niño normal, y me pesaba muchísimo no poder darle aquel privilegio. Igual que yo, Jérémie tenía todo, excepto libertad. Y eso era como tener nada- Haré lo posible porque sea solo por un tiempo- me miró y suspiró alejando su plato vacío. Aquello iba a condicionar su humor, probablemente no sea un buen día para él. Recosté mi cuerpo en la silla.

-No le mientas así, al menos- cerré los ojos por un par de segundos.

-Esas mentiras son un respiro, Scar.

-No, son una esperanza falsa. Ambas sabemos que no terminará pronto, mucho menos ahora- suspiré y desayuné sin decir nada más. Cuando subí a buscar mis cosas recibí la llamada de vuelta de Eric.

-¿Donde mierda estabas metido?

-Buenos días, Kamille- bufé- ¿Tú no tienes vida, acaso? Era muy tarde, existe un horario laboral.

-Horario laboral- respondí de mala manera, le expliqué la situación de Isabella y su propuesta, haciéndole saber que para mi era importante intentar competir de una manera, al menos, sin tomar a Verónica como una ventaja, aunque lo era. Todos estaban acostumbrados a ver a Verónica como aquella persona determinante de los sistemas, igual me veían a mi en el pasado. Y no voy a hacerle eso, que tanto me molestaba.

-Es imposible que Verónica sea un factor parcial, Kamille. Quieras o no, va a inclinar la balanza. Ella ha decidido que sea por una causa buena.

-¿Cómo sabemos que esta causa es una buena?

-Porque no hemos intentado nada tramposo, hasta que tuvimos que contraatacar de la misma manera que ella jugó. ¿Hablaste ya con Verónica?- moví un poco el cuello bajando las escaleras.

-Lo hice, si. Dame un momento- silencié la llamada- Ten un bonito día, mejora esos animos. Confiemos en que todo cambiará y podrás ir a una buena escuela- suspiró sonriendo un poco y besé su mejilla- te amo.

-Te amo, mamá- salí de la casa con Scarlett y volví a activar la llamada de Eric.

-Si hablé con Verónica, y no le pareció mala idea- Scarlett me miró en el auto.

-Bueno, ahora que tienes su aprobación, podemos proceder.

-Yo no estaba buscando su aprobación- lo escuché reír.

-Si, finge que no lo hiciste porque tener una buena imagen frente a tu amor.

-Cállate Eric y deja de decir estupideces. Adiós- colgué la llamada y puse el auto en marcha.

-¿Hablaste con Verónica de qué?- su tono me hizo saber que el comentario de anoche no había sido al azar, o casual.

-Isabella propuso triplicar el dinero del concurso, y dijo que Verónica lo había pedido. Pero no fue así, Verónica habló con Eric y conmigo, contó todo. Al parecer ahora está del lado de la justicia- asintió.

DE AZUL A MI Where stories live. Discover now