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Bang Christopher Chan tenían treinta y nueve años cuando estaba realizando su tesis de doctorado. El que tema que había escogido era nuevas alternativas para el tratamiento de leucemia en niños. Antes de ellos ya había tenido la oportunidad de escribir algunos artículos y libros sobre el cáncer de próstata, el hipotiroidismo y la genética.

La investigación era algo que le apasionaba.

La Medicina le había dado oportunidades grandiosas de dar con nuevos hallazgos y conocimientos que generarían un gran impacto a las ciencias de la salud, gracias a ello había tenido la dicha de ser parte del equipo en el perfeccionamiento de la biopsia líquida para diagnosticar algunos tipos de cáncer en una frase temprana. Si había algo que le llamaba mucho la atención era la oncología, por lo que dedicó su tesis a un tema y una población que, pensaba, se beneficiarían mucho de ella.

Sin embargo, Bang contaba con un solo defecto, más severo de lo que cualquiera se podría imaginar.

¡¿Qué es lo que has hecho?!

La anarquía.

—¡¿Qué fue lo que le hiciste a mi hija?! —reclamó la mujer, apretando el cuerpo de su pequeña a su pecho— ¡Asesino! ¡Eres un asesino!

Bang quería retomar una vieja práctica en la que se inducía al coma para tratar enfermedades terminales. Según sus investigaciones, existía un gen el ADN humano que era resistente al coma inducido, y que, con apoyo de la modelación genética haciendo uso de la edición del genoma con la tecnología CRISPR1, podían ser capaces de replicar este gen en niños genéticamente modificados, lo cual aventajaría a la población a tratar cualquier tipo de cáncer sin que el paciente sufra en el proceso.

El estudio tomó algunos años aun después de que obtuvo su doctorado y el Hospital Universitario de Busan y otras organizaciones había sido el encargarlo de financiar el trabajo. Sin embargo, las cosas no habían resultado como lo esperado. Los experimentos produjeron una réplica del gen y este fue puesto en el feto de una mujer que ofreció a su bebé a la ciencia. Durante el proceso, la mujer comenzó a desarrollar un cariño especial por la niña que crecía dentro de ella.

La niña venía de una familia con muchos antecedentes de cáncer de distintos tipos. Para su buena, o mala, fortuna, esta niña desarrolló leucemia. Una de entre un grupo de cien niños.

La madre no quiso seguir siendo parte del experimento, por lo que revocó el consentimiento informado que le habían solicitado firmar. Aun así, el médico no hizo caso de sus peticiones. Puso en marcha los planes de inducir el coma para llevar a cabo un tratamiento indoloro, con altas posibilidades de éxito. Pero la niña no resistió al coma y murió al cabo de unos días.

Lo llevaron a juicio.

Perdió el caso ganándose tres años de prisión por negligencia médica y otros doce más por infanticidio, además de una elevada multa y la suspensión de la práctica médica. No obstante, el director Park Jin Young se ofreció a pagar su multa y movió algunas cosas para sacarlo de detrás las rejas.

—Yo veo mucho potencial en ti, hijo. Esta es la única oportunidad que te estarán dando, así que aprovéchala bien. Yo siempre voy a estar de tu lado, es una promesa.

—Doctor Bang, ¿está listo? —Devuelta al presente, Chan estaba siendo llamado por el asistente debido a que estaba por comenzar la conferencia.

—Voy para allá —Subió al escenario y se situó detrás del podio. Los asientos ya habían sido ocupados por los invitados y la llamada internacional con las corporaciones de salud estaba a unos segundos de iniciar. De su nuca resbala un trazo de sudor frío. La conferencia comenzó—. Damas y caballeros, me alegra que estemos reunidos esta tarde para discutir sobre una enfermedad que está ganando terreno en el lado este de Asia. Pero antes de ello quisiera presentarme, me conocen como el Doctor Bang Christopher Chan, escritor de 'Hipotiroidismo: una nueva visión' y 'Más allá de la genética: las posibilidades que la ciencia nos ha regalado' —Dio vuelta a sus tarjetas, sus manos temblaban demasiado—. La humanidad se ha enfrentado a enemigos enigmáticos de tamaño microscópico, hablamos de la peste de Justiniano en el Imperio Bizantino, la peste negra en la Edad Media, la viruela, la gripe en todas sus presentaciones, el ébola en África occidental y el Covid-19 en todo el mundo. Enemigos mortales que el ser humano ha podido vencer y superar. Miembros del gremio médico de todo el mundo, quiero hablar con ustedes acerca de uno de los virus más peligrosos que se hayan conocido: la rabia demencial.

Rabiaes Dementia: ReminiscenceWhere stories live. Discover now