T5B: La bestia de Beacon Hills

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No había sentido tanta paz en tanto tiempo, mi cuerpo se sentía completamente relajado y estaba en completa tranquilidad

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No había sentido tanta paz en tanto tiempo, mi cuerpo se sentía completamente relajado y estaba en completa tranquilidad. No quería absolutamente, solo mantenerme en ese cálido lugar. Abrí los ojos lentamente viendo a mi alrededor ¿En que momento había llegado a casa de Brett? Podía reconocer su aroma por todos lados, con cuidado me senté en la cama abrazando mis propias piernas, levante la playera que tenia puesta viendo algunos parches nuevos sobre mi cuerpo, con cuidado de no caer me levante de la cama para buscar mi teléfono, vi este sobre el escritorio de Talbot, tenia algunos mensajes por parte de la manada, seguían buscando a Mason sin muchos resultados, no puedo creer que el sea la bestia, un miembro de nuestra manada cometiendo todas esas atrocidades. Aunque dudo que lo haga por su voluntad.

— ¿Qué haces levantada? – Me regaño Brett una vez que entro al cuarto.

— Estoy bien, tengo que ir a ayudar a Scott y encontrar a Mason.

— No vas a ir a ninguna parte hasta que sanes June. – Grito molesto, me quito el celular de las manos antes de obligarme a ir a la cama. Suspire con pesadez ante el fuerte aroma a enojo que emanaba de él. Me quede en silencio abrazando mis propias piernas. – June... estabas muriendo, otra vez. Y sentí todo eso. Tienes tres enormes cortes en la espalda y en el estómago ¿Y me dices que estas bien? ¿Qué quieres seguir peleando con esa cosa? Se que quieren salvar a todos. – Hizo una larga pausa. – No quiero perderte ¿Entiendes? – Asentí con un movimiento de cabeza. – Mis compañeros me dijeron lo que hiciste por ellos.

— Solo hice lo que tenia que hacer. Brett. – Hice una pausa antes de inclinarme hacia el para besar su mejilla. – te quiero y se que tienes miedo, pero tenemos que detenerlo, yo puedo defenderme y se que tu también, estas heridas van a sanar en algún momento, pero no puedo dejar que esa cosa lastime a mi hermano o a mi papá. Tengo que pelear por ellos, por los que no pueden defenderse.

— ¿No vas a cambiar de opinión? – Negué de inmediato. – mi alma gemela es una mujer sin miedo a la muerte. Y yo viviré preocupado el resto de mi vida. – Se inclino hacia mi besando mis labios de la forma mas tierna y dulce posible. Gire la vista hacia la puerta viendo a Lori que traía algo de ropa para mí. – Te llevare a casa.

— A casa de Scott.

Dije con una sonrisa en los labios, me puse de pie con ayuda de Brett. Lori dejo la ropa en la cama antes de salir de la habitación, el me ayudo a cambiarme de ropa, moví un poco el vendaje para ver mi estómago viendo aquella herida en mi vientre aún abierta. Brett se mantuvo en silencio durante todo el camino, mordí mi labio inferior ante las diferentes emociones que emanaba, había una mezcla de aromas dentro del auto, al llegar a la casa de Scott abrí la puerta para poder bajar, Brett me detuvo jalándome hacia el para poder besar mis labios susurrando un te quiero sobre mi boca, me quede así un rato antes de bajar del vehículo para ir a casa de Scott donde la manada ya estaba reunida. Avance en silencio alzando mi mano para saludar a todos, mientras esperábamos a Scott comencé a contarles lo que había estado haciendo durante el ataque de la bestia y la cantidad de personas a las que le había salvado la vida, de igual forma alce mi playera mostrando mis heridas que poco a poco comenzaban a sanar. Comenzamos a hablar acerca de Mason, la policía ya lo estaba buscando o al menos eso había mencionado Stiles.

La chica StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora